Tres herramientas simples para tener un matrimonio feliz

27/10/2024

5 min de lectura

Atención, afecto y aprecio son herramientas poderosas para mejorar tu matrimonio.

Hacer estas tres cosas simples transformará tu matrimonio de bueno a espectacular. Enfócate en las tres A: atención, afecto y aprecio.

1. Atención

La atención es crucial porque le muestra a tu cónyuge que es la prioridad en tu vida. Dar prioridad al teléfono, a tu trabajo o a otras personas antes que a tu esposo provoca que se sienta aislado y solo. Prestar atención cuando nuestra pareja habla muestra interés y respeto y hace que se sienta amado.

Todos están ocupados. Muchas personas luchan para equilibrar el trabajo y la vida familiar. Pero si no puedes encontrar un tiempo exclusivo para tu pareja, el amor es reemplazado por la soledad. Escoge la conexión. Revertir estos patrones es sencillo, pero requiere esfuerzo y conciencia. Empieza prestando atención.

Rav Jonathan Sacks dijo: “Si quieres entender cualquier relación, entre marido y mujer, padre e hijo o empleado y empleador, presta atención a cómo se hablan y se escuchan mutuamente”.

Aquí hay algunas técnicas para incorporar más atención en tu relación:

a. Dale a tu pareja dos minutos al día de atención exclusiva

Cuando escuches a tu cónyuge, tienes que sentarte frente a él/ella, mantener contacto visual y dejar de lado todas las cosas que podrían servir de distracción. Esto puede parecer obvio, pero en el mundo actual es mucho más fácil decirlo que hacerlo.

Puede parecer que dos minutos de completa atención no tendrán gran impacto, pero cuando se van acumulado todos los días se vuelven significativos. Prueba y verás.

Comprométete a la pequeña meta de brindar a tu pareja dos minutos al día de atención sólida y sin interrupciones. Si te comprometes a tan sólo dos minutos, te preparas a tener éxito en vez de luchar por alcanzar una meta más grande y fracasar de inmediato. Puede parecer que dos minutos de completa atención no tendrán gran impacto, pero cuando se van acumulando todos los días se vuelven significativos. Prueba y verás.

b. Tus primeros 20 minutos en casa le pertenecen a tu pareja.

Rav Nóaj Weinberg zt”l fundador y director de Aish HaTorá, compartió una maravillosa herramienta. En vez de llegar a casa y usar los primeros momentos para despejarte, haz un cambio mental y decide que sin importar a qué hora llegues a la puerta, realmente no estarás "en casa” hasta 20 minutos después. Si tu cónyuge o hijos necesitan ayuda o si quieren hablar contigo, debes estar disponible. Si esto parece imposible, entonces quédate en el auto algunos minutos para despejarte antes de entrar a casa. Tienen que estar dispuestos a estar presentes y disponibles el uno para el otro durante los primeros veinte minutos que están en casa.

c. Tu pareja es más importante que tu mayor cliente.

Siempre que sea posible, responde a sus llamadas cuando estés en el trabajo. Por supuesto, el trabajo es necesario y es una forma de dar prioridad a tu pareja ya que trabajas para proveer a tu familia. Pero la pregunta que debes formularte es: ¿Dónde tengo más energía? Si te emociona y te sientes más vivo en el trabajo y te das cuenta de que a duras penas te mueves cuando se trata de tu familia, el mensaje que transmites claramente es: “Lo que en verdad me alegra no eres tú. Mi verdadera alegría se llena en otra parte”. Ese no es un mensaje que ayude a profundizar el amor.

Trata a tu pareja como si fuera tu mayor cliente. Atiende siempre las llamadas de tu pareja y preocúpate de estar completamente presente, energizado y en tu mejor estado. Esto no hará que tu jefe o tus clientes piensen mal de ti. Por el contrario, querrán hacer negocios con alguien que valora a su familia.

La atención es una forma de decirle a tu pareja: "te veo, te presto atención y me importa". Brindar algunos minutos de atención diaria puede marcar una enorme diferencia en tu relación.

2. Afecto

Tu nivel de afecto hacia tu cónyuge es el “termómetro” de la relación que indica el nivel de satisfacción. Los estudios muestran una correlación directa entre afecto y satisfacción en una relación. Los estudios también demostraron que el nivel de afecto expresado es una indicación de tu nivel de compromiso.

El afecto es el pegamento que mantiene a la pareja cerca y el bálsamo que suaviza las cosas. Un contacto cariñoso expresado durante los desacuerdos puede aminorar los niveles de estrés al reducir la cantidad de cortisol y también puede ayudar a ambas personas a sentirse validadas y comprendidas.

Un contacto cariñoso no tiene expectativas de que lleve a la intimidad. Este es un contacto que afirma: Eres hermosa, te adoro. O: quiero estar cerca de ti.

Además, altos niveles de afecto dentro de una relación proveen beneficios positivos tanto emocionales como físicos. El contacto cariñoso promueve la buena salud al bajar la presión arterial y ha sido vinculado a niveles mayores de oxitocina (conocida como la “hormona del amor”).

Las tres formas en que puedes expresar afecto son a través del contacto, el tono y las palabras.

  1. Contacto cariñoso. Esto se refiere a un contacto no sexual. Una vez que el contacto se convierte en sexual, pasa a una categoría diferente. El contacto cariñoso no tiene expectativas de que lleve a la intimidad. Es simplemente un contacto sin la necesidad de nada más. Este es un contacto que afirma: Eres hermosa, te adoro. O: quiero estar cerca de ti.

Puedes preguntarle a tu pareja cómo le gusta que lo toquen. Un abrazo cálido puede calmar y tranquilizar el espíritu. Un beso en la mejilla, una palmadita amorosa o tomarse de las manos son todas opciones excelentes. Intenta tocar a tu pareja de esta forma al menos dos veces al día.

  1. Tonos cariñosos. Todos sabemos que nuestro tono de voz expresa el verdadero mensaje detrás de nuestras palabras. Podemos decir “Lo siento” goteando sarcasmo, pero las mismas palabras también pueden expresar profundo arrepentimiento. Nuestro tono marca el tono de la relación. Hablar con una voz suave, gentil y cariñosa construye cercanía. También puedes expresar respeto con tu tono de voz. Usar apodos cariñosos o tener bromas internas puede entibiar el tono y reflejar un deseo de conexión.
  1. Palabras cariñosas. Puedes halagar a tu pareja diciéndole que es hermosa o que trabaja duro. Intenta llamar a tu pareja desde el trabajo “porque si” cada día. Al llamar desde el trabajo transmites el mensaje de que piensas en él o ella y que es importante para ti.

También puedes expresar afecto a través de pequeñas notas de amor. “Pensando en ti” o “Soy tan afortunada de ser tu esposa” son dos buenos ejemplos. La nota puede ser simplemente una notita autoadhesiva en el volante o en la almohada.

3. Aprecio

El aprecio es cómo nos sentimos valorados en una relación y cómo le demostramos a nuestra pareja cuánto dependemos de ella.

A algunas personas les resulta más fácil agradecer al cartero que a su pareja. Muchos terapeutas matrimoniales creen que la causa principal de insatisfacción dentro del matrimonio es la falta de aprecio. Cuando no te sientes apreciado, empiezas a desanimarte.

Algunas ideas para incorporar el aprecio dentro de tu matrimonio son:

  1. Envía cada día a tu pareja un mensaje de texto por algo específico que hizo ese día.
  2. Deja una tarjeta de gratitud en la silla de tu pareja en la mesa de Shabat.
  3. Escribe palabras de aprecio en el espejo del baño con un marcador de pizarrón.
  4. Pídeles a tus hijos que le agradezcan a tu pareja más activamente.
  5. Halaga abiertamente a tu cónyuge frente a tus hijos.

Agradécele a tu pareja cada día. Convierte esto es una prioridad y verás cómo florece tu matrimonio.

Atención, afecto y aprecio son herramientas poderosas para transformar cualquier matrimonio. Dando pasos pequeños puedes cambiar todo el patrón de tu relación.


Este articulo está basado en una clase de Rav Aryeh Pamensky

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