Tres ideas de Mel Robbins que te cambiarán la vida

15/05/2024

4 min de lectura

Cómo superar tus emociones negativas y vivir la vida que deseas.

Aquí hay tres ideas que aprendí de la autora y oradora motivacional Mel Robbins y que pueden ayudarte a cambiar tu vida por completo.

1. Nunca vas a tener ganas de hacerlo

¿Alguna vez pensaron: "Uf, no tengo ganas"? Ya sea que se trate de levantarse de la cama, comenzar un nuevo trabajo o alcanzar tus metas, a menudo es difícil dar el primer paso.

Muchas veces dejas que tus emociones y el agotamiento te impidan hacer lo que quieres.

Intelectualmente sabes qué decisión deberías tomar, pero algo te detiene. No siempre tienes ganas de hacerlo.

Bueno, tengo noticias para ti: nunca vas a tener ganas de hacerlo.

Cuando estaba embarazada de mi cuarto bebé, sufría de las típicas aflicciones del embarazo: dolor de espalda, náuseas matutinas, venas extrañas… Durante mis ataques de náuseas, lo último que quería era que me presentaran como la oradora de apertura en un evento público. Me encanta enseñar, pero cuando estoy embarazada lo único que quiero es meterme en la cama con mis náuseas y dormir.

Nunca vas a tener ganas de hacerlo. Ahora empuja hacia adelante.

Pero me empujé e hice la presentación tal como estaba planeada porque tenía metas más altas.

Cuando me encuentro en una posición en donde no tengo ganas de hacer nada, me digo a mí misma: “Nunca vas a tener ganas. Ahora empuja hacia adelante”.

No permitas que tus emociones te controlen. Ellas te sabotearán. Lidera con tu mente, no tu corazón.

2. El miedo y la emoción son el mismo sentimiento

Rabí Najman de Breslov dijo: “Este mundo es un puente muy angosto y lo principal es no tener miedo”.

¿Cómo se supone que podemos apagar el botón del miedo?

En realidad es más fácil de lo que piensas.

El miedo y la emoción desencadenan la misma respuesta en el cuerpo. Cuando una persona siente miedo, el ritmo del corazón se acelera, las pupilas se dilatan, las palmas pueden sudar y la respiración es más rápida.

La emoción desencadena la misma respuesta fisiológica. La única diferencia es cómo tu cerebro interpreta la circunstancia en la que se encuentra.

Tus pensamientos controlan si sientes emoción o miedo.

Esto lo experimenté personalmente. Estaba en Denver preparándome para dar una charla. Mientras me preparaba, comencé a sentir que me llegaban olas de nerviosismo.

Recordé que esa emoción era exactamente la misma sensación que enfrenté justo antes del Bar Mitzvá de mi hijo. Por cierto que antes de su Bar Mitzvá no estaba nerviosa, estaba emocionada. Pero ese sentimiento antes de hablar a una audiencia de alguna forma se le parecía. La diferencia es cómo tu cerebro interpreta ese sentimiento.

Aquí está el secreto. Puedes dejar partir los momentos de miedo repitiéndote a ti mismo: “¡Estoy muy emocionado!”, en vez de decir: “Estoy muy asustado”.

Tu cuerpo no sabe si está a punto de ocurrir algo que da miedo o algo feliz. Sólo nuestro cerebro conoce la diferencia y tú le das al cerebro la información con tus pensamientos. Si me digo a mí misma que estoy emocionada, así es como lo interpretará mi cerebro – incluso si está a punto de suceder algo que asusta.

Este fue uno de los mejores –y más simples– trucos para superar mis miedos.

3. La regla de los cinco segundos – hazlo antes de que tu cerebro te convenza de lo contrario

¿Has escuchado sobre la regla de los cinco segundos? No la que habla de recoger la galleta y comerla en cinco segundos.

Mel Robbins acuñó una nueva definición. Esto significa: ¡Hazlo ahora mismo!

El judaísmo promueve fuertemente hacer las cosas de inmediato. Incluso hay una palabra para eso: zerizut, celeridad. Zerizut es concretar un momento de inspiración y creatividad y convertirlo en acción.

¿Cómo te empujas a actuar cuando no tienes ganas de hacerlo o tienes miedo?

Todo lo que necesitas son cinco segundos. Para arrancar cualquier actividad, sólo tienes que moverte y actuar antes de que hayan pasado cinco segundos.

Por ejemplo, a la mañana quieres levantarte, pero tu cuerpo te ruega que aprietes el botón de repetición y tu brazo lentamente se va acercando a ese reluciente botón… En cambio, sólo haz una cuenta regresiva: 5-4-3-2-1… ¡ya! Entonces quita la manta y levántate.

Funciona.

En el mundo hay dos clases de personas; aquellos que se sienten controlados por la vida y aquellos que tratan de controlar la vida. El “centro de control” lo consideramos interno o externo. Las personas con un centro de control interno, usualmente sienten que tienen la fuerza de hacer cambios en su vida. Aquellos con un centro de control externo a menudo sienten que les falta el poder y la habilidad para enfrentar los desafíos.

La cuenta regresiva desde cinco mueve ese centro hacia el interior, dándote la fuerza para hacer el cambio que tan desesperadamente quieres. Cuenta hacia atrás y cuando se acaban los números, tienes que moverte.

Esta simple herramienta establece un encendido de rutina, casi engañándote para actuar. Te obliga a actuar antes de que puedas inventar una excusa para no hacerlo. Evitas tus dudas y mueves tu cuerpo antes de que tus emociones tengan tiempo de detenerte.

Si ese momento de duda se arraiga, el crítico interior comienza a ocupar el centro del escenario y te dice: “¿A quién quieres engañar? Tú no puedes hacer esto”.

El crítico te lleva a cuestionarte y te inhibe de tomar acción.

Si puedes llegar a actuar en cinco segundos, puedes crear una energía de activación que te impulsa al éxito.

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Victoria
Victoria
7 meses hace

¡Vaya! Qué buen artículo. Me ha animado mucho a hacer las cosas a las que no tengo ganas y ya mismo quiero aplicar esas estrategias que suenan tan bien!

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