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La misión de Amijai Ressler es brindar alegría y felicidad a otras familias que sufrieron una pérdida inconmensurable.
Desde su cálido y entusiasta saludo hasta sus sinceros deseos de que tengas un gran día, Amijai Ressler proyecta una positividad y un optimismo contagiosos. Cualquiera que entre en contacto con él no puede evitar sonreír y sentirse un poco mejor.
Amijai dice que aprendió a hacer feliz a todo el mundo de su hijo, Dvir Jaim, un héroe de las FDI que murió el 7 de octubre mientras salvaba la vida de sus amigos.
Amijai se ha comprometido a perpetuar el legado de su hijo. Para ello fundó "Extreme Joy-Alegría Extrema", un proyecto que ofrece excursiones en jeep por el desierto de Judea a las familias de los héroes caídos.
Para Amijai no es sencillo mantener su felicidad. "Hago lo mejor que puedo", dijo en una entrevista exclusiva con Aishlatino.com. "Lo que me da fuerzas para levantarme cada mañana es comprender que mi hijo, un héroe, nos dio la vida. No estoy contento con lo que pasó, pero sí con el regalo que nos hizo. Lo extraño mucho. Pero como entiendo el privilegio, intento vivir mi vida sólo con positividad y optimismo. Y esto es lo que he estado haciendo durante los últimos 15 meses".
Dvir Jaim Ressler
Dvir era el mayor de cuatro hermanos. Desde su infancia, Dvir llenaba de luz y alegría a todos los que lo rodeaban. "Siempre notaba cuando alguien estaba triste o necesitaba algo", contó su madre, Ravit, en un vídeo conmemorativo.
Amijai recuerda: "Hacía felices a todos los que lo rodeaban. ¿Cómo lo hacía? Muy sencillo: les daba a todos la sensación de que eran los únicos en su vida. ¡Les daba mucha luz! Él veía la luz especial y única de cada uno. Y eso es lo que los hacía felices".
La felicidad de Dvir unía a los demás. Amijai explica: "Cuando eres feliz, la gente quiere saber por qué eres feliz. La gente quiere estar cerca de ti. Eso trae unidad".
El sueño de toda la vida de Dvir era servir en la unidad de élite Golani de las FDI. Asistió a una ieshivá, después a una academia premilitar, y estuvo feliz de ser aceptado en Golani. Con el tiempo, Dvir se convirtió en comandante de una unidad.
En los días previos al 7 de octubre de 2023, Dvir, de 21 años, estaba en un puesto avanzado de las FDI cerca de la frontera de Gaza. Se suponía que volvería a casa para Simjat Torá, para pasar la fiesta con su familia. Sin embargo, fiel a su naturaleza, notó que un compañero estaba triste. Le preguntó qué le pasaba y se enteró de que el soldado tenía que pasar Simjat Torá en la base y se perdería un evento familiar. Dvir se ofreció de inmediato a cambiar con él. Así fue como se encontró en la base militar la mañana del 7 de octubre, cuando los terroristas entraron a la base.
Cuando comenzaron a sonar las sirenas, Dvir corrió por la base, asegurándose de que todos los que estaban bajo su mando llegaran a un espacio protegido. Satisfecho de que todos hubieran encontrado un espacio seguro, Dvir entró en un pequeño refugio junto con dos de sus amigos.
Desde el refugio, Dvir y sus amigos oyeron disparos y gritos en árabe. Comprendieron que los terroristas estaban justo delante de su puerta. Dvir agarró el picaporte de la puerta y lo sujetó con fuerza. Sintió que los terroristas intentaban abrir la puerta, pero él no la soltó. Los terroristas desistieron y se marcharon.
Por desgracia, los terroristas volvieron más tarde con explosivos que colocaron en la puerta. Dvir, que estaba junto a la puerta, murió en la explosión. Sus dos amigos, que estaban detrás de él, sobrevivieron. La rapidez de acción de Dvir les había salvado la vida.
Después del 7 de octubre, las FDI tardaron cuatro días en recuperar el cuerpo de Dvir e informar a la familia de lo que le había ocurrido. "Sabía que Dvir no estaba vivo. Él habría encontrado la forma de ponerse en contacto con nosotros", dijo su madre, Ravit.
Cuando por fin llegó la temida noticia, a pesar de su dolor la familia se sintió agradecida. "Lo primero que hice fue dar gracias a Dios: por obtener una respuesta definitiva, por el hecho de que Dvir hubiera sido asesinado y no tomado como rehén, y por la historia de su heroísmo. Dvir era demasiado perfecto para este mundo", dijo Ravit.
En el funeral, Amijai habló de su heroico hijo. "Les dije a todos: 'Soy el padre de Dvir Jaim. Él nos dio vida, nos dio felicidad. Haré todo lo que esté a mi alcance para continuar el legado de mi hijo y hacer feliz a la gente'".
Desde entonces, Amijai se mantuvo fiel a su palabra. El año pasado, en Pésaj, realizó su primera gira de "Alegría Extrema". Hasta la fecha, se han realizado diez viajes de esta clase, y hay más en preparación.
"Ayudamos a familias como la nuestra a continuar con sus vidas", explica Amijai. "No es fácil, pero pensar en positivo ayuda. Los llevamos al desierto en jeeps y todoterrenos. Los llevamos a hacer paseos extremos, para darles una alegría extrema. Durante el viaje, les digo: 'Sus hijos, los héroes, les dieron la vida para estar de pie sobre esta tierra. Tenemos que demostrar a todo el mundo que somos felices y que entendemos este privilegio. Entonces el resto del pueblo judío también lo entenderá'. Esto nos da fuerzas para continuar adelante con nuestras vidas. Así es como veo la vida que tengo. Así es como veo lo que estoy haciendo. Y esto es lo que me ayuda, una y otra vez, a despertarme por la mañana y dar gracias a Dios".
El amor de Amijai por la Tierra de Israel es tan contagioso como su optimismo. Durante cada viaje, reúne a todos en un mismo lugar y les recuerda: "Estamos en tierra santa. Esta es la tierra que Dios nos dio. Esta es la tierra de nuestro patriarca Abraham".
Amijai les dice a los grupos: "¡Miren a su alrededor! ¡Observen qué paisajes! Están parados sobre dos pies y mirando la hermosa tierra que tenemos. ¿Gracias a quién? Gracias a nuestros héroes. Ellos dieron su vida por nosotros. Tenemos que continuar sus vidas. Ellos nos dieron la vida para que seamos felices. Nos miran desde el Cielo, y son felices cuando nosotros somos felices".
Durante los viajes, las familias hablan de sus heroicos hijos o hermanos que dieron la vida para proteger a los demás. Se fortalecen mutuamente y se ayudan a encontrar la alegría en la vida.
Los viajes son apropiados para todas las edades. Algunos viajes están destinados a un grupo demográfico específico. Amijai organizó un viaje especial para viudas de soldados de las FDI, y otro viaje especial para padres e hijos. El denominador común es que los participantes se enfrentan a pérdidas relacionadas con la guerra.
Los participantes califican los viajes como el mejor regalo que han recibido. Y la alegría en sus rostros es precisamente lo que hace que Amijai siga adelante.
Amijai no da la vida por sentada. Especialmente desde que perdió a su hijo, Amijai ha reflexionado mucho sobre el sentido de la vida. Él cree que Dios nos da cosas buenas en la vida para que las apreciemos, las disfrutemos y las utilicemos para ayudar a los demás.
Cuando el soldado al que Dvir cambió la guardia en Simjat Torá le dijo que se sentía mal porque Dvir había muerto por su culpa, Amijai respondió que era justo lo contrario: él le había dado a Dvir la oportunidad de convertirse en un héroe.
"Tú ayudaste a Dvir a cumplir su misión", le dijo Amijai al soldado. "Su misión era salvar a los dos soldados con los que estaba. Sigue sonriendo. Le diste a Dvir el privilegio de hacer lo que debía hacer".
Amijai siente que él, como todos los demás, está en este mundo con una misión. Para él, su misión es ser feliz con lo que le ha tocado en suerte y brindar felicidad a los demás. En definitiva, afirma que dar a los demás es lo que nos hace felices a los seres humanos.
Amijai está comprometido a llevar "Alegría Extrema" a todo aquel que pueda beneficiarse de ella. Invita a todos a "venir a ver y sentir la energía". La energía positiva que se genera en los viajes y los comentarios entusiastas de los participantes le dan fuerzas para seguir adelante con su importante misión.
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