Sobre ti llegarán todas estas bendiciones y te alcanzarán, si escuchas la voz de Dios (Deuteronomio 28:2)

La expresión "te alcanzarán" connota que alguien está escapando. ¿Pero por qué alguien escaparía de las bendiciones?

En "Deguel Majané Efraim" el nieto de Baal Shem Tov dice que las bendiciones de Dios a veces vienen en una forma que nos parece estresante, y dado que no conocemos su verdadero carácter, podemos huir de ellas. La Torá nos asegura que el bien que Dios nos destina nos alcanzará incluso si tratamos de evitarlo.

Este es también el significado del versículo: "la bondad y la misericordia me perseguirán todos los días de mi vida" (Salmos 23:6). Rezamos pidiendo que si debido a nuestro limitado entendimiento tratamos de evitar una bondad oculta, que esta nos persiga y nos alcance.

Rav Levi Itzjak de Berditchov vio a una persona que corría en el mercado. "¿A dónde corres?", le preguntó.

"Corro por mi parnasá (manutención)", le respondió el hombre.

Rav Levi Itzjak dijo: "¿Cómo sabes que tu parnasá está frente a ti? Quizás está detrás de ti y tú te alejas de ella".

Los bebés lloran desesperadamente cuando el pediatra les administra una dolorosa inyección para inmunizarlos contra una temida enfermedad, y no pueden entender por qué la madre que los ama y los cuida colabora con el médico para hacerles daño. La brecha que existe entre nuestra sabiduría y la sabiduría infinita es mucho mayor que la que existe entre un bebé y su madre. Si bien no podemos esperar que el lactante acepte que los actos de su madre son para su propio bienestar, nosotros deberíamos ser bastante sabios como para saber que todo lo que Dios hace por nosotros tiene un bien último, incluso cuando lo vemos como algo malo.