Una carta abierta a Mark Zuckerberg

4 min de lectura

Negar el Holocausto no es sólo entender “mal algunas cosas”. Es una forma perniciosa de antisemitismo con el único propósito de atacar a los judíos.

Estimado Mark Zuckerberg:

Yo soy uno de tus tantos admiradores. Al igual que otros dos mil millones de personas en el planeta, yo uso Facebook para mantenerme en contacto con amigos, escuchar nuevas ideas y digerir las noticias. Tus decisiones sobre los medios sociales afectan mi vida cotidiana.

Increíblemente, ahora esas decisiones incluyen el hecho de darles rienda libre a quienes niegan el Holocausto.

El 18 de julio del 2018, en una entrevista con Sara Swisher en el sitio tecnológico Recode, te esforzaste por explicar de qué manera te enfrentas con el material ofensivo como Director Ejecutivo de Facebook. Explicaste que algunas publicaciones son peligrosas y serán quitadas. Dijiste que hay otro material que puede ser falso, pero debe quedar, y como ejemplo ofreciste la negación del Holocausto.

Cuando en todo el mundo la gente reaccionó con horror, cambiaste de postura: “Si va a resultar en un daño verdadero, un verdadero daño físico o si atacan a individuos, entonces ese contenido por cierto no debe estar en la plataforma”, afirmaste. Pero los mensajes que niegan el Holocausto no responden a esos criterios. “Todos entienden algo mal”, explicaste. Si bien consideras que la negación del Holocausto es “profundamente ofensiva”, insistes en que los usuarios de Facebook tengan el derecho de proclamarlo públicamente, sin ninguna censura por parte de tu compañía.

Mark, la negación del Holocausto no es sólo “entender mal algunas cosas”. Los traficantes de odio en Facebook y en cualquier otra parte que promueven la falsa narrativa de que el Holocausto nunca existió, no cometen un error honesto ni tropiezan con información incorrecta. Ellos promueven una mentira peligrosa que busca calumniar a los judíos e incitar el odio en su contra.

Mis abuelos escaparon de Viena en 1939. Toda su familia y amigos que se quedaron fueron asesinados. Simplemente no puedo creer que mientras yo vivo ellos sean llamados mentirosos y que nuestros parientes asesinados sean deliberadamente borrados de la historia.

“La negación del Holocausto no es sólo una grosera distorsión de los hechos”, afirmó esta semana la Liga Antidifamación en respuesta a tu defensa de los negadores. La negación del Holocausto “es una forma perniciosa de discurso de odio antisemita que no tiene otro propósito fuera de atacar a los judíos”.

Hay muchas formas de negación del Holocausto y todas son peligrosas y censurables. Algunos argumentan en falso que los judíos de alguna manera conspiraron con sus propios asesinos o que se involucraron en una nefasta conspiración para convencer al mundo de que el Holocausto tuvo lugar. Otros insisten falsamente en que los judíos lo hicieron para exigir reparaciones de Alemania, o para engañar a la comunidad global para que permitieran la creación del Estado de Israel. Estas teorías tienen ciertos temas en común: ellas pintan a los judíos de una forma especialmente perversa y dominante, manipulando la opinión mundial en su propio beneficio. Ellas se basan en las imágenes antisemitas profundamente arraigadas de los judíos como pérfidos y con un poder sobrenatural. No se trata de errores inocentes; le enseñan a la gente a no confiar y a odiar a los judíos.

El SPLC (Centro Legal Para los Pobres del Sur) estima que en la actualidad hay en los Estados Unidos aproximadamente diez grupos neonazis dispersando diversas teorías de negación del Holocausto como una conspiración y muchos de ellos tienen una presencia en Facebook. Mark, al no prohibir su odio tú los elevas y les das prestigio y una plataforma desde la cual difundir su odio. Al proteger a quienes niegan el Holocausto, les das a estos antisemitas la respetabilidad que tanto añoran.

Tu terrible decisión no hubiera podido tener lugar en un peor momento. Hace apenas unas pocas semanas, un estudio reveló que dos tercios de los norteamericanos jóvenes no escucharon hablar del Holocausto o no están seguros de qué fue.

En otros países, estos números son todavía más elevados. Una encuesta global del 2014 de la Liga Antidifamación, descubrió que sólo un 54% de las personas del mundo oyeron hablar del Holocausto. Sorprendentemente, cerca de un tercio, 32%, de las personas que oyeron hablar del Holocausto no creen lo que oyeron. Ellos creen que ha sido enormemente exagerado o que se trata de una completa mentira. En Asia, menos de un cuarto de la población (23%) oyó del Holocausto y cree en lo que le dijeron. La cifra cae al 12% en África por debajo del Sahara. En el mundo árabe, sólo el 8% de los encuestados escucharon hablar del Holocausto y creen que lo que oyeron es cierto.

Mark, en mi biblioteca tengo una foto de mi abuelo. Está sentado en un café con su primo, su hermana, su padre y otros parientes. La publiqué en Facebook para el 70 aniversario de la liberación de Auschwitz. Todos miran a la cámara con una sonrisa; no había manera de que pudieran saber que en un año mi abuelo lograría subir a uno de los últimos barcos que salió de Europa y que todos los demás que estaban en la foto serían enviados a Auschwitz.

Mi hijo se llama Aharón por su bisabuelo, un hombre genial que fue asesinado en Auschwitz y cuya mirada bondadosa me observa desde la fotografía. ¿Quieres permitir que los antisemitas nieguen su muerte? ¿Pretender de alguna manera que yo inventé su misma existencia?

Mark, negar el Holocausto no es simplemente “entender mal los hechos”, es distorsionar deliberadamente la historia y pintar a un grupo de personas (a los judíos) como los malvados. Esto lleva a la gente a considerar a los judíos como mentirosos que no merecen confianza respecto al Holocausto ni a ninguna otra cosa.

Desde el Holocausto, muchos judíos asumieron como lema el “Nunca más”, prometiendo que nunca permitirían que vuelva a tener lugar el odio y la violencia del Holocausto. Para asegurar esto, necesitamos aliados como tú que puedan ponerse firmes y repudiar la negación del Holocausto siempre que tenga lugar.

Tenemos la obligación de oponernos a aquellos que quieren borrar y negar nuestra historia, la cual también es tu historia, Mark. No debemos permanecer callados. Estamos en una batalla por la verdad y la memoria, una batalla para asegurar que nunca se olvide el Holocausto y sus lecciones. Mark, ahora es el momento de pararte y defender a tu pueblo.

Con afecto,

Yvette Alt Miller

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