Una defensa inconsistente

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Emor (Levítico 21-24 )

El Midrash dice que Hashem le mostró a Moshé cada generación y sus jueces, cada generación y sus reyes, cada generación y sus sabios, cada generación y sus ladrones. Hashem también le mostró a Moshé la imagen del rey Shaúl y su hijo Ionatán muriendo por la espada durante una batalla con los filisteos.

Moshé preguntó: "¿Por qué debe morir por la espada el rey del pueblo judío?"

Hashem le respondió: "¿Por qué te quejas conmigo? Shaúl masacró Nov, la ciudad de los cohanim. ¡Habla con los cohanim!"

El Midrash concluye diciendo el versículo "Habla con los cohanim" implica que esa es la razón por la que murió de esa manera el rey Shaúl.

Los comentaristas se sorprenden de este Midrash que aparentemente va en contra de las razones que la Torá da respecto a la muerte prematura de Shaúl. En el Séfer Shmuel leemos que Shaúl desobedeció la orden del profeta Shmuel de exterminar a los amalequitas, hombres, mujeres y niños. Shaúl tuvo misericordia de Agag, el rey amalequita, y lo dejó vivo. El resultado de esta bondad equivocada fue la carrera del descendiente de Agag, Hamán, el enemigo implacable de los judíos muchos siglos más tarde. Cuando llegó Shmuel y vio lo que Shaúl había hecho, le dijo claramente que Dios le quitaría el reino. Entonces, ¿cómo puede el Midrash conectar la muerte de Shaúl con su masacre de los cohanim de Nov?

En Hadrash Vehaiún, el Rav de Reish explica que el principal pecado de Shaúl efectivamente fue su falla al no exterminar a Amalek, pero podría haber recibido una muerte menos dolorosa. Shaúl podría haberse defendido. Podría haber dicho: "No tuve la intención de desobedecer, pero parece que tengo un corazón sensible. Soy demasiado compasivo. No pude matar a Agag". Semejante defensa no lo hubiera excusado por completo, pero podría haber mitigado en cierta medida su culpabilidad.

Pero la masacre de los cohanim de Nov cerró la puerta a semejante defensa. ¿Dónde estuvo su corazón compasivo cuando atacó Nov? ¿Dónde estuvo su compasión cuando exterminó a todos los cohanim? No, el hecho de no haber matado a Agag no fue producto de una compasión incontrolable. La culpa de Shaúl no fue mitigada. ¿Por qué sufrió una muerte tan violenta? "Habla con los cohanim".

Muchos comentaristas escriben que exactamente esta debe ser nuestra mayor preocupación cuando nos presentemos en juicio ante la Corte Celestial después de ciento veinte años en esta tierra. Podemos tener toda clase de argumentos en nuestra defensa, pero quién sabe si sus propios actos no los refutarán.

Hashem puede escuchar nuestros argumentos y decirnos: "¡Ah! ¿Esa es la razón por la cual lo hiciste? No tenías dinero. ¿Pero para eso otro sí tenías dinero? Dices que no tuviste tiempo. ¿Pero para otra cosa sí tuviste tiempo? Dices que no eras suficientemente inteligente. ¿Pero para eso sí fuiste suficientemente inteligente?". Allí es cuando todas las defensas de las personas inconsistentes se quebrarán y se derrumbarán.

Enseñar a los niños

Dios le dijo a Moshé: "habla con los cohanim", "para decirles" que eviten el contacto con los muertos. Estas dos frases parecen redundantes. "Habla con los cohanim" obviamente incluye "decirles" lo que haga falta decirles. ¿Cuál es el propósito de estas palabras adicionales?

El Talmud (Ievamot 114 a) infiere que se trata de "lehazhir haguedolim al haktanim", advertir a los adultos respecto a los niños. Los cohanim adultos tienen una obligación especial de entrenar a los cohanim más jóvenes para mantener su pureza. De esta forma, el versículo "Habla a los cohanim" alude a los adultos, que deben "decirles" a los menores que un cohen debe evitar tener contacto con un muerto.

El único problema con esta interpretación es que no parece encajar con las palabras. En el versículo no hay ninguna alusión respecto a que los cohanim deban repetir a otros lo que oyen. El significado llano de las palabras es que "para decirles" se refiere a los "cohanim".

El Beit Av sugiere que la Torá de hecho habla sólo a los adultos, una vez por ellos mismos y la segunda vez en beneficio de los niños.

Todos sabemos cómo enseñarles a los niños a hacer mitzvot. Cuando un niño es pequeño, le compramos un tzitzit. Cuando crece un poco, estudiamos con él Torá. A nuestras hijas les enseñamos a decir bendiciones, a rezar, a valorar el Shabat. Todo esto es relativamente simple. Podemos condicionar a nuestros hijos a hacer actos, pero ¿cómo podemos inspirarlos? ¿Cómo podemos inculcarles verdadera irat shamaim, una verdadera sensación de temor y reverencia por vivir ante la presencia del Todopoderoso, para que quieran cumplir mitzvot y que los pecados les resulten abominables?

La única manera de lograr esto es si los niños ven irat shamaim en sus padres. Enseñar con el ejemplo. Los niños deben ver que sus padres rechazan alimentos cuyo nivel de kashrut es cuestionable. Deben ver a sus padres impregnados de la alegría de una mitzvá. Deben ver a sus padres temblar ante el Todopoderoso. Sólo entonces la irat shamaim se volverá para ellos algo real. También ellos se verán envueltos por ese estado de ánimo y por la atmósfera del hogar y se acostumbrarán a vivir ante la presencia de Dios.

A continuación hay un ejemplo de lo que yo considero verdadera irat shamaim. Cuando el Steipler era un hombre joven, fue a encontrarse con una jovencita que le propusieron como posible pareja. Mientras estaban sentados frente a una mesa conversando, él se quedó dormido.

La jovencita lo dejó dormir y simplemente se quedó sentada esperando pacientemente que se despertara. Cuando el Steipler se despertó, vio dónde estaba y lo que había pasado.

—Debes disculparme —le dijo.

—Oh, no es nada. No te preocupes —le respondió la joven.

—No, debo explicártelo. Verás, estaba muy cansado.

—Bueno, eso fue bastante obvio —respondió la joven con una sonrisa.

—Tú sabes que para llegar aquí tuve que viajar doce horas en tren.

—Sí, lo sé. Doce horas en tren pueden cansar a cualquiera.

—No, no es tan simple. Yo sabía que no podría estudiar mucho mientras viajaba en el tren, así que la noche previa me quedé levantado estudiando. Esperaba poder recuperar las horas de sueño en el tren y llegar aquí relativamente descansado. Pero cuando vi los asientos tapizados del tren, me pareció que el material podía tener shatnez. No podía arriesgarme a sentarme allí, ¿verdad? Así que me quedé parado durante todo el viaje y, obviamente, no dormí nada. Por eso debes perdonarme por haberme quedado dormido en tu compañía. Por favor, no te ofendas.

A propósito, la joven se casó con él.

Quedarse de pie doce horas en un tren, después de haber estado despierto toda la noche, porque existe una sospecha de que pueda haber shatnez en los asientos del tren, eso es irat shamaim.

Ahora podemos entender la aparente redundancia de las palabras de la Torá. Primero, Hashem le dijo a Moshé "habla con los cohanim" e infórmales de la mitzvá. Luego Él le dijo a Moshé una vez más "decirles", para que les quedara claro que no es suficiente simplemente con obedecer y cumplir. De ellos se esperaba un nivel más elevado de cumplimiento, una clase de cumplimiento que pasaría a la siguiente generación cuando los hijos vieran la diligencia, la inspiración y la reverencia con la que los adultos cumplían la mitzvá.

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