Una "judía mesiánica" trató de convencerme en el estacionamiento

24/11/2024

4 min de lectura

Ellos tienen derecho a decir: "Ven a Jesús", y yo tengo el derecho a decir: "No, gracias".

Me encontraba en el estacionamiento de un concurrido centro comercial, a la salida del supermercado donde acababa de hacer las compras con mi esposa. Mientras ella organizaba las bolsas de las compras en el auto, yo fui a devolver el carrito del supermercado. Cuando me di vuelta para volver al auto, se me acercó una joven con jeans y una camiseta que decía "Jesús es mi superhéroe". "Hola", me dijo alegremente mirando mi kipá, la prenda o "gorrito" que cubre la cabeza de los judíos observantes. "Yo también soy judía".

Era extraño oír eso de una desconocida, sobre todo de una que claramente no era judía.

"¿Lo eres? Es sorprendente", le respondí.

"¿Por qué lo dices?", preguntó.

"Porque tu camiseta me dice que eres cristiana. Y también tu collar", añadí al fijarme en la pequeña cruz que llevaba colgada del cuello.

"Escucha. Los judíos necesitan ser salvados. Jesús tiene un mensaje para ustedes. Me gustaría hablarte de eso".

Nunca soy descortés con los misioneros, así que le respondí educadamente.

"Aprecio tu oferta, pero estoy comprometido con mi propia religión y Jesús no forma parte de ella. Mi esposa me espera, así que tengo que irme. Cuídate".

La voz de la mujer se volvió más estridente. "¡Esto es importante! Realmente debes escuchar el mensaje de Jesús antes de irte". La saludé con la mano y le dije: "No, gracias, estoy bien".

"Eso es lo que crees", fue su comentario de despedida. "No estás bien".

A lo largo de los años, muchas veces se me acercaron misioneros con la esperanza de despertar mi interés en el cristianismo. Generalmente son cristianos evangélicos, pero también tuve encuentros con testigos de Jehová, adventistas del séptimo día y mormones. No me ofende en absoluto que los cristianos intenten despertar en mí un interés por su religión, siempre que lo hagan con cortesía. (La mujer en el establecimiento cruzó la raya, pero de acuerdo con mi experiencia, ella no era típica). Como un judío observante que toma su religión en serio y abraza sus valores y enseñanzas, entiendo perfectamente que los cristianos devotos quieran hablarme sobre los valores y las enseñanzas de su religión.

A diferencia de algunos judíos y organizaciones judías, nunca consideré hostiles, indecentes o antisemitas los intentos cristianos de convertir a los judíos. Al contrario: reconozco que para muchos cristianos es un artículo fundamental de la fe que nadie puede salvarse espiritualmente si no tiene fe en Jesús, y que los cristianos tienen la obligación de difundir esta "buena noticia", el significado original de la palabra "evangelio", a quienes no la han recibido. En su opinión, los proselitistas están ofreciendo a los judíos algo de inestimable valor: la vida eterna. También están cumpliendo con el mandato de Jesús de hacer que la conversión de los judíos sea una prioridad. "No vayan a los gentiles", citan que dijo a sus discípulos en el Libro de Mateo, "sino que vayan sólo a las ovejas perdidas de la casa de Israel".

La fe en la que fui educado, una fe mucho más antigua que el cristianismo, siempre ha negado los argumentos presentados sobre Jesús.

Por supuesto, yo sé que nosotros, las "ovejas" judías no estamos perdidas. La fe en la que fui educado, una fe mucho más antigua que el cristianismo, siempre ha negado los argumentos presentados sobre Jesús. Como expliqué a los misioneros o a otros que parecían sinceramente perplejos por el rechazo inflexible de los judíos a la divinidad de Jesús, gran parte de lo que profesa el cristianismo es rotundamente incompatible con los principios más profundos del judaísmo.

La más fundamental de todas las doctrinas judías (que Dios no tiene atributos físicos, que su unidad es singular e indivisible, y que está absolutamente prohibido adorar a cualquier persona), está totalmente en desacuerdo con la visión cristiana de Jesús. Para la mente judía, la declaración de que Dios nació en forma humana y murió en la cruz para expiar los pecados de la humanidad, no sólo es incomprensible, sino blasfema. Por eso a lo largo de la historia, innumerables judíos estuvieron dispuestos a morir o a ser expulsados de sus hogares antes que convertirse al cristianismo.

Por eso también la idea de los "judíos por Jesús", la noción de que la identidad judía es compatible con la fe en Cristo, es inequívocamente repudiada prácticamente por todos los judíos, desde los más ortodoxos y devotos hasta los más seculares y reformistas. Una nota para la mujer del estacionamiento: Si llevas un collar con una cruz y una camiseta de Jesús, lo menos creíble que puedes decirle a un desconocido judío es "yo también soy judía". Entiendo que los cristianos con un fuerte compromiso evangélico pueden considerar un acto de amor alentar a los judíos a "completarse" aceptando a Jesús. Pero visto con ojos judíos, los que se llaman judíos "mesiánicos" son cristianos. Y punto.

Una enseñanza básica del judaísmo normativo es que todas las buenas personas, tanto judías como no judías, recibirán su recompensa final en el Mundo Venidero.

A diferencia del cristianismo (y el islam) el judaísmo no es una religión proselitista. Los judíos no son alentados a buscar conversos, aunque las personas sinceras que por propia motivación llegan a ser "judías por elección" son bienvenidas, honradas y amadas. Los judíos nunca creyeron que uno debe ser judío para lograr la salvación o para ir al cielo. Una enseñanza básica del judaísmo normativo es que todas las buenas personas, tanto judías como no judías, recibirán su recompensa final en el Mundo Venidero. Para los cristianos que están seguros de que todo el que no ha aceptado a Jesús está destinado al infierno, hacer proselitismo entre los judíos es la mayor bondad imaginable. Por eso siempre les digo a los misioneros que aprecio sus buenas intenciones. Sé que tienen buenas intenciones. Pero nunca me convencerán de que tienen razón.

Por cierto me gustaría que todas las denominaciones cristianas siguieran el ejemplo de la iglesia católica contemporánea, que ya no busca convertir a los judíos ni cuestiona la legitimidad duradera de la fe por la que se definieron Jesús y sus primeros discípulos.

No obstante, estoy agradecido de vivir en una nación donde la libertad religiosa, incluida la libertad de rechazar la religión, se protege vigorosamente, y donde mi pequeña minoría judía ha prosperado durante generaciones junto a muchas otras religiones. La misma Constitución que garantiza mi libertad para practicar mi religión, garantiza la libertad de los cristianos evangelizadores para intentar convencerme de que la abandone. Ellos tienen derecho a decir "Ven a Jesús", y yo tengo derecho a decir: "No, gracias". En un mundo en el que se ha derramado tanta sangre por diferencias religiosas, el hecho de que personas con creencias religiosas profundamente incompatibles puedan vivir pacíficamente como vecinos es una bendición extraordinaria.

Incluso si de vez en cuando esto lleva a un incómodo encuentro en un estacionamiento.

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Vladimir
Vladimir
10 días hace

Todos tenemos el derecho a decir "no gracias". Me encantó esta frase.

sabrina mariel rajoy
sabrina mariel rajoy
11 días hace

Pues el error fue suyo y no de ella porque si Ha Kadosh Baruj Hu quiso que se encontraran en esas circuantancias y mas en estos tiempos loable hubiera sido que usted le aclare el panorama a ella. Muchísimas personas desconocen por completo las HALAJOT y todo lo que dispone la Tora tanto para judios como para no judios. Ignorancia pura. Mas aun le digo me ha tocado encontrarme rodeada de judios y que no tengan la menor idea de lo que se habla cuando decimos sidur*. A todos los retornantes nos sucede cruzar del otro lado en una zambullida y solo quien busca verdad pues encuentra TORA. Cuando uno comparte con ellos los datos historicos enseguida se replantean todas las posiciones que habian tomado respecto de lo que los cristianos catolicos y demás mencionan como "el antiguo testamento".

Rafael
Rafael
11 días hace

Interesante vuestros argumentos de convicción judía, muy esclarecedora para los que no lo son

Moshé
Moshé
11 días hace

¡NO ME GUSTA! Y no creo que esté "bien", ¡porque NO LO ESTÁ!

Es ofensivo y repulsivo que alguien me moleste (peor aún si es un Yehudí) y me invite a hacer idolatría. Ni siquiera respondo cuando alguien se me acerca.

¡Mi mirada de desaprobación debería ser suficiente!

Ningún judío molestará a cristianos, musulmanes o ateos para que sigan a HaShem ni les dirá que sus creencias son tontas.

Un judío "se mantiene en lo suyo" con su comunidad y HaShem, sin molestar a nadie más.

Solo le enseño a alguien SI viene a mí para que le aclare algo, e incluso entonces lo hago con cuidado. Se enojan muy rápido cuando se dan cuenta de lo infantil que es su historia y no quieren admitir que fueron engañados. (Usan una versión corrupta del Tanaj y la llaman ofensivamente "vieja")

Claudio Serra Brun
Claudio Serra Brun
11 días hace

Gracias por el artículo. El cristianismo debería ser más humilde en sus convicciones evangelizadoras en el mundo, y distanciarse de las formas proselitistas. Sería mucho más útil que estudiara las raíces del judaísmo y del pueblo hebreo, sus hermanos mayores en la historia, en la religión y en la actualidad. Saludo cordial desde España.

Alfredo
Alfredo
11 días hace

Excelente

Daniel Soler
Daniel Soler
11 días hace

Totalmente de acuerdo, la libertad de Credo debe ser un derecho por encima de cualquier creencia y el tratar de imponer la sobre otro, es de lo mucho que traído persecuciones y derrame de sangre. El No ser proselitista es lo que más me agrada del Judaísmo. Viva la libertad.

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