Lag BaÓmer y la importancia de mantener el fuego encendido

Una vez hablé con una madre en nuestra comunidad que tiene varios desafíos significativos en su familia. Le hice una pregunta inocua, algo como, “¿Cómo estás?”. Su respuesta se ha quedado conmigo desde entonces. Ella dijo: “Rabino, cualquier día que termine con el mismo número de personas en mi casa que al comenzar es un buen día, sin importar lo que esté pasando”.

A veces podemos estar tan atrapados en cosas insignificantes e incluso significativas que olvidamos estar agradecidos por el simple hecho de terminar el día con el mismo número de personas en nuestra casa que cuando comenzó.

Trágicamente, el 7 de octubre y los últimos siete meses nos han enseñado que eso no está garantizado.

Pronto celebraremos Lag BaÓmer, el 33º día del Ómer. Cada día del Ómer se caracteriza por otro atributo cabalístico. Lag BaÓmer se caracteriza por hod she-ba-hod, la 'gloria de la gloria', reflejando nuestra apreciación por la grandeza y la gloria de Dios. La palabra hebrea hod puede entenderse como proveniente de la misma palabra hebrea que hodu o modé, que significa 'dar gracias'. Lag BaÓmer es un día caracterizado como “gratitud dentro de la gratitud,” o un día para celebrar la gratitud.

El maná milagroso que los hijos de Israel comieron en el desierto comenzó a descender del cielo en Lag BaÓmer. El primer día, el maná fue sin duda recibido con gran entusiasmo y agradecimiento, pero a medida que pasaba el tiempo y había una expectativa creciente de que el pan celestial descendería, se volvía mucho más fácil darlo por sentado y olvidar ser agradecidos por él en absoluto.

Por lo tanto, Lag BaÓmer es un momento para identificar y dar gracias por todas las bendiciones que regularmente descienden a nuestras vidas, pero que lamentablemente, como el maná, damos por sentado.

Es muy fácil caer en un sentido de derecho y olvidar ser agradecidos. ¿Por qué debería agradecer a los maestros de mis hijos? Solo están haciendo su trabajo. ¿Por qué debería estar tan agradecido con el camarero, el conserje o el asistente de vuelo? ¿No es eso lo que se supone que deben hacer? ¿Cuándo fue la última vez que dijimos gracias a la persona que limpia nuestra ropa sucia? ¿Expresas gratitud regularmente a tu cónyuge que hace las compras, cocina la cena o que trabajó todo el día para pagar la cena, o en algunos casos hizo ambas cosas?

Mientras celebramos Lag BaÓmer, recordemos decir gracias a las personas que hacen cosas extraordinarias en nuestras vidas. Pero aún más importante, expresemos especialmente gratitud a las personas y a Dios por las cosas ordinarias que llenan nuestras vidas de bendiciones, como tener el mismo número de personas en nuestra casa al final del día.

No te rindas

Hay otro tema de Lag BaÓmer que es particularmente relevante este año. El Pri Jadash, un comentario sobre el Código de Leyes Judías, pregunta: ¿por qué celebramos [Lag BaÓmer] como un día feliz? La mayoría respondería porque en ese día los 24.000 estudiantes de Rabí Akiva que fueron afectados por una plaga durante este período dejaron de morir. Pero, ¿quién hace una fiesta porque la gente dejó de morir? Y además, solo dejaron de morir porque ya no quedaba ninguno. Los 24.000 estudiantes perecieron. ¿Por qué entonces lo celebraríamos como un día alegre y festivo?

Él responde, no celebramos porque las muertes terminaron; estamos marcando lo que vino después. En lugar de ser derrotista o desalentado, en lugar de rendirse o ceder, a pesar de toda la pérdida, Rabí Akiva no se retiró ni cerró el negocio. Cuando terminaron los funerales y concluyeron las shivas, Rabí Akiva identificó a cinco nuevos estudiantes y comenzó de nuevo. Se mantuvo optimista, positivo y decidido seguir adelante con el futuro del pueblo judío. Tomó el tiempo para llorar y lamentar y luego comenzó a reconstruir.

Lag BaÓmer celebra el compromiso y la determinación judía de iluminar el mundo, de disipar la oscuridad, de ser fieles a nuestra misión y propósito, incluso después de una pérdida y tragedia horribles.

El 7 de octubre fue el día más trágico para el pueblo judío desde el Holocausto. En los meses que siguieron hemos enterrado a muchos de nuestros heroicos soldados que pagaron el precio más alto para defender a nuestro pueblo. Hemos escuchado y visto el tormento que están pasando los rehenes. Pero como Rabí Akiva, en lugar de acobardarnos o rendirnos, en lugar de huir o renunciar, los habitantes de Israel y el pueblo judío en su conjunto son tenaces y decididos, plenamente comprometidos a seguir iluminando el mundo.

Este Lag BaÓmer, tómate un momento para estar agradecido por lo que con demasiada frecuencia damos por sentado y considera además lo que puedes contribuir para mantener el fuego de nuestro pueblo ardiendo más fuerte que nunca.