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Llegar a una edad madura, cumplir más años y tener una larga vida, no es una tragedia, es un privilegio desperdiciado por la sociedad moderna.
La falsedad más grande que hay es sentirse viejo y creer que la edad avanzada es el sinónimo de llegar al final de la vida y entrar en la época de extinción. Pareciera ser que encontrar trabajo en muchas empresas después de los cincuenta es prácticamente imposible. Existe la creencia que a los sesenta años uno se tiene que retirar, y desde luego, los setenta u ochenta… ya es un anciano deteriorado. Cuando en realidad la calidad de vida ha mejorado a tal manera, que hoy las personas fácilmente pueden vivir hasta los 90 o incluso 100 años.
Entonces ¿quién es la persona considerada vieja? La persona que pierde el interés por la vida, que deja de soñar y de sonreír a cada día, la persona que ya no tiene ilusiones y que deja de creer que la vida todavía tiene más. Una persona que se enoja, se irrita y se pelea con el mundo, esa es la persona que ha envejecido. Una persona vieja es la que piensa que ya terminó su jornada y que no tiene nada más que aportar.
El cansancio y la edad no generan gran impacto en el alma; la calidad de vida espiritual, sí. La paciencia, bondad, la fuerza de voluntad, el amor, la armonía y la curiosidad son atributos que nunca envejecen.
Existen personas de 80 años que son “jóvenes” y personas “ancianas” a los 30 años. El tiempo no es el único factor responsable que causa enfermedades o deterioro físico y emocional. El miedo a vivir en plenitud y la actitud negativa es lo que daña y arranca la vida, lastimando la mente y el cuerpo.
Si bien la naturaleza y el paso del tiempo biológico hacen que la persona disminuya su actividad física, esta misma condición permite que la persona madure y sea capaz de disfrutar de cuestiones que la calma y la tranquilidad ofrecen. Afinar los sentidos y perfeccionar la claridad mental con el fin de poder captar y disfrutar la esencia y la verdad de la vida.
Cada uno es tan joven o viejo como se quiera sentir. La edad radica en la actitud y en la forma de vivir. Las dietas y todos los tratamientos para permanecer joven no regresan los años, pero el hecho de percibirse como una persona joven y saludable, rejuvenece la energía y la juventud en el alma resurge.
El secreto para gozar de la eterna juventud es amar con sinceridad, sentir alegría por la vida, tener paz interior y sobre todo reír diariamente encontrando el gusto por lo que se hace.
La batalla por preservar los años no es la que le regala vida a la gente, pero la sabiduría, la generosidad y la luz que uno irradia mantienen el espíritu joven y fuerte.
Ingredientes
Agradezco la oportunidad de este nuevo día. Tengo la fortuna para poder disfrutar este día. Amo la vida y encuentro nuevos retos para conquistar. Acepto mi edad con gratitud y reconozco la bendición que tengo por vivir más, por entender mejor y por ver con claridad todo lo que sucede. La felicidad, la alegría, la paz interior, la fuerza de voluntad y las buenas acciones son cualidades que nunca envejecen.
“La edad no sólo es una suma de los años vividos, sino también es la cosecha de sabiduría obtenida a través del tiempo que se tiene”.
Extraído de recetasparalavida.com
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