Una reunión familiar, 77 años después del Holocausto

6 min de lectura

Suzanne Hecker buscó durante 25 años a la familia de su abuelo.

Cuando en 1993 falleció su amado abuelo, Robert Weiss, un sobreviviente del Holocausto, Suzanne Hecker encontró una caja secreta que él nunca le había mostrado a la familia. Allí había fotos antiguas y un pasaporte austríaco sellado con una enorme esvástica y la letra "J" de "Jude", judío. El abuelo de Suzanne sobrevivió al Holocausto junto con dos de sus hermanas, pero ellos nunca hablaron de sus experiencias o de su vida en Europa antes de la guerra.

Lo más sorprendente de todo fue un gran retrato familiar de los años 20. "En la foto reconocí a mi abuelo y a sus hermanas", contó Suzanne en una entrevista con Aishlatino.com, "pero no pude reconocer a nadie más. Tampoco mi madre pudo identificar a nadie". Suzanne había estado muy unida a su abuelo y sintió mucha curiosidad por saber quiénes podían ser esos parientes.

"Allí comenzó mi búsqueda", explicó Suzanne. Con el anhelo de conocer a su familia, Suzanne se embarcó en lo que terminaron siendo 25 años de intensa investigación genealógica.

La familia Blau – Viena, Austria, 1925

Suzanne comenzó su investigación en una iglesia mormona local. Como judía, le resultó muy incómodo entrar al edificio. "En la puerta había un gran cartel que decía que no se hacía proselitismo en la biblioteca. Eso me consoló un poco". (Las iglesias mormonas fueron criticadas por "bautizar" póstumamente a los judíos fallecidos, en particular a las víctimas del Holocausto, para convertirlos a la religión mormona. La iglesia prometió detener esta práctica en 1995, pero desde entonces se registraron algunos casos).

Suzanne comenzó a partir de una foto que había en la caja de su abuelo, en la que estaba escrito: "Mi tío, Edmund Blau". Blau era el nombre de soltera de la abuela de Suzanne, y ella se preguntó si Edmund podía llegar a ser su tío abuelo. Después de años de arduas investigaciones, Suzanne obtuvo su primera pista: "En Yad Vashem encontré un testimonio dado por el hijo de un hombre llamado Edmund Blau en Israel. El nombre del hijo era Walter". ¿Podía ser posible que ese Edmund Blau fuera su tío abuelo y Walter fuera un primo perdido mucho tiempo atrás?

Eventualmente, Suzanne logró encontrar más documentos sobre Walter. "Encontré un registro de la policía británica palestina con una foto de un refugiado judío adolescente llamado Walter Blau. Él había sido atrapado al tratar de entrar ilegalmente a la Tierra de Israel en 1946. Tenía su fecha de nacimiento y una confirmación de los nombres de sus padres", explicó Suzanne. "Ahora sabía que era la familia correcta". Fue increíble descubrir que uno de los parientes cercanos de su abuelo había sobrevivido al Holocausto, pero en un primer momento Suzanne no trató de ponerse en contacto con él. "Yo no hablo hebreo… No sabía en qué dirección moverme".

En el año 2009, Suzanne y su madre viajaron a Viena para continuar su investigación. Cuando llegaron a los archivos de la Israelitische Kultusgemeinde Wien, la organización oficialmente reconocida de la comunidad judía de Austria, el personal en la recepción fue muy poco servicial. Después de preguntar amablemente, Suzanne se sorprendió de que el personal se negara a ayudarla. "Dije que estos registros no te pertenecen; le pertenecen a ella", le dijeron señalando a su madre. Finalmente, permitieron que Suzanne y su madre vieran los valiosos documentos de su archivo. Allí encontraron registros extensos, pero todavía no podían completar el rompecabezas de su árbol genealógico.

Hace algunos meses, toda la investigación e Suzanne finalmente dio fruto.

"Estaba en una página genealógica de Facebook, y alguien me comentó sobre una página genealógica israelí. Yo dije que no sabía hebreo y me respondieron que eso no era un problema, porque la mayoría de los israelíes saben un poco de inglés". Suzanne se unió al grupo y preguntó si alguien podía ayudarla a encontrar en Israel a un primo que era un sobreviviente del Holocausto llamado Walter. "Una hora más tarde tenía mensajes y enlaces", recuerda Suzanne maravillada.

Walter y Oscar Blau

Uno de los enlaces era a una entrevista de la televisión israelí con la familia Blau. Algunos estudiantes israelíes habían hecho un proyecto sobre el Holocausto y habían entrevistado a la familia de Suzanne. Los hijos de Walter tenían los nombres de los parientes fallecidos de Suzanne.

Suzanne pensó cuidadosamente cómo conectarse con sus parientes recién descubiertos, y decidió enviar un mensaje grupal a través de Facebook. "Creo que somos parientes", escribió. Ella no estaba segura si alguien le respondería.

"Su respuesta fue inmediata. Fue un sí rotundo, definitivamente éramos parientes, ellos estaban ansiosos por ponerse en contacto". Una de las primas que hablaba fluidamente en inglés, le envió a Suzanne un mensaje que ella estuvo esperando durante décadas: "Mi padre Oscar y mi tío Walter son las personas que has estado buscando. Ambos están vivos". Tenían 87 y 91 años.

Unos pocos días después, durante Pésaj del 2021, Suzanne, su madre y otros parientes organizaron un encuentro por Zoom. "Parecía que había muchísimas personas participando de la llamada", explicó Suzanne. Los esposos e hijos de sus primos llenaban la pantalla. Finalmente, su primo de 87 años, Oscar, se acercó al teléfono. Él describió que había nacido en Viena y contó que durante el Holocausto él y su hermano Walter se ocultaron en un orfanato de Bélgica. "Él repetía todo el tiempo que eso era un sueño que se volvió realidad y agregó: 'Durante toda mi vida, mi hermano Walter y yo pensamos que habíamos quedado solos en el mundo".

"Todo lo que yo sabía era que sus padres fueron asesinados en Auschwitz", recordó Suzanne. Oscar Y Walter pudieron completar los huecos que Suzanne tenía sobre la historia familiar, y ella pudo darles los detalles de su propia familia. "Por ejemplo, ellos no sabían que su padre… era el menor de ocho hermanos", explicó Suzanne.

Lo más emotivo de todo, fue que Suzanne pudo mostrarles a Walter y a Oscar una fotografía de su padre. Los hermanos tenían una copia borrosa del mismo retrato familiar que tenía Suzane. Ellos sabían que las personas de la foto eran parientes, pero no conocían sus nombres. Durante toda su vida habían asumido que el abuelo de Suzanne era su padre.

En la llamada por Zoom, Suzanne les mostró la foto de Edmund Blau con la que ella había comenzado su investigación décadas antes. Suzanne les explicó que ese era su padre. "Dado que los hermanos llegaron a Israel como adolescentes huérfanos, yo entendí que prácticamente no había posibilidad de que tuvieran esas fotos".

Suzanne y sus parientes israelíes hablaron muchas veces y la invitaron a ir de visita. El noviembre pasado, Israel abrió las fronteras a los turistas. No fue sencillo encontrar el tiempo (Suzanne tiene un trabajo muy demandante y su esposo tiene algunos problemas de salud), pero la posibilidad de llegar finalmente a encontrarse con su familia israelí era demasiado buena para dejarla pasar por alto.

En dos semanas, Suzanne voló a Israel. Ella compartió su emoción en una publicación en la página de genealogía judía de Facebook:

"Después de escapar de Viena en 1938, mi abuelo nunca encontró a un miembro de su familia que hubiera sobrevivido. En marzo, después de más de 25 años de búsqueda, encontré a sus primos hermanos, que tienen 87 y 91 años, y viven en Israel. Yo me comuniqué con ellos por Skype cada semana, pero cada día ellos le preguntaban a alguien cuándo yo llegaba a visitarlos. Así que, amigos, HOY vuelo a Israel a encontrarme con más de 30 miembros de mi familia. Una reunión que llevó 83 años concretar. ¡Me siento en la luna!".

Suzanne (a la derecha) con su primo Oscar Blau y Dafna, la hija de Oscar.

La noche en que el avión de Suzanne aterrizó en Tel Aviv, ella tuvo un breve momento de pánico. "Acababa de volar a la otra punta del mundo para quedarme en la casa de gente que nunca había conocido". Toda la ansiedad se disipó cuando al salir del aeropuerto dos de sus primas recién descubiertas corrieron a darle un largo abrazo. La conexión que sintieron durante las llamadas telefónicas fue todavía más fuerte en persona. La prima de Suzanne le dijo: "Mi padre quiere conocerte esta misma noche, ¡ni siquiera quiere esperar hasta mañana!".

Suzanne fue a encontrarse con Oscar, el primo de su amado abuelo. "Cuando lo vi, fue como ver a mi abuelo".

Una reunión familiar en Haifa

Oscar seguía repitiendo que esa reunión era un sueño que se había vuelto realidad. Su hija le dijo a Suzanne que eso no era una exageración. "Durante toda mi vida él repitió lo mismo. Siempre dijo que se sentía solo en el mundo, que desearía tener una gran familia". Finalmente su sueño se volvió realidad.

En Haifa, la esposa de Walter (de 90 años) preparó una increíble cena israelí y le regalaron a Suzanne candelabros para Shabat. "Todos querían sentarse a mi lado", recordó Suzanne. "Yo me largué a llorar: era como estar dentro de una película. Fue como regresar a casa… Durante 25 años estuve buscando a mi familia".

"Muchas gracias por habernos encontrado", le dijeron sus parientes de Israel.

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