Guía paso a paso
Kidush del viernes en la noche – Guía paso a paso
4 min de lectura
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Cómo convertir la mesa de Shabat en un momento clave de la vida familiar.
La mayor herramienta con la que cuentan los padres es el Shabat. Es un día de conexión interpersonal; 25 horas desconectadas de los medios que pueden ayudar a crear un hogar radiante con relaciones profundas e inquebrantables. La mesa de Shabat puede convertirse en un momento clave de la vida familiar, pero para eso es necesario preparación y estrategia. Crear una mesa de Shabat inspiradora y estimulante lleva trabajo, pero vale la pena. Hay pocas oportunidades que permitan llegar a nuestros hijos y transmitirles nuestros valores mejor que la mesa de Shabat.
Aquí hay algunas buenas ideas para ayudar a crear una mesa de Shabat emocionante y atractiva para los niños.
Puede sorprenderte que los alimentos tradicionales del Shabat no se encuentren en la lista de favoritos de tu familia. Para disfrutar de una comida es fundamental que haya buenos alimentos. Debes estar abierto a replantearte tu elección de alimentos. Esto puede implicar dejar de lado el guefilte fish y los kneidalaj (bolas de matzá) y servir lasaña, pero no se lo contaré a nadie.
Pueden implementar lo que hizo mi madre cuando éramos pequeños. En el Shabat más cercano a su cumpleaños, cada niño tenía la oportunidad de elegir el menú completo de cada una de las comidas. Algunos de mis recuerdos más cálidos de la infancia son de las comidas en las que toda mi familia comía la receta especial de pollo que a mí me encantaba.
Otra variación posible es hacer las comidas de Shabat en base a temas. Encárgale al equipo artístico decorar y servir la mesa e involucra a otros en la preparación de la comida correspondiente. Transforma tu salón comedor en una fiesta mexicana o en un luau hawaiano. ¡Empiecen a bailar y celebren!
Piensa en un tema o busca un libro, un email semanal o lleva a casa la publicación semanal de tu sinagoga con un tema que abra la discusión. Hay muchos temas estimulantes para hacernos pensar. Formen equipos, dividan los temas y organicen un debate al estilo republicano (la retórica y los ataques políticos son opcionales).
Si deseas que tus hijos se queden en la mesa durante la comida de Shabat, entonces debes mantenerla dentro del ámbito de la capacidad de atención de los niños. Se debe avanzar con los distintos platos. Puedes discutir tu brillante entendimiento del Talmud en otro momento. También deja para más tarde la discusión sobre el trabajo de tu invitado en su empresa contable.
A algunos niños les gusta presentar una idea de Torá. Otros son actores naturales. Algunos pueden tener una obra de arte de la que están orgullosos o algo que escribieron. Aprovecha la oportunidad cuando toda la familia está reunida y atenta para que el niño pueda presentar sus últimas actividades de una forma divertida. Organiza una “conferencia de prensa” en la que el niño responde las preguntas de los “periodistas” sobre ese y otros aspectos de su semana. O déjalos planificar un breve sketch sobre la porción de la Torá de esa semana.
¿Alguna vez se te ocurrió tener un himno familiar? Enséñales una canción rítmica que no sea demasiado conocida. Luego cántenla en los paseos familiares y utilícenla para reconocerse mutuamente desde lejos. O creen una orquesta de Shabat aplaudiendo, silbando, cantando y armonizando. Para aquellos que no tienen inclinaciones musicales, siempre queda la opción de un canto de aliento.
Un invitado puede armar o quebrar la experiencia familiar del Shabat. No tienes que invitar a esa persona que te pone incómodo sólo porque no tiene otro lugar donde ir a comer. Al invitar huéspedes, considera cómo se sentirán tus hijos. Algunas personas pueden mantener a los niños (y a los adultos) atrapados con sus fascinantes historias de vida. ¿Tus invitados logran atraer a los demás de una manera positiva? ¿Tienen un trabajo, cultura o historia particular que puede agregar condimento a tu mesa?
¿Por qué limitarse a repartir caramelos y pequeños regalos en el Séder de Pésaj? Recompensa las buenas preguntas y la participación con “golosinas especiales de Shabat”. Cuando era pequeño, durante toda la semana esperaba que llegara el Shabat porque entonces podía recibir dos de mis golosinas favoritas después de que mi madre encendiera las velas del Shabat. Vi cómo el comedor de mis suegros se trasformó en una zona de guerra de marshmallow (nubecitas). Deja de lado los modales y permite que lluevan los premios. Tus hijos lo recordarán toda su vida.
Cuando pequeño, mi trabajo todos los viernes era preparar (es decir, abrir con anticipación) las bebidas para Shabat. Soda, jugo, vino para kidush y cerveza y licores para los adultos. Los niños o niñas con ambiciones culinarias pueden ayudar a preparar algunos platillos; déjenlos recibir los halagos de la familia y los invitados cuando prueben los platillos que ellos prepararon, es increíble para su autoestima. E incluso si a tus hijos no les gusta la cocina, siempre hay cosas en las que puedes involucrarlos si elaboras estrategias. La comida de Shabat se convierte en una “fuente de orgullo” para ellos cuando invierten esfuerzo y ayudan con los preparativos.
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