4 estrategias para ayudar a tus hijos a desarrollar buenas cualidades

3 min de lectura

Puedes enseñarles a tus hijos todo lo que necesitan para la vida.

Ayudar a nuestros hijos a construir buenas cualidades personales es la tarea más importante que tenemos como padres. Es un proceso de toda la vida que comienza con los padres y continúa mano a mano con la escuela y la comunidad. Pero la mayor parte de lo que los niños aprenden respecto a cómo actuar con integridad, moral y compasión, surge del hogar.

A menudo, los niños escuchan por primera vez nuestro sistema de valores o sobre midot cuando quiebran las reglas.

Aquí hay cuatro formas en que podemos reforzar nuestros valores y ayudar a nuestros hijos a construir buenas cualidades:

1. Dar el ejemplo:

Nuestros hijos observan cada uno de nuestros movimientos. Tenemos que ser un modelo vivo de cómo se debe vivir. Si quieres niños responsables, tienes que ser responsable. Si quieres niños respetuosos, tienes que ser respetuoso. Si quieres niños agradecidos, ellos necesitan ver el agradecimiento en acción. En general, los niños crecen y adoptan los valores de sus padres. Puede tardar un tiempo hasta que veas los frutos de tu labor, pero eventualmente los verás.

Esto no significa que debas ser perfecto. Es una excelente lección ver que los padres enfrentan desafíos morales y luchan por ser mejores. Ayuda decirles a los niños: “Hoy me sentí frustrada. La computadora no funcionaba y realmente quise gritarle al técnico, pero me mantuve tranquila y fui amable con él, aunque me costó mucho esfuerzo.”

Cuando fracasas y pierdes el control, aprovéchalo como una oportunidad para transmitir otra lección. “¡En verdad me enojé con el plomero! Me prometió que vendría por la mañana, pero sólo llegó al final del día. Realmente le grité. El enojo se apoderó de mí y entiendo que debo trabajar en esto.”

2. Articular las expectativas:

Permite que tus hijos sepan lo que se espera de ellos a lo largo del día a medida que organizas su horario y su rutina. Aquí hay algunos ejemplos comunes:

Al despertar en la mañana:

  • Decimos Modé Aní
  • Nos vestimos
  • Nos cepillamos los dientes
  • Desayunamos

Cuando regresan de la escuela:

  • Comemos algo
  • Hacemos las tareas
  • Jugamos afuera

A la hora de la cena:

  • Nos sentamos en la mesa por 5 minutos
  • Comemos lo que se sirve o podemos prepararnos un sándwich
  • Recitamos las bendiciones
  • Pedimos permiso para levantarnos de la mesa

Cuando nos enojamos:

  • Podemos encontrar un lugar donde logremos calmarnos
  • Podemos contar hasta diez
  • Podemos gritar en nuestra habitación

Obviamente esto no significa que un niño siempre seguirá las reglas. No es un robot. Pero cuando los niños entienden cómo funciona una rutina, tienen la capacidad de manejar su conducta negativa y entienden lo que se espera de ellos, entonces están encaminados para tener éxito y hay más posibilidades de que se comporten con buenas cualidades.

3. Lemas:

Las frases cortas son una forma efectiva de transmitir e inculcar los valores de tu hogar. Puedes repetirlas una y otra vez, como un disco rayado.

Además, es difícil discutir con frases neutras y no agresivas.

Cooperación: “En esta familia guardamos los juguetes después de usarlos”.

Positivismo: “¡En esta familia vemos el medio vaso lleno!”

Perseverancia: “En esta familia, enfrentamos los desafíos”

Responsabilidad: “En esta familia, cumplimos nuestra palabra”.

4. Elogios:

Busca constantemente lo que hacen bien.

Cuando destacamos la conducta buena de un niño debemos ser lo más específicos posible y enfocarnos en la conducta positiva que resaltamos. Frases como “buen trabajo” o “eres un buen niño” son demasiado generales y no funcionan. A la larga, eso sólo logra que los niños se sientan más inseguros y menos capaces.

Aquí hay algunos ejemplos de cómo podemos usar esta técnica para ayudar a nuestros hijos a mejorar su conducta y aprender buenas cualidades.

Para fomentar la bondad: 

En vez de enfocarte en lo negativo: “¿Por qué no puedes compartir tus juguetes con Sara?”

Prueba esto: “Le prestaste a Sara una de tus muñecas. Esa muñeca es una de tus favoritas. Eso es compartir. Estás siendo bondadosa”.

Para fomentar buenos modales:

En vez de enfocarte en lo negativo: “¿Por qué siempre tengo que recordarte decir ‘por favor’ y ‘gracias’?”

Prueba esto: “Cuando pediste tu helado, dijiste ‘por favor’ y ‘gracias’ cuando lo recibiste. Tú sabes cómo ser cortés”.

Ayudar a tus hijos a desarrollar buenas cualidades es uno de los trabajos más importantes que tenemos como padres. Dar el ejemplo, articular nuestras expectativas, usar lemas y dar elogios apropiadamente nos puede ayudar a lograrlo.

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