Guía paso a paso
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Cada vez más gente descubre la fuerza de esta festividad judía semanal.
Parece que el Shabat, el día de descanso judío semanal, se está poniendo de moda. Cada vez más gente descubre la fuerza restauradora de tomarse un día para desconectarse de la tecnología, relajarse y conectarse con otras personas y con ellos mismos.
¿Qué es lo que atrae a tanta gente para celebrar el Shabat? Aquí hay cinco razones por las cuales el Shabat puede llegar a ser la festividad más adecuada para nuestra época.
Para nuestro bienestar es crucial tomarnos un tiempo lejos de nuestros teléfonos y computadoras, algo distintivo de un Shabat tradicional. Los investigadores han descubierto que tener cerca nuestros teléfonos inteligentes, incluso cuando no los utilizamos de forma activa, puede volvernos menos empáticos y menos comprometidos con el mundo que nos rodea. Estar sin teléfonos durante 25 horas nos libera para ser más creativos y centrarnos más en el mundo real y en las otras personas.
"Creo que el Shabat, un día de descanso, es la mejor idea del judaísmo", explicó la cineasta Tiffany Shlain. Ella se describe a sí misma como una "judía cultural", y está tan enamorada de los beneficios que ella y sus hijos obtienen de tomarse un descanso de los dispositivos electrónicos, que escribió un libro que se volvió un éxito de ventas: "24/6: The Power of Unplugging One Day a Week".
Comer con la familia y amigos es una parte importante del Shabat. Resulta que compartir el pan no sólo es muy divertido, sino que también e asocia con toda clase de beneficios sobre nuestra salud. Los estudios revelan que los niños que comparten comidas familiares son más resilientes y tienen mejor salud mental. Un estudio de la Universidad de Oxford demostró que "Mientras más se comparten las comidas con otras personas, más probabilidades hay de que las personas se sientan felices y satisfechas con sus vidas".
El Shabat es un momento para conectarse con otras personas, pero también es mucho más. El Shabat puede ser un momento para permitirnos sentir lo Divino en nuestras vidas.
Celebrar el Shabat es una forma poderosa de nutrirnos de una mentalidad espiritual. Toda la semana trabajamos duro. Shabat, el pináculo de la semana, nos brinda la oportunidad de tomarnos un descanso y vivir en un plano diferente, recalibrando nuestras ocupadas vidas y conectándonos con un poder superior.
Hay algo reconfortante y profundamente satisfactorio en saber que celebramos el Shabat siguiendo las huellas de generaciones de nuestros ancestros. Ya sea que uses los candelabros que pertenecieron a tu abuela, que cocines la sopa de pollo de tu madre o disfrutes de alguna otra tradición o herencia familiar, el Shabat nos da la oportunidad de cumplir tradiciones judías eternas que fueron transmitiéndose durante generaciones.
Con los niveles récord de antisemitismo, muchos buscamos formas de expresar nuestro orgullo respecto a nuestra identidad judía. Celebrar el Shabat es una forma muy poderosa de lograrlo. Hace unos cien años, el gran escritor hebreo Asher Tzvi Hirsch Guinsberg (conocido por su seudónimo "Ajad HaAm"), observó la centralidad del Shabat para la identidad judía: "Más de lo que los judíos han cuidado el Shabat, el Shabat cuidó a los judíos".
Guinsberg no era observante religioso, pero comprendió que el Shabat era la principal actividad judía que mantuvo a nuestro pueblo a lo largo de los milenios. Cuando celebras el Shabat, estás declarando que eres parte del pueblo judío.
Imagen principal: Jordana Klein
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