Ha-Motzi: La bendición para el pan – Guía paso a paso

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Las humeantes jalot te esperan.

En cada comida de Shabat, colocamos dos hogazas de pan sobre la mesa, cubiertas con un paño. Estas se llaman lejem mishne (dos panes). ¿Cuál es su significado?

Cuando Dios sacó al Pueblo Judío de Egipto, pasaron 40 años en el desierto camino a la Tierra de Israel. Su supervivencia durante este tiempo estuvo totalmente en manos del Todopoderoso. Él les proporcionó una fuente constante de agua (del pozo de Miriam) y protección (nubes de gloria y una pared de fuego). Y para comer había maná, una sustancia de tipo cristalina que caía del cielo cada día.

Los judíos simplemente tenían que recogerla y comerla, y se dice que tenía el gusto de lo que la persona deseaba. El viernes caía una porción doble de maná, por lo que no tendrían que trabajar para reunirla en Shabat. Nosotros conmemoramos este milagro bendiciendo dos hogazas de jalá en las comidas de Shabat.

De aquí es de donde venimos. Vuelve atrás suficientes generaciones, y tus ancestros y los míos estaban errando en el desierto, preparándose a sí mismos para recibir la Torá en el Monte Sinai. Y ellos estaban recibiendo la bondad de Dios cada día mientras Él proveía maná para cada persona; incluyendo la doble porción de cada Shabat.

Todo esto sucedió en el desierto, un lugar de vacío. En cada comida de Shabat nosotros también comenzamos con una sensación de vacío. No el vacío de no tener nada, si no el vacío de estar listos para recibir todo -- alimento para el sustento físico y sabiduría para la realización espiritual.

En Shabat tratamos de hacer de cada momento, cada palabra y cada pensamiento lo mejor posible -- con el fin de llenar el desierto, para ver florecer nuestro desierto personal.

¿Y adónde vamos?

Durante los seis días de la semana estamos involucrados con el mundo físico, y nuestro sentimiento de seguridad en el futuro se suele manifestar en lo físico; en cosas que son temporales.

Shabat es un día separado de lo físico (en su finalidad). Es un día vinculado a la eternidad, a la permanencia... a Dios.

Y así como tuvimos que confiar en que Dios nos sustentaría en el desierto del Sinai, hoy tenemos que aprender a confiar de nuevo. Tenemos que saber que Dios nos sostiene cada día -- y que nuestro futuro está también en sus manos.

¿Y por qué cubrimos las jalot por encima y las situamos sobre una tabla para jalot? Porque en el desierto el maná cayó con una cubierta de rocío, tanto por arriba como por debajo. El rocío era una especie de conservante, así como una protección para que la frescura permaneciera intacta, manteniendo el sabor fresco y estimulante.

Cada una de las tres comidas de Shabat es especial, cada cual con la capacidad de alcanzar algo único. Cuando hacemos Ha-motzi con el cobertor de jalá sobre las dos hogazas, nos recordamos que debemos inculcar en nuestra conciencia un sentido de asombro y frescura que el rocío de la mañana representa.

Disfruta del silencio especial que recae sobre la mesa mientras se levantan las jalot aún cubiertas, se recita la bendición, y una vez más, lo físico y lo espiritual se vuelven uno.

Guía paso a paso

Versión para imprimir de esta Bendición

1- Cada uno, después de haberse lavado las manos especialmente para comer el pan, se sienta a la mesa. Así como en el Kidush, el líder, y todos los que están en la mesa, deben tener en mente que el líder está haciendo la bendición para todos los que la oyen.

2- Si no tienes dos jalot, se pueden utilizar dos panes cualquiera que estén enteros. Por ejemplo, puedes utilizar bagels, matzá, etc.

3- Las jalot en la mesa deben estar cubiertas en la parte superior e inferior (por ejemplo, con una tabla para jalot por debajo, y un cobertor de jala por arriba).

4- El líder recoge ambas jalot, con la de abajo un poco más cerca de él. Algunos dejan el cobertor de jalot durante la bendición, mientras que otros lo quitan en este momento. La jalá inferior es rozada suavemente con el cuchillo.

5- La siguiente bendición es recitada. Al decir el nombre de Dios (Ado--nai), las jalot se elevan un poco, para enfatizar Su generosidad.

Bendición Ha-motzi para el Pan

6- Cortar (con el cuchillo o con la mano) la jalá en pedazos. Cada pieza debe ser equivalente a una rodaja entera o a un pan normal.

7- La persona que recita la bendición debe tomar un trozo primero, sumergirlo en sal, tomar un bocado, sumergir los otros pedazos en sal, y pasarlos alrededor de la mesa para que los demás coman.

8- Así como en el kidush, no hablamos hasta que tragamos un poco de pan, para que no haya interrupción entre la bendición y lo que fue bendecido.

9- Uno debe comer por lo menos el equivalente a una rebanada de pan con el fin de poder decir la Bendición Después de las Comidas.

¿Por qué untamos el pan con sal?

Tu mesa de Shabat se considera como su altar personal. Y, así como el altar del Templo en Jerusalem se utilizaba para ofrendar a Dios, así también nosotros llenamos nuestra mesa con lo mejor en honor a la presencia de Dios. Y así como las ofrendas se salaban antes de ser comidas, nosotros sumergimos nuestro pan en sal en Shabat. (La única excepción es durante las semanas entre Rosh Hashaná y la finalización de Sucot, cuando el pan es sumergido en miel, por un año nuevo dulce).

Reflexiones

Cuando estoy en la cabecera de la mesa haciendo Ha-motzi, trato de concentrarme en el agradecimiento – ya que Dios está proveyendo comida para mi y mi familia. Voy a poder comer, satisfacerme, y todo viene de Él.

* * *

Fui criado como cristiano, así que no vi la ceremonia de Ha-motzi hasta que asistí a una simjá judía siendo ya un adulto. Me pareció una manifestación física de decir "gracias". No me pareció fuera de contexto, dado que incluso un humanista secular agradece el tener comida en su mesa.

Años más tarde tuve el privilegio de estar en la mesa de viernes por la noche de un maestro mío. Hubo todo una ceremonia que condujo al Ha-motzi, con cada uno lavándose, diciendo una bendición, y quedándose en silencio hasta que las jalot fueron pasadas y comidas.

Me gustaba ese tiempo durante el proceso de preparación para Ha-motzi. Me permitía tomarme todas las cosas con seriedad.

Y cuando llegó el momento de Ha-motzi, mi maestro elevó las dos jalot aún cubiertas, cerró sus ojos, he hizo una pausa. Ese momento de concentración lo dijo todo. Esto no era algo ceremonial, esto era algo con un gran significado.

Después de mi conversión, hacer Ha-motzi en mi mesa me ayudó a conectarme realmente. Las imágenes vuelan por mi cabeza mientras pronuncio la bendición -- la mano de Dios conduciéndonos del desierto a la libertad... mi mesa de Shabat, donde tengo la libertad de vivir y expresarme como judío... La santidad de Shabat donde Dios es un proveedor total.

* * *

Cuando mi marido está haciendo Ha-motzi siempre pienso en mis invitados. ¿Cómo se sienten? Yo siempre espero que por el hecho de que hice jalá casera se sientan cómodos y acogidos, cuidados, como una muestra del hogar en sí. Así es como me hace sentir, y anhelo que cada uno sienta lo mismo.

* * *

Cuando comencé a ser observante, decidí pasar Shabat en casa con mi familia y mostrarles lo que había aprendido.

Cuando yo cantaba, ellos cantaban. Cuando me levantaba para hacer kidush, ellos se levantaban. Cuando me lavaba, ellos se lavaban. Cuando yo no hablaba, ellos no hablaban. Cuando comí jalá, ellos comieron jalá. Luego tosí, y mi hermano tosió. Me rasqué la cabeza, y mi hermano se rascó la suya...

Luego nos reímos todos juntos.

* * *

¿En qué estoy pensando cuando hago Ha-motzi? Que soy bendecido.


Adaptado del libro "Friday Night and Beyond" de Lori Palatnik (Jason Aronson Pub.).

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