4 obstáculos que te impiden llegar al matrimonio y cómo superarlos

06/03/2023

8 min de lectura

Antes de encontrar a la persona correcta, conviértete en la persona correcta.

Lori Gottlieb, atractiva, inteligente y simpática, se sorprendió cuando llegó a cumplir 40 años y todavía no estaba casada. Educada como una judía conservadora, ella siempre supuso que a esa edad ya estaría casada y tendría un par de niños.

Lori tenía una lista mental de lo que buscaba en un marido. Cuando decidió escribirla, descubrió que había 61 ítems, tales como:

  • Extremadamente gracioso
  • Curioso
  • Que ame a los niños
  • Económicamente estable
  • Romántico
  • Apasionado
  • Atlético pero no un fanático de los deportes
  • De espíritu libre pero responsable
  • Talentoso pero humilde
  • Cálido pero no dependiente
  • Que mida más de 1,78 pero menos de 1,83
  • Que tenga la cabeza llena de cabello (sería bueno ondulado y oscuro, nada de rubios)
  • Que sepa reparar cosas en la casa
  • Que esté locamente enamorado de mí

Al enfrentar el dilema de cuántos de sus requerimientos estaba dispuesta a desechar para hacer a un lado al "Sr. Perfecto" y aceptar al "Sr. Suficientemente Bueno", Lori escribió un libro llamado Marry Him: The Case for Settling for Mr. Good Enough (Cásate con él: cómo conformarse con el Sr. Suficientemente Bueno).

Lori se convirtió a sí misma en lo que ella denomina "Un conejillo de indias de las citas". Entrevistó a sociólogos, psicólogos, investigadores matrimoniales, terapeutas de pareja, casamenteros, y abogados de divorcios. En su propia vida de citas, probó las 'citas rápidas', casamenteros y asesores de citas, así como un experto que se denominaba a sí mismo "un entrenador personal para el amor", que iba a su casa todas las semanas para mostrarle cómo usar de forma más efectiva los sitios de citas en Internet. Ella intentó y luego rechazó a una empresa de casamenteros que quería cobrarle $3.500 por organizarle seis citas. Se esforzó y salió con hombres que medían menos de 1,78, que se estaban quedando calvos, e incluso con alguien que usaba un moño en vez de corbata (esto después de mucha insistencia de su coach de citas).

Al final de su libro, Lori todavía no se había casado, pero había aprendido una valiosa lección, descrita a la perfección por su amiga soltera Erica: "Él no tiene que encajar exactamente en el perfil que yo misma he creado… Puedo ser feliz y encontrar el amor si logro adaptar mi propia actitud".

Antes de encontrar a la persona correcta, conviértete en la persona correcta

Yo llamo a esto "la revolución copernicana para encontrar a tu cónyuge". Muchas personas solteras pasan años, o décadas, focalizadas en la persona que esperan encontrar. Sería mucho mejor si se colocaran a sí mismas en el centro de su sistema solar y se enfocaran en ellas mismas, cambiando sus actitudes, sus expectativas y sus rasgos de carácter.

Como acostumbro a decir: "Antes de encontrar a la persona correcta, conviértete en la persona correcta".

Buscar a un esposo/a por lo general se enfrenta como si se tratara de una "búsqueda del tesoro". El oro está en alguna parte (¡eso esperas!) y sólo es cuestión de encontrarlo. Pero la realidad es que la mayor parte del oro está profundamente oculto bajo tierra, y para poder encontrarlo, tienes que equiparte con un casco, linterna y botas, necesitas el equipo adecuado para cavar, y tienes que aprender la ciencia y la tecnología de la minería. Esto implica que tienes que invertir y trabajar en ti mismo/a antes de encontrar el oro.

Tomemos el ejemplo de buscar un trabajo. Mitch lleva seis años buscando un trabajo adecuado en el área de tecnología. Él rechazó un trabajo porque el salario inicial era demasiado bajo. Para otro puesto no lo aceptaron porque sus habilidades, aprendidas en la universidad hace diez años, ya estaban obsoletas. Otro puesto no era adecuado para él porque requería viajar mucho y a Mitch no le gusta viajar. Otro trabajo era en una pequeña empresa con sólo seis empleados y la personalidad de dos de sus posibles compañeros de trabajo, a quienes llegó a conocer, le resultaban muy molestas. Mitch sigue buscando el trabajo adecuado. Mientras tanto, al no haber trabajado durante seis años, se muere de hambre.

La mayoría le aconsejaríamos a Mitch que deje de buscar un trabajo y en cambio se dedique a analizarse a sí mismo. Él puede convertirse en una persona con más posibilidades si vuelve a estudiar para adquirir nuevas habilidades, puede ser más humilde y aceptar un salario más bajo para empezar y luego llegar a un puesto mejor. Si se esfuerza un poco y sale por un segundo de su zona de comodidad, estará dispuesto a viajar, y si trabaja sobre sí mismo, podrá llevarse bien con una amplia gama de personalidades.

Si mañana no serás una persona mejor de lo que eres hoy, ¿para qué necesitas un mañana?

Trabajar sobre uno mismo es el antídoto no sólo para las personas solteras; es la razón por la cual las almas bajan a este mundo. Esto se aplica a todos, tanto solteros como casados. Como dijo Rabí Najman de Breslov: "Si mañana no serás una persona mejor de lo que eres hoy, ¿para qué necesitas un mañana?".

Obstáculo #1: La lista

El primer gran obstáculo para llegar a la jupá es la lista de requerimientos que tienes para un potencial cónyuge. Lori Gottlieb no admitió abiertamente tener una lista, hasta que una amiga casada le insistió que la tenía, incluso si sólo estaba en su cabeza. Cuando finalmente Lori accedió a escribirla, "me llevó tres minutos dar una descripción detallada de mi esposo ideal. Incluso si nunca había escrito una lista al respecto, claramente la tenía en un archivo mental". ¡Y esa lista constaba de 61 requerimientos!

De acuerdo con el Talmud, 40 días antes del nacimiento, una voz celestial anuncia con quién está destinada a casarse esa alma, lo que se conoce como bashert o 'alma gemela'. El problema es que nadie sabe en qué empaque aparecerá su bashert. Puede ser mas alto o más bajo, menos intelectual o más fanático de los deportes de lo que uno querría. Puede ser mayor o más joven, más peculiar o menos divertido de lo que imaginabas. En algún momento te encontrarás con tu bashert, pero puedes rechazarlo debido al empaque.

Yo recomiendo deshacerse de las listas y en cambio tener en cuenta cinco criterios. Asumiendo que la persona que conoces no muestre 'banderas rojas de advertencia' en áreas de abuso o adicción (o trastornos mentales, lo cual requiere aún más investigación), si tu potencial pareja cumple con estos cinco criterios, será una buena pareja.

El primer criterio es que tenga buenas cualidades de carácter. Esto es lo más importante que se debe buscar en una pareja. Un mes, un año y 50 años después de la boda, eso es con lo que vivirás: las cualidades de carácter de tu pareja.

Aunque no soy una casamentera profesional, a menudo vienen a verme hombres solteros porque conozco a muchas mujeres solteras. Yo les pregunto qué es lo que buscan. Si él comienza su lista con "delgada y bonita", me dan ganas de mostrarle el camino a la puerta de salida. Mi esposo sugiere que a esas personas debo decirles: "Conozco una mujer que puede ser perfecta para ti. Ella es delgada y muy bonita, También es egoísta, egocéntrica e hipercrítica. ¿Quieres una cita con ella?".

Estos son los 5 criterios:

  • Buenas cualidades de carácter: bondadoso/a, considerado/a, honesto/a, no arrogante, y que no menosprecie rutinariamente a individuos o grupos
  • Orientado al crecimiento
  • Que disfruten pasar tiempo juntos
  • Nivel religioso similar (pero no necesariamente idéntico)
  • Que tenga la capacidad de planear y ganarse la vida (no necesitas multimillonarios)

Obstáculo #2: La evaluación objetiva

Digamos que tienes citas con un hombre que cumple con estos cinco criterios, pero se ve descuidado y es poco ambicioso. O sales con una mujer que tiene buenos rasgos de carácter y cuya compañía disfrutas, pero es olvidadiza y siempre llega tarde. Aquí es donde trabajar sobre uno mismo puede marcar la diferencia entre casarse y permanecer soltero.

La habilidad más importante de adquirir en la vida es enfocarse en lo positivo. En hebreo se llama hakarat hatov, 'reconocer el bien', lo cual por lo general se traduce como "gratitud". En la psicología positiva, cientos de estudios han demostrado que la gratitud es la clave de la felicidad, de un sistema inmune fuerte y de la armonía matrimonial.

La mayoría de las personas va a las citas asumiendo el rol de evaluador: "Tiene esta buena cualidad, pero no me gusta esto…" "Es fuerte en A,B y C, pero es muy débil en D, E y F",

D, E y F se convierten en obstáculos para la jupá. Aunque todo el mundo entiende que se casará con una persona con defectos, mientras más uno se enfoca en los defectos, más se aleja el matrimonio.

La forma de sobrepasar este obstáculo es aprender la habilidad de enfocarse en lo positivo. Es una destreza, como jugar al tenis, que puede aprenderse. Uno adquiere esta destreza al llevar un diario de gratitud. Cada día, enumera cinco cosas por las que estás agradecido, y que nunca antes hayas mencionado.

Luego, tanto antes como después de la boda, enfócate en lo positivo más que en lo negativo. Estás feliz de casarte con un hombre que es bondadoso, honesto y generoso. Que sea desordenado y carezca de ambición ni siquiera entra en tu campo visual.

Conozco una mujer de 30 años que llevaba nueve años en citas, y finalmente me comunicó la buena noticia de que estaba comprometida con un "hombre maravilloso". Un año más tarde, participó en uno de mis talleres y cuando conversé con ella en privado, me dijo cuán feliz estaba de estar casada con un hombre tan bueno y afectuoso. Sólo posteriormente en la conversación, mencionó que él tiene TDAH y que había perdido tres trabajos en el último año. Ahora ella estaba embarazada y tenían que resolver el problema de cómo pagar el seguro médico cuando ella dejara de trabajar. Su actitud me maravilló. Sus problemas económicos, que hubieran podido dominar su campo de visión, eran una pequeña mancha negra en el lienzo de su vida. Ella había aprendido el secreto de la felicidad y de la armonía matrimonial.

Obstáculo #3: La fantasía

Todos los que tienen más de 20 años crecieron con las fantasías de "...y fueron felices para siempre". No importa cuán sensible y realista seas, la esperanza de una vida sin problemas probablemente persiste en lo más profundo de tu corazón. Por eso, incluso si realmente te agrada la mujer con la que estás saliendo, el hecho de que sus padres sean difíciles, y que probablemente vayan a crear problemas en el futuro, puede asustarte. Incluso si el hombre con el que sales es maravilloso, su poco potencial de crecimiento económico, lo cual puede provocar que tú y tus hijos vivan económicamente limitados, puede poner fin a la pareja. ¿Por qué comprometerse a una vida que probablemente traerá problemas?

La respuesta es: Todas las vidas tienen problemas. Dios, Quien creó el mundo, lo hizo de esta forma porque sólo al enfrentar y superar los desafíos la persona puede crecer espiritualmente, y de esta manera cumplir su propósito en este mundo.

El Midrash dice: "Dios tiene muchos osos y leones". Esto implica que si no tienes dificultades económicas, puedes tener dificultades de salud. Si tus suegros no te generan problemas, pueden hacerlo tus vecinos. Problemas de infertilidad, un accidente extraño, una recesión económica, un huracán o un jefe tiránico pueden plantear serios desafíos a la vida tranquila que anhelas pero que no existe.

En el judaísmo, no pedimos que nos pongan a prueba o nos envíen desafíos, pero tampoco nos desviamos de nuestro camino en la vida para evitarlos. Los problemas en la vida son inevitables. Enfréntalos con valentía y optimismo.

Obstáculo #4: El problema de imagen personal

Un gran obstáculo en el camino hacia la jupá es una imagen personal demasiado grande o demasiado pequeña, demasiado inflada o demasiado desinflada.

Si tu ego es demasiado grande, puedes pensar: "¿Cómo puedo casarme con él? Yo tengo una maestría y él solo se graduó de una escuela comunitaria". O: "¿Cómo puedo casarme con un hombre que gana la mitad de mi sueldo?". O: "Con una tasa de divorcio del 50%, ¿cómo es posible que yo logre mantener su interés?".

Una imagen personal sana es indispensable para casarse y permanecer casado. La verdadera autoestima tiene tres componentes:

  1. Saber que tu identidad esencial es que eres un alma Divina, siempre perfecta y siempre pura, conectada a Dios y amada por Dios.
  2. Un examen diario de tus actos, donde validas lo bueno que haces y vuelves en teshuvá por tus actos erróneos, en una proporción de 'cuatro a uno'.
  3. El compromiso de trabajar continuamente sobre ti mismo (a través de clases de ética judía, programas de crecimiento personal, o un grupo de autoayuda), por lo que incluso si no eres perfecto, te ves a ti mismo como una "obra en proceso" o "una obra maestra todavía no concluida".

El examen diario de tus actos es especialmente importante para mantener el equilibrio entre una imagen personal demasiado exagerada o demasiado pequeña. Como dice la Rebetzin Tzipora Heller: "Si quieres saber quién eres, mira lo que haces". Puedes pensar que eres la persona más generosa del mundo, pero cuando examinas tus actos… ¿Qué fue lo que en verdad hiciste hoy que fue generoso? O puedes considerarte un don nadie, pero cuando te validas por cuatro buenos actos que hiciste en el día, tienes que admitir que eres mejor de lo que pensabas.

Volverse la persona correcta es todavía más difícil que encontrar a la persona correcta. Pero lo importante es que no importa cuánto tiempo te lleve casarte, siempre vivirás con una persona verdaderamente grandiosa: tú mismo.

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