La increíble historia del jugador de la NBA que fue cancelado por decir un insulto antisemita

20/03/2023

9 min de lectura

El inspirador camino de Meyers Leonard hacia el perdón y la redención. Una entrevista exclusiva con AishLatino.

Meyers Leonard jugó casi 400 partidos desde que fue reclutado por los Portland Trail Blazers en el 2012. La carrera promedio en la NBA dura 3,75 años, pero este amado gigante de 2,10 m de altura está comenzando su décima temporada. Si conversas cinco minutos con él, nunca te imaginarías que fue "cancelado" en una etapa de su carrera por gritar un insulto antisemita.

Después de sufrir una lesión, Meyers pasó su tiempo de recuperación jugando un videojuego en línea llamado "Call of Duty: Warzone". Mientras transmitía en vivo por Twitch a cientos de fanáticos, Meyers tuvo uno de esos momentos de frustración que hacen que los jugadores exploten de ira. Él le gritó a su oponente: "Maldito judío cobarde…". Más tarde esa noche él se fue a dormir sin siquiera pensar que había cometido una ofensa inusual. Al día siguiente, el incidente explotó en Internet.

Ese insulto lleno de rabia cambió su vida para siempre.

Meyers nunca inventó excusas por lo que dijo. Otros en la misma situación hubieran podido minimizar o racionalizar su acto, pero Meyers estaba decidido a hacer lo correcto. Esto llevó a un camino de dos años de arrepentimiento, educación y acercamiento. La travesía de Meyers fue mucho más profunda que simplemente pedir perdón. El desagradable incidente salvó el matrimonio e incluso la vida de Meyers (no, no estoy exagerando).

Las consecuencias de un error momentáneo

Entrenando fuera de la temporada de la NBA en la secundaria Shalhevet.

Durante el incidente, Meyers había estado jugando durante dos años para el Miami Heat. Luego del incidente, la NBA le puso una multa de $50.000 y lo suspendieron por una semana. Fue condenado por los Heat, la NBA, la Liga Antidifamación y legiones de fanáticos del básquet. Poco después, los Heat lo vendieron a Oklahoma City Thunder, pero nunca jugó ni un partido para ellos. Ese insulto lleno de rabia cambió su vida para siempre.

"No podía creer que había cometido un error tan ignorante. La verdad es que no tengo ni una célula de odio o antisemitismo en mi cuerpo". Meyers creció en Robinson, Illinois, una ciudad de poco más de 7.000 habitantes. Es una ciudad remota, de trabajadores, no muy diversa. "Mi esposa dice que camino por el mundo con gafas de Disney". Esto significa no sólo que Meyers ignoraba el significado del insulto, sino que él confía mucho en las personas y siempre busca lo bueno en ellas. Nunca soñó que lo que dijo tendría un impacto real tan fuerte en el mundo.

De inmediato quiso hacerse responsable de su error y corregirlo, ¿pero por dónde debía comenzar? Meyers tiene un amigo cercano que es el director ejecutivo de Hiltzik Strategies, una empresa consultora de gestión de crisis, el primer lugar al que se debe acudir cuando alguien tiene una pesadilla en relaciones públicas. Pero Meyers no fue a Hiltzik. No se trataba de arreglar el daño provocado a su imagen pública. Se trataba de reparar el daño. Desde el primer día, supo que tenía que hacerlo de la forma adecuada.

Además de las condenas, Meyers y su esposa fueron bombardeados con mensajes brutales y aterradoras amenazas de muerte. Pero en medio de esa reacción virulenta hubo un mensaje que se destacó. Antes del incidente, Meyers tenía una relación con uno de sus admiradores, el ex rabino Shuly Eizicovics. Los dos se habían hecho amigos a través de un compañero de equipo de Meyers y él regularmente le daba a Shuly y a su hijo entradas para los partidos.

Meyers Leonard con Rav Penny en su casa en Los Ángeles en noviembre del 2022.

"Shuly y su hijo siempre fueron muy buenos conmigo. Siempre me alegraba verlos y conversar con ellos sobre básquet y sobre la vida. Shuly me llamó la misma noche que todo estalló en Internet. Él me dijo: 'Sé que la comunidad judía te perdonará cuando vean tu corazón'. Al día siguiente, él me conectó con Rav Pinny Andrusier, de Jabad en Southwest Broward".

Una noche eterna

Meyers no sólo visitó a Rav Pinny, sino que pasó con ellos Shabat. Al llegar solo, Meyers estaba aterrorizado por cómo lo recibiría la comunidad judía. ¿Enfrentaría ira y odio? ¿Usarían sus palabras como un arma en su contra?

Aprendí que todos necesitamos una cena de Shabat en nuestras vidas. Apagar los teléfonos, comunicarnos, estar presentes en el momento.

Meyers encontró exactamente lo contrario. En Jabad de Southwest Broward le dieron la bienvenida las familias, los niños y los sobrevivientes del Holocausto. "Vi cuán abiertos y afectuosos eran, y la conversación que mantenían. Sin teléfonos. Buena comida. Son personas con mucho amor para dar. Recuerdo cuando salí de la casa… estuve allí hasta las 12:45 am y fue lo más puro y conmovedor que experimenté en mi vida. Aprendí que todos necesitamos una cena de Shabat en nuestras vidas. Apagar los teléfonos, comunicarnos, estar presentes en el momento".

Para Rav Pinny era obvio que el exabrupto de Meyers surgió de un lugar de ignorancia, no de odio. Él le dijo a Meyers: "Yo ya sé que tienes un bello corazón. Un día entenderás que esto no te ocurrió a ti, sino que fue para ti".

Afuera del departamento de un sobreviviente con Rav Pinny y otros, distribuyendo comida para Pésaj.

Meyers se conectó con muchas comunidades judías. Pasó una semana dirigiendo un campamento de básquetbol en la comunidad de Miami Beach, y también hizo un campamento de un día en la sinagoga de Boca Ratón. Sus ojos se llenaron de lágrimas en el Monumento al Holocausto en Miami Beach, al oír de primera mano las conmovedoras historias de los sobrevivientes. Él mantuvo múltiples conferencias por Zoom con organizaciones como Hillel y la Liga Antidifamación, escuchando las historias de antisemitismo que afectan a los jóvenes judíos en la actualidad. Él financió y trabajó personalmente en eventos de caridad y repartos de alimentos para Pésaj.

Estas son sólo unas pocas de las muchas interacciones que mantuvo en su afán por educarse a lo largo de dos años, y todo lo hizo de forma privada, lejos del resplandor de la publicidad.

Meyers con la familia Goldberg en Boca Ratón

Rav Efrem Goldberg, de la sinagoga de Boca Ratón, cambió profundamente la perspectiva de Meyers. Él le dijo: "Tienes una gran oportunidad… Cuando alguien como tú está dispuesto a ser un aliado y un defensor, y está dispuesto a usar su plataforma para hablar sobre el odio, eso es sumamente poderoso. Y necesito que tú lo sepas".

Meyers comprendió que su travesía buscando la redención no podía terminar cuando se acabaran las reacciones negativas. "Para mí, esto es algo para toda la vida".

Pero entonces Rav Goldberg le dijo algo que colocó a Meyers en un camino de sanación que hasta ese momento no sabía que necesitaba: "Nunca podrás ser completamente tú hasta que estés dispuesto a perdonarte a ti mismo por lo ocurrido". En ese momento, Meyers no supo cómo hacerlo ni entendió por qué lo necesitaba.

Cuando sanar a otros te sana a ti mismo

Meyers estaba aprendiendo cada vez más sobre el dolor y el miedo de la comunidad judía. Aunque él nunca se consideró a sí mismo una víctima de la "cultura de cancelación" (que infló una expresión de enojo fuera de toda proporción), la reacción negativa lo afectó considerablemente. En primera instancia no comprendió que la experiencia estaba volviendo a abrir heridas de un profundo trauma infantil.

"Mi padre falleció cuando yo era muy pequeño, cuando tenía sólo seis años. Y siempre busqué el amor de otras personas porque durante mucho tiempo me sentí muy vacío".

Meyers y Elle retornan a la Universidad de Illinois para los partidos de basquet y para hablar en Jabad en el campus.

Poco después de firmar su primer contacto para unirse a la NBA, Meyers pensó que finalmente sentiría el amor y la euforia del éxito que creía que necesitaba. Pero entonces sufrió una ansiedad severa. "Al comienzo de mi carrera en la NBA, realmente entré en un lugar oscuro de depresión. Cada vez que entraba a la cancha en Portland, sentía que tenía miles de ladrillos sobre mi pecho. No entendía por qué, pero nunca se lo conté a nadie. Prácticamente cada vez que estaba solo en mi auto, lloraba. Después me calmaba me recuperaba y salía como si fuera Superman".

Aunque se había acercado a la comunidad judía y estaba tratando de arreglar las cosas, sus luchas emocionales se volvían más intensas y frecuentes. Esto empezaba a interferir en su entrenamiento y en su matrimonio. La violenta reacción ante el incidente fue "como echar gasolina al trauma". Sólo cuando sintió que todo el mundo lo odiaba estuvo dispuesto a admitir que necesitaba ayuda.

Meyers conoce al primer sobreviviente del Holocausto en un evento de Pésaj que él patrocinó.

Meyers nunca temió trabajar duro en su carrera o para ayudar a otros. Pero, ¿sería capaz de hacer el trabajo personal que exigía la terapia? La terapia EMDR lo obligó a enfrentar los demonios de su pasado. Meyers trabajó para adquirir la capacidad de perdonar y amarse a sí mismo de una manera que no sabía que era posible.

A partir de esos esfuerzos, los ataques de pánico no sólo se volvieron menos severos, sino que Meyers aprendió a superarlos por sí mismo. Hoy en día ya no busca escaparse de sus sentimientos a través de videojuegos, sino que está más cerca que nunca de su esposa, su hijo y sus amigos. Si tiene tiempo libre, lo pasa tocando guitarra. Si Meyers nunca se hubiera visto obligado a enfrentar su trauma, las presiones de la familia, la paternidad y la NBA probablemente lo hubieran conducido a un desastre. Ahora Meyers comprende la sabiduría del comentario de Rav Pinny: "Esto no te ocurrió a ti, sino que fue para ti".

Ignorar el poder de las palabras

El discurso de odio prevalece en los foros de Internet y en los juegos en línea. Las "charlas de vestuario" y las bromas en el bar después de unas cuantas cervezas probablemente producen un lenguaje que nadie quisiera que quedara grabado. La mayoría de esos comentarios no están realmente motivados por el odio, sino que son comportamientos aprendidos y emulados. Es probable que así sea como Meyers se encontró diciendo sin pensar un insulto racial. Pero esa ignorancia no excusa ni justifica el comportamiento.

Meyers en su campamento para niños en la sinagoga de Boca Ratón, regala una zapatilla autografiada mientras habla con las familias.

Ahora, cuando Meyers escucha esas expresiones irreflexivas, toma una postura. "Si escucho que alguien usa una de esas expresiones, lo paro de inmediato y le digo: 'Mira, no soy tu papá… pero créeme. Las palabras son poderosas y lastiman a las personas. Esto no es divertido. No es una broma'".

Antes del incidente con el videojuego, Meyers no tenía confianza para dar un paso al frente y ser la persona que sabía que debía ser. La personalidad de Superman era sólo una máscara. Pero con el trabajo que hizo en terapia, las personas que conoció, las relaciones que construyó, y el trauma que logró superar, finalmente es capaz de utilizar su plataforma para ayudar a luchar contra la ignorancia de millones de personas. Esa personalidad ya no es una máscara.

El Talmud enseña que la teshuvá, el arrepentimiento genuino, transforma la transgresión en un mérito. El error te impulsa a convertirte en una persona mejor. Meyers Leonard ha llegado a ese nivel de arrepentimiento.

Perdón y bienvenida

Meyers acaba de firmar un contrato para toda la temporada con los Milwaukee Bucks. En marzo jugó su primer partido en dos años. Y casi como si hubiera estado dirigido por una mano Divina (en las palabras de Meyers), jugó contra los Miami Heat. A pesar de que había trabajado mucho y ganó una nueva confianza, seguía aterrorizado por lo que sus compañeros de equipo (antiguos y actuales), sus fanáticos y el público en general pensarían de él. Pero una carta abierta alivió gran parte de esa ansiedad y le aseguró que todo iba a estar bien.

Una carta abierta a los Milwaukee Bucks y a Meyers Leonard:

Mi nombre es Moishe Steigman, soy nativo de Milwaukee y actualmente vivo en Milwaukee. Soy judío, soy rabino, y un apasionado por los deportes. Escuché la noticia de que los Milwauckee Bucks acaban de firmar un contrato con Meyers Leonard, y simplemente quiero decirles muchas gracias. Gracias a los Milwaukee Bucks por contratar a Meyers, y gracias a ti, Meyers, por todo lo que has dicho y hecho en los últimos dos años.

Todos hemos escuchado sobre el comentario antisemita de Meyers hace un par de años, sus supensión de los Miami Heat, y que desde entonces no ha jugado en la NBA. Lo que espero que todos hayamos escuchado todavía con más fuerza es todo lo que él ha hecho para aprender a partir de lo que dijo, para construir puentes significativos con la comunidad judía, y sus esfuerzos para asegurar que ahora y en el futuro tomará decisiones diferentes.

De hecho, la mejor manera de evaluar el carácter de una persona es a partir de cómo creció, no de un error cometido años atrás. Con este parámetro, Meyer genuinamente es un modelo a seguir.

El judaísmo enseña sobre el profundo valor del proceso de teshuvá, 'arrepentimiento', algo fundamental durante las Altas Fiestas. Meyers es el epitome de este proceso, mostrándonos lo que es la verdadera teshuvá no sólo a los judíos, sino a todo el mundo, para que podamos aprender, crecer, y convertirnos en verdaderos enemigos del odio.

Por lo tanto, quiero agradecerte Meyers por todo lo que has hecho y agradezco a los Milwaukee Bucks por contratarte. Todos merecen la oportunidad de aprender, crecer y brillar, y agradezco a los Milwaukee Bucks por ofrecerte esa oportunidad.

¡Bienvenido a Milwaukee!

Haz clic aquí para comentar sobre este artículo
guest
0 Comments
Comentarios en línea
Ver todos los comentarios
EXPLORA
ESTUDIA
MÁS
Explora
Estudia
Más
Contacto
Lenguajes
Menu
Donar
Únete a nuestro newsletter
Redes sociales
.