¿Sólo la Torá es sagrada o el Talmud también?

27/02/2023

6 min de lectura

Mis padres creen que sólo la Torá misma es sagrada y que el Talmud y la Torá Oral se desarrollaron mucho más tarde. Piensan que se trata del intento de rabinos autoproclamados de interpretar las Escrituras, pero no es la Torá misma.

Mis padres creen que sólo la Torá misma es sagrada y que el Talmud y la Torá Oral se desarrollaron mucho más tarde. Piensan que se trata del intento de rabinos autoproclamados de interpretar las Escrituras, pero no es la Torá misma. Mis padres consideran que la Ley Oral se fue desarrollando lentamente a lo largo de los años, agregando capa tras capa sobre la Torá misma. Ellos piensan que lo que realmente debemos cumplir es la palabra de Dios y no las interpretaciones que inventaron los rabinos. Estoy un poco confundido sobre este tema y me gustaría saber su opinión. ¿Hay alguna forma de saber si la forma en que piensan mis padres es o no correcta?

El Rabino de Aish responde

Gracias por presentar este tema tan importante. Voy a escribir de forma directa que nuestra creencia es muy diferente a la de tus padres. Ya lo hemos discutido en otra parte. Ahora escribiré un breve resumen de la perspectiva tradicional y luego agregaré algunas razones por las que creemos que es la explicación más plausible.

La perspectiva tradicional es que en el Monte Sinaí Dios entregó tanto la Torá como la Ley Oral. La Torá escrita consiste de leyes y principios sumamente amplios e inspiradores, pero deja afuera prácticamente todos los detalles de lo que realmente Dios quiere de nosotros. Ella nos provee directivas nobles, tales como "Temer a Dios, servirle y apegarse a Él" (Deuteronomio 6:13); "Santos serán porque Yo soy Santo" (Levítico 19:2); "Recuerda el día de Shabat para santificarlo" (Éxodo 20:6) y "Los atarás como señal sobre tu brazo y sobre tu frente entre tus ojos" (Deuteronomio 6:8). Claramente, hacen falta más detalles para poder saber qué es realmente lo que Dios espera de nosotros. Debían recibir algunas explicaciones orales junto con lo escrito.

Un ejemplo de esto es el proceso de sacrificio de un animal. La Torá nos dice: "Debes degollar a tu ganado… tal como Yo te he ordenado" (Deuteronomio 12:21). Moshé menciona que él nos instruyó cómo degollar a los animales, pero en la Torá no hay ningún versículo que hable de esto. Esto es una alusión clara a un cuerpo de conocimiento oral que existió junto con la Torá escrita.

Por lo tanto, no cabe lugar a duda de que hubo una explicación oral que acompañó a la Torá escrita. La pregunta que queda es: ¿Esto es más o menos el Talmud tal como lo conocemos? ¿Quizás la Ley Oral que existió antes era muy diferente y fue olvidada, y el Talmud que surgió sólo muchos siglos más tarde básicamente es una invención rabínica? Alternativamente, ¿tal vez la ley oral original era muy simple y directa, y los Rabinos luego crearon capa tras capa de sus propias interpretaciones, haciendo que una religión simple y pura fuera extremadamente detallada y pesada?

Pero ambas premisas son muy difíciles por dos razones. En primer lugar, el Talmud es el máximo documento de revisión de pares. No es la obra de uno ni de unos pocos Rabinos en un breve período de tiempo. Fue desarrollado por cientos de los más grandes Rabinos a lo largo de muchos siglos. Allí se registran las opiniones de Rabinos desde alrededor del siglo III AEC hasta el siglo V EC. Se debaten muchos temas grandes y pequeños, con muchos versículos que se refieren a posturas previas, por lo que es inconcebible que haya alguna gran conspiración para inventar un nuevo canon. Ningún Rabino hubiera podido agregar o cambiar algo que los demás supieran que no era legítimo. Si un solo Rabino hubiera sugerido alguna vez algo fuera de lo ordinario o sospechosamente novedoso, otros veinte Rabinos habrían saltado de inmediato manifestando su desacuerdo. (Cualquiera que haya estudiado alguna vez el Talmud, aunque sea de forma mínima o superficial, sabe cuán exacta es esta descripción).

Además, a pesar de las muchas discusiones, la vasta mayoría de las leyes de la Torá son indisputables. Por lo general, los debates son sobre detalles pequeños, leyes poco frecuentes, extensiones rabínicas y fuentes precisas. A menudo los Rabinos están de acuerdo con cierta conclusión, por ejemplo que "no cocinarás al hijo en la leche de la madre" no debe tomarse literalmente, sino que simplemente están debatiendo cómo puede derivarse esto de los versículos relevantes. En tales casos, todos los Rabinos están de acuerdo respecto a la veracidad de una ley que probablemente fue transmitida como parte de la Torá Oral. Ellos sólo debaten cómo podemos probar la ley a partir de las palabras mismas de la Torá.

Una segunda razón por la que es difícil imaginar que la Ley Oral haya sido un invento posterior, es porque la ley fue observada desde que fue entregada en el Sinaí. La gente supo cómo se veían los tefilín porque cada hombre los usó desde la época de Moshé. Si los tefilín no se hubieran visto tal como los conocemos actualmente, sino que un Rabino llegó posteriormente y trató de introducir unas cajas negras graciosas con tiras de cuero, insistiendo que eso era lo que la Torá quería que usáramos, todos se hubieran reído. Toda la nación sabía cómo se veían los tefilín (o si era un objeto literal que debía vestirse). Es inconcebible que un Rabino imaginativo pudiera lograr que toda una nación creyera esa salvaje nueva idea si nadie había usado tefilín hasta ese momento.

En este sentido, es interesante señalar que hubo (y en una pequeña medida todavía hay) grupos que han aceptado la Torá escrita pero no la Ley Oral, tal como los saduceos de la antigüedad y los caraítas de la actualidad. El Talmud registra varios debates famosos entre los antiguos fariseos y los saduceos, y hay algo muy significativo respecto a ellos. Sin excepción, ellos se relacionan con las leyes en que la Torá escrita parece decir lo opuesto de nuestra tradición oral, tal como si la cuenta del Ómer comienza el día después de Pésaj o el día después de Shabat (ver Levítico 23:15 y Talmud Menajot 65a).

Por lo tanto, parece muy claro que en contra del entendimiento común, los saduceos no rechazaron toda la Torá Oral. Ellos sólo se negaron a aceptarla cuando parece contradecir la Ley Escrita. Pero, por ejemplo, nunca vemos que debatan si se debe usar tefilín. Obviamente había algún significado en los imprecisos versículos que nos ordenan atarnos algo en los brazos y la cabeza. Incluso aquellos que cuestionaron la tradición oral no tenían una explicación mejor para los tefilín, así como no tenían ninguna duda sobre el significado de la gran mayoría de las leyes de la Torá (como oí decir a Rav Iojanan Zweig).

Es interesante que en la guenizá del Cairo se encontraron algunos tefilín con cajas cilíndricas. (La guenizá del Cairo es el ático de una antigua sinagoga en Fustar donde se guardan antiguos escritos religiosos (y seculares) y artefactos de santidad desde hace muchos siglos). Alguien sugirió que eso es lo que usaban los caraítas de la época, porque ellos insistían en hacer las cosas de forma diferente que los Rabinos. Esto implicaría que en generaciones pasadas los caraítas sí usaban tefilín, porque… ¿qué más podría significar el versículo de Deuteronomio 6:8 y tantos otros versículos? Sin embargo, los hicieron ligeramente diferentes a la tradición transmitida oralmente que decía que debían ser cuadrados, para demostrar que ellos no estaban conectados con las tradiciones rabínicas.

En este mismo sentido, es sabido que en la antigüedad hubo judíos (los saduceos y su equivalente) que literalmente colocaban su tefilín de la cabeza entre los ojos, tal como declaran Éxodo 13:9 y otros versículos. Así también la Mishná (Meguilá 4:8) dice que si una persona se pone su tefilín de la cabeza sobre la frente o el tefilín del brazo sobre la palma de su mano, "ese es el camino de los herejes". (De hecho, eso implica mostrar que a partir de la Torá misma la frase "entre los ojos" de hecho alude a la parte frontal de la cabeza, como en Deuteronomio 14:1: "…No harán una parte calva entre sus ojos por un muerto").

Basándonos en todo esto, parece claro que no hubo ningún debate serio respecto a que hubo alguna clase de Torá Oral que clarificó el significado de lo que estaba escrito. De hecho, los saduceos y los caraítas de la antigüedad (así como los cuteos, o cutitas, samaritanos), parecen haber observado gran parte de la Ley Oral como el resto del pueblo judío, negándose únicamente a aceptar leyes específicas en las que la Ley Oral y la Ley Escrita parecen contradecirse.

Por supuesto, como cualquier cuerpo de ley vivo, la Torá creció y se desarrolló mientras era observada, con el surgimiento de nuevas preguntas y a medida que se fueron agregando nuevas vallas rabínicas. Pero esto es algo esperable en una sociedad pujante que toma seriamente las leyes y las prácticas. Es fácil estudiar hoy la Mishná y ver que la observancia judía se ha mantenido en esencia sin cambios durante los últimos 2.000 años. En mi opinión, es una locura argumentar que los primeros 1.200 años fueron drásticamente diferentes.

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