¿Acaso las vidas judías importan?

05/11/2023

4 min de lectura

¿Dónde nacerá un movimiento para defender las vidas judías cuando crecen las amenazas explícitas a las vidas de judíos inocentes?

A comienzos del siglo XX , las universidades de Estados Unidos, incluyendo universidades de elite, impusieron una "cuota judía", negando la entrada a muchos aplicantes calificados simplemente porque eran judíos. Por ejemplo, A. Lawrence Lowell, presidente de la universidad de Harvard desde 1909 hasta 1933, definió el crecimiento de la cantidad de estudiantes judíos en Harvard como "el problema judío", y aseguró que el incremento de la cantidad de estudiantes judíos en Harvard "arruinaría la universidad". Él propuso reducir la cantidad de estudiantes judíos de Harvard imponiendo requerimientos superiores para admitir a los miembros de "la raza hebrea".

Si bien 100 años después los judíos son admitidos en los campos universitarios, hoy, en muchos casos, no son bienvenidos y simplemente no están seguros allí. La semana pasada, estudiantes judíos tuvieron que encerrarse en la biblioteca de Cooper Union mientras otros estudiantes cantaban afuera "Palestina libre" y sostenían pancartas mientras golpeaban las ventanas de vidrio agresiva y amenazadoramente.

Hace unos pocos días, declaraciones amenazantes sobre los judíos en una discusión en línea de la universidad Cornell llevó a que los directivos enviaran a la policía a montar guardia en un centro judío y salón kósher, y los estudiantes judíos se escondieron en sus habitaciones. Los estudiantes judíos de la Universidad de Columbia dijeron en una conferencia de prensa que en las últimas semanas fueron sujetos a una serie de incidentes antisemitas, incluyendo amenazas de muerte.

Estas historias y otros incontables relatos, inimaginables e impensables hace sólo un mes atrás, ahora se están volviendo la norma, no la excepción, en las universidades. Sorprendentemente, muchos de los estudiantes llenos de odio ahora se sienten envalentonados e incluso abiertamente alentados por profesores que los respaldan y suscriben a la misma ideología de odio, y que adjuntan sus nombres y sus respetadas credenciales a cartas que culpan a Israel por lo ocurrido el 7 de octubre y/o apoyan abiertamente a Hamás. Si bien hubo reacciones de disgusto y declaraciones de apoyo desde la Casa Blanca, de muchos líderes electos y otros aliados, la indignación o los movimientos masivos que vimos surgir para enfrentar otras formas de odio e intolerancia brillan por su ausencia.

Los judíos no son paranoicos

Para valorar cuán relativamente silenciosa fue la reacción, consideremos la reacción apropiada si a los estudiantes negros les dijeran que el centro de estudiantes negros está cerrado porque no se los puede proteger de los racistas que amenazan a los estudiantes negros y que todos ellos deben esconderse en sus dormitorios. Imaginen que los estudiantes musulmanes o LGBTQ tuvieran que encerrarse en la biblioteca de la universidad porque se burlan de ellos y los amenazan.

Los campos universitarios no son el único lugar en los que el antisemitismo se ha incrementado. Reuters informó que en Los Ángeles, un hombre gritando "maten a los judíos", intentó entrar a la casa de una familia. En Londres, a las niñas que jugaban en una plaza les dijeron que eran "judías apestosas" y que debían mantenerse lejos del tobogán. En China, proliferan en las redes sociales publicaciones que comparan a los judíos con parásitos, vampiros o serpientes, lo que atrae miles de reacciones de apoyo. En países en los que hay cifras disponibles, como en los Estados Unidos, desde el 7 de octubre los incidentes antisemitas se han incrementado en un asombroso 400% en comparación con el mismo período el año pasado.

Jim Gaffigan publicó: "¿Acaso nadie más siente la necesidad de llamar a todos sus amigos judíos y decirles: 'Bueno, en verdad no eran paranoicos'?". Gaffigan es un popular comediante, pero su observación no es ningún chiste.

¿Dónde está la indignación?

¿Dónde está la indignación generalizada? ¿Dónde está naciendo un movimiento en defensa de las vidas judías mientras aumentan las amenazas viles y explícitas contra vidas judías inocentes? ¿Dónde están las demandas para que se quiten los fondos a las universidades? ¿Dónde están los llamados para cancelar a los antisemitas y a los simpatizantes de Hamás?

Quisiéramos creer que la abrumadora mayoría de las personas dentro y fuera de los campos universitarios, en todo el mundo, son decentes y morales, que se sienten perturbadas por lo que ocurrió en Israel y sus efectos por todos lados. Pero sentirse perturbados no es suficiente. Permanecer al margen con los brazos cruzados es inaceptable. Como dijo elocuentemente Shai Davidai, un profesor de Columbia cuyo apasionado discurso respecto a que las universidades no son lugares seguros para los estudiantes judíos, recientemente se volvió viral: "Para la mayoría silenciosa: Pienso que tenemos que hablar sobre su silencio".

Todos necesitamos que las personas buenas hablen, actúen, enfrenten el antisemitismo y a los antisemitas y que sean intolerantes con lo intolerable. Necesitamos un movimiento #lasvidasjudíasimportan, una campaña general para enfrentar al antisemitismo y proteger a los judíos en todas partes.

El silencio alienta al torturador, nunca al atormentado.

Elie Wiesel dijo: "Debemos tomar partido. La neutralidad ayuda al opresor, nunca a la víctima. El silencio alienta al torturador, nunca al atormentado. A veces debemos interferir. Cuando las vidas humanas corren peligro, cuando la dignidad humana corre riesgo, las fronteras y las sensibilidades nacionales se vuelven irrelevantes. Dondequiera que haya hombres y mujeres perseguidos por su raza, por su religión o por sus opiniones políticas, ese lugar debe convertirse, en ese momento, en el centro del universo".

En este momento, estar con Israel y con el pueblo judío es el centro del universo. A medida que el antisemitismo crece en todas partes, sé cuánto significa para mi cada gesto y cada demostración de solidaridad con nuestro pueblo y con nuestra patria. Quienes no son indiferentes marcan una gran diferencia. Esta semana abrí mi puerta y vi al jardinero no judío montado sobre su cortadora de césped, con banderas israelíes ondeando al viento. En el aeropuerto una pareja de ancianos no judíos se detuvo para decirme lo molestos que están por lo que está sucediendo y que ellos apoyan al pueblo judío y a Israel. Un video de un trabajador de la construcción no judío de Nueva York defendiéndonos y confrontando agresivamente a alguien que estaba sacando los carteles con las fotografías de los rehenes secuestrados, nos ha conmovido.

La posición en que nos encontramos en este momento colectivamente como pueblo es una causa de gran preocupación, y eso debe motivarnos a hablar y a luchar por nosotros mismos. Pero más que eso, también debe inspirarnos a pensar sobre cómo nos sentimos, lo que estamos experimentando y recordar esta experiencia cuando otro grupo, raza o minoría se encuentre enfrentando a sus enemigos. Si incluso los gestos pequeños son significativos para nosotros, también debemos expresarlos en el futuro para otros que necesiten saber que no están solos. Si la solidaridad importa, debemos estar al lado de aquellos que sean atacados en el futuro.

En este momento urgente, cuando los judíos de todo el mundo (no sólo en Israel) estamos en crisis, es justo que esperemos más del mundo, que exijamos indignación, apoyo y solidaridad. Al mismo tiempo, debemos exigirnos aprender de esta experiencia y de este sentimiento y ser una bendición para otros que necesitarán que nos indignemos, que los apoyemos y nos solidaricemos con ellos.

Haz clic aquí para comentar sobre este artículo
guest
0 Comments
Comentarios en línea
Ver todos los comentarios
EXPLORA
ESTUDIA
MÁS
Explora
Estudia
Más
Contacto
Lenguajes
Menu
Donar
Únete a nuestro newsletter
Redes sociales
.