¿Consenso o mandato?

03/09/2023

7 min de lectura

Vaiélej (Deuteronomio 31 )

¿Qué debes decirle a tu sucesor? ¿Qué consejo darle? Vaiélej es el lugar donde buscamos esta respuesta, porque allí es cuando Moshé finalmente pasa las riendas a Iehoshúa. Moshé y Dios le dan una bendición para el futuro, pero sus bendiciones son diferentes.

Si las escuchamos, parecen casi lo mismo. Moshé dijo: "Sé fuerte y valiente, pues tú entrarás (tavó) con este pueblo a la tierra" (Deuteronomio 31:7). Dios dijo: "Sé fuerte y valiente, pues tú llevarás (taví) a los Hijos de Israel a la Tierra" (Deuteronomio 31:23). Tavó o taví, "entrar con ellos" o "llevarlos". Las palabras pueden sonar y parecer similares. Pero la diferencia, tal como la entienden los Sabios, es total.

Esto es lo que dice Rashi:

Moshé le dijo a Ieshoshúa: "Asegúrate que los sabios de la generación estén contigo. Todo deberá hacerse considerando su opinión y su consejo". Pero el Santo, bendito sea, dijo a Iehoshúa: "porque tú llevarás a los Hijos de Israel a la Tierra que Yo les he prometido". Lo que significa: "Llévalos incluso en contra de su voluntad. Todo depende de ti. Si es necesario, toma una vara y pégales sobre la cabeza. Debe haber un solo líder para la generación, no dos".

Estos son los dos extremos del liderazgo: consenso o mandato. Moshé le aconsejó a Iehoshúa seguir una política de consulta y conciliación. Lo que en realidad le estaba diciendo era: "No necesitas seguir al pueblo. Tú eres el líder, no ellos. Pero sí es necesario trabajar con los ancianos. También ellos son líderes. De hecho, ellos forman tu equipo. Necesitan sentir que son parte del proceso de toma de decisiones. Ellos no esperarán que siempre estés de acuerdo con ellos. A menudo no estarán de acuerdo entre sí. Pero necesitan sentirse consultados".

"Si sienten que no te interesan sus opiniones, si la impresión que tienen de ti es la de una persona decidida a hacer las cosas a su manera sin que le importarte lo que piensan los demás, porque piensas que entiendes mejor todo, tratarán de sabotearte. Te harán daño. Pueden que no lo logren. Puedes sobrevivir. Pero estarás herido. Cojearás. Tu posición en el pueblo disminuirá. Dirán: ¿cómo podemos respetar a alguien que no es respetado por los ancianos?".

"Te lo digo por experiencia. La rebelión de Kóraj fue grave. No fue sólo Kóraj, estaban también los reubenitas y otros líderes de varias tribus. Aunque la rebelión se detuvo de la forma más dramática posible, todos nos vimos afectados y nada volvió a ser lo mismo. Por lo tanto, asegúrate que los ancianos de la generación estén de tu lado. Si lo están, tendrás éxito".

De acuerdo con los Sabios, Dios adoptó la perspectiva opuesta. "Ha llegado el momento de dejar el desierto, cruzar el Jordán, conquistar la Tierra y construir la clase de sociedad que honra a los seres humanos que creé a Mi imagen, en vez de esclavizarlos y explotarlos. No busques consenso. Nunca lo encontrarás. Los intereses de las personas son diferentes. Sus perspectivas son disímiles. La política es un campo conflictivo. No quise que fuera de esa forma, pero dado el don de libre albedrío de la humanidad, no puedo quitárselos e imponer Mi voluntad a la fuerza. Por lo tanto, debes mostrarle al pueblo el camino".

"Guíalos desde el frente. Sé claro. Sé consistente. Sé fuerte. La última persona que le dio al pueblo lo que quiso fue Aharón, y lo que quisieron fue un Becerro de Oro. Ese casi fue el fin del pueblo judío. El consenso en la política, los negocios e incluso en la búsqueda de la verdad, no es liderazgo sino abdicación del liderazgo. Yo te elegí para ser el sucesor de Moshé porque creo en ti. Por lo tanto, cree en ti mismo. Dile al pueblo lo que debe hacer, y dile por qué".

"Respétalos. Escúchalos. Pero en definitiva la responsabilidad es tuya. Los líderes guían. No siguen. Y créeme, aunque puedan criticarte ahora, eventualmente te admirarán. Los pueblos quieren que sus líderes sepan qué camino seguir, que les muestren por dónde ir. Quieren que tomen decisiones. Siempre trata al pueblo con la máxima cortesía y respeto. Pero si no se comportan contigo como tú lo haces con ellos, si se oponen y tratan de frustrar lo que haces, puede que no tengas más opción que tomar una vara y golpearlos en la cabeza. Sólo hay un líder en cada generación. Si todos tienen poder, no hay música sino sólo ruido. No hay logros, sólo interminables reuniones de comisión en las cuales todos hablan y nadie escucha".

Estas fueron, entonces y ahora, las dos grandes opciones. Pero prestemos atención a algo llamativo. La persona que alienta el consenso es Moshé. Sin embargo, Moshé nunca actuó por consenso. Este es el hombre que casi tuvo que sacar a la rastra al pueblo de Egipto, llevarlo a través del mar y por el desierto, el hombre que hizo las cosas por su propia iniciativa, sin consultar ni siquiera con Dios.

Este es el hombre que quebró las Tablas de piedra que habían sido grabadas por Dios mismo. ¿Cuándo Moshé lideró por consenso? Seguro, tenía setenta ancianos, príncipes de las tribus, y una desarrollada estructura administrativa con jefes de miles, de cientos, de cincuenta y de decenas, pero aunque ellos lo ayudaban, no lo aconsejaban y él no les pedía su consejo. ¿Por qué de repente Moshé se convirtió en un pacifista, en un hombre que lidera por consenso?

Este es un problema. El otro es el consejo que da Dios: liderar desde el frente, incluso en contra de su voluntad. Pero de acuerdo a lo que entienden los Sabios, no fue así como Dios actuó. Esto es lo que los Sabios dijeron sobre las palabras previas a la creación de la humanidad: "Hagamos un hombre a nuestra imagen":

"Hagamos un hombre": De aquí aprendemos la humildad del Santo, bendito Sea. Dado que el hombre fue creado a imagen de los ángeles, y ellos lo iban a envidiar, Dios los consultó…

Aunque los ángeles no ayudaron a Dios en Su creación, y esto da una oportunidad para que se rebelen los herejes (malinterpretando el plural como una base para sus herejías), las Escrituras no dudaron en enseñar la conducta apropiada y la cualidad de la humildad: que una persona importante debe consultar y recibir permiso de alguien menos importante.

Los Sabios, sorprendidos por el uso del plural en "Hagamos un hombre", interpretaron que implica que Dios consultó con los ángeles. A pesar de que el uso del plural es peligroso (podría llegar a leerse como un compromiso del monoteísmo puro del judaísmo), de todos modos el principio de la consulta es tan importante que la Torá asumió el riesgo de quedar abierta a una mala interpretación. De acuerdo con los Sabios, Dios consultó. "Dios no actúa de forma tiránica hacia Sus criaturas".

Es cierto, los Sabios dicen que en el Sinaí Dios suspendió la montaña sobre los israelitas y les dijo: "Si dicen 'no', esta será su tumba". Pero este no es el sentido llano del versículo. Por el contrario, antes de dar la Torá a Israel, Dios le ordenó a Moshé que explicara al pueblo qué estaba en juego (Éxodo 19:4-6). Y sólo cuando "todo el pueblo respondió al unísono" (Éxodo 19:8), cuando "todo el pueblo respondió a una voz" (Éxodo 24:3), fue hecho el pacto. Esta es la base bíblica para la idea que encontramos en la Declaración de la Independencia de los Estados Unidos, respecto a que los gobiernos obtienen su autoridad del "consenso de los gobernados". El acto mismo de darles libertad a los humanos implica que Dios nunca nos obliga en contra de nuestra voluntad. Como dijo Eisenhower: "Golpear la cabeza de la gente no es liderazgo, es un asalto". Entonces, ¿por qué Dios aquí, como si fuera, se desvía de Su línea de conducta?

Me parece que la respuesta es que tanto Dios como Moshé querían que Iehoshúa supiera que el verdadero liderazgo no puede ser un asunto unilateral, ya sea la búsqueda de consenso o de orden y control. Debe tratarse de un equilibrio entre ambas cosas. Ellos querían que Iehoshúa escuchara esto de la forma más llamativa, por eso cada uno dijo lo que menos se esperaba que dijera.

Moshé, a quien todos asociaban con un liderazgo fuerte, decisivo, de hecho le dijo a Iehoshúa: "No olvides buscar consenso. Tu tarea es diferente de la mía. Yo tuve que sacar al pueblo de la esclavitud. Tú tienes que guiarlos a una tierra de libertad. La libertad implica tomar a las personas seriamente. El liderazgo de un pueblo libre implica escuchar, respetar y esforzarse por llegar a un consenso siempre que sea posible".

Dios, Quien les dio a los humanos su libertad y nunca se impuso sobre el pueblo en contra de su voluntad, dijo: "Iehoshúa, Yo soy Dios, tú no lo eres. Yo tengo que respetar la libertad de las personas. Yo tengo que dejarlos seguir el camino que ellos decidan seguir, incluso si es errado y autodestructivo. Pero tú eres un humano entre humanos y tu tarea es mostrarles el camino que lleva a la justicia, la compasión y el bien de la sociedad. Si el pueblo no está de acuerdo contigo, tienes que enseñarles, persuadirlos, pero en definitiva tienes que guiarlos, porque si cada uno hace lo que es correcto a sus ojos, eso no es libertad, sino caos".

En síntesis, el liderazgo no es sencillo. Es complejo porque involucra a las personas y las personas son complejas. Tienes que escuchar, y tienes que liderar. Tienes que esforzarte por llegar a un consenso, pero en definitiva, si no hay uno, debes tomar el riesgo de decidir. Si hubieran esperado llegar a un consenso, Lincoln nunca hubiera terminado con la esclavitud, Roosevelt y Churchill nunca hubieran llevado a la victoria al mundo libre, y Ben Gurión nunca hubiese proclamado el estado de Israel.

La tarea de los líderes no es dar al pueblo lo que ellos quieren. La tarea de los líderes es enseñar al pueblo lo que deben desear. Pero al mismo tiempo deben involucrar al pueblo en el proceso de toma de decisiones. Las figuras claves y los electores deben sentir que fueron consultados. El liderazgo colaborativo, consultivo y que escucha es esencial en una sociedad libre. De lo contrario, habrá una autocracia atenuada por el asesinato.

Los líderes deben enseñar pero también aprender. Deben ser visionarios y a la vez tener tiempo para los detalles. Deben empujar al pueblo, pero nunca demasiado lejos, demasiado rápido, o fracasarán. Deben hablar a los mejores ángeles de nuestra naturaleza, enseñarnos a amar y no a odiar, a perdonar y a no buscar venganza. Siempre deben preferir la solución pacífica antes que una que incluya levantar una vara y golpear al pueblo en la cabeza, aunque estén dispuestos a hacerlo si no hay otra alternativa. Los líderes deben ser capaces de tener más de un estilo de liderazgo. De lo contrario, como dijo Abraham Maslow, "Aquellos que sólo tienen un martillo tratan todos los problemas como si fueran un clavo".

Considerando el esfuerzo, la energía, el estrés y el dolor, sería un misterio por qué alguien puede desear ser un líder, si no fuera por esta luminosa verdad: que no hay mejor manera de inundar la vida de significado que haber elevado a otros y ayudarlos a llegar a una grandeza que nunca supieron que tenían; haber reparado junto con otros algunos de los males de esta tierra herida y a sus criaturas; haber actuado en lugar de esperar que otros actuaran, y haber llevado a otros contigo, porque el líder más grande de la tierra o del cielo no puede liderar solo.

Esto es lo que convierte al liderazgo en el mayor privilegio con el que cualquiera puede ser bendecido. Como le dijo Moshé a Iehoshúa: "Dichoso de ti porque has tenido el mérito de liderar a los hijos de Dios". La corona del liderazgo es invisible, sin embargo sabemos quién la lleva y quien no. Está allí, frente a ti, esperando que te la coloques. Llévala con orgullo y que todo lo que hagas sea bendecido.

Shabat Shalom.

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