El arma eterna de los judíos

El mundo judío arde.

El baño de sangre orquestado por Hamás e Irán el sábado 7 de octubre del 2023 en el sur de Israel, ha despertado una parte que en muchos judíos estaba adormecida. Estremecidos hasta la médula, los judíos tomaron más conciencia de su propio judaísmo de lo que habían tenido en mucho tiempo.

El júbilo del enemigo al masacrar bebés judíos nos recordó que esto no tiene nada que ver con la ocupación, la colonización, el apartheid o cualquier otro mito. Esta fue una manifestación de odio visceral que anhela destruir a cada judío. Si Hamás pudiera cumplir su meta, cada día realizarían ese mini Holocausto hasta que los 6.6 millones de judíos de Israel yacieran sin vida.

Los judíos sienten la necesidad de responder. Por supuesto, debemos defendernos de todas las formas posibles; debemos apoyar a Israel y a nuestros soldados con cada fibra de nuestro ser, alentándonos a cumplir con su obligación moral de eliminar cada vestigio de maldad sedienta de sangre. Debemos elevar la moral de nuestros hermanos y hermanas en Israel y en todo el mundo a través de expresiones sin precedentes de apoyo, amor y unidad, más que nunca antes.

Pero hay todavía un arma más crítica para los judíos hoy en día, para los 16 millones que somos, y eso va a cambiar todo.

El arma de la eternidad

La muerte de los judíos estuvo en los planes de los tiranos de todas las épocas. Los mayores imperios del mundo antiguo (Egipto, Asiria, Babilonia, Grecia y Roma, todo el camino hasta llegar a Stalin y Hitler), intentaron aniquilarnos. Sin embargo, todos ellos desaparecieron y nosotros sobrevivimos. Los judíos fueron expulsados prácticamente de todos los países en los que vivieron, sin embargo seguimos aquí para contar la historia.

¿Cómo logró sobrevivir y prosperar una nación perseguida que representa menos de un cuarto del uno por ciento de la humanidad?

Todas las naciones y los tiranos que nos enfrentaron tuvieron grandes territorios, poderosos ejércitos, culturas destacadas, lenguaje e influencia. Sin embargo todos se desvanecieron. ¿Cuál es el secreto de nuestra inmortalidad?

Hay sólo una forma racional de responder a esto: buscar el arma singular y exclusiva que posee el pueblo judío desde el día en que se convirtió en un pueblo y que lo acompañó a lo largo de toda su historia. ¿Podemos identificar cuál es esta arma?

En la ciencia, buscamos la cualidad permanente de un organismo para explicar su longevidad en circunstancias difíciles. Con el pueblo judío, la búsqueda no es complicada. Hay sólo un arma que nos ha acompañado siempre, en cada milenio, en cada lugar, bajo todas las circunstancias: la Torá que nuestro pueblo estudia y los mandamientos que los judíos han observado y celebrado con férreo compromiso día a día, y que transmitieron a sus hijos y nietos.

El judaísmo es la única "arma" que el pueblo judío tuvo desde el día en que se convirtió en pueblo hasta hoy, algo que ningún otro ejército ni imperio poseyó. Es nuestra arma más poderosa y ha sobrevivido a nuestros enemigos durante más de cuatro milenios.

En este momento, nuestra respuesta debe ser: ¡seamos judíos como nunca antes en la historia y estemos unidos como nunca antes!

Hamás y quienes los apoyan no atacaron sólo un pedazo de tierra, sino a todo un pueblo. Una vez más nos enfrentamos a una fuerza del mal y un odio diabólico que anhela destruir al pueblo eterno de Dios. En este momento, nuestra respuesta debe ser: ¡seamos judíos como nunca antes en la historia y estemos unidos como nunca antes!

Convirtámonos en los judíos más grandes de todos los tiempos, estudiando qué significa ser judíos y viviéndolo. Ya sea poner una mezuzá en tu puerta, colocarte tefilín cada mañana, estudiar Torá cada día o cada semana o participar en plegarias y meditaciones espirituales… Ya sea hacer kasher tu hogar, encender velas de Shabat y celebrar el sagrado Shabat, dar caridad cada día o dar a tus hijos una educación llena de amor y sabiduría judía, convertirte en un apasionado embajador del amor y la unidad entre nuestro pueblo, imbuir tu matrimonio con pureza, amor y santidad, o ir a la sinagoga e involucrarte con una comunidad… ¡Elige una mitzvá!

El judaísmo se trata de cultivar una relación constante con la esencia más profunda de tu alma, llenando tu corazón con el amor y la paz que laten en tu alma y alineándote con la conciencia Divina universal de la Unidad. Las mitzvot, la plegaria y la Torá, tienen el objetivo de convertirse en canales para la fuente de todo el amor, la paz, la luz y la verdad, y traer todo eso a nuestro mundo. Estas son las armas espirituales de la victoria y la eternidad.

No tenemos tiempo para vivir con miedo y paralizados, tenemos una misión: bajar el amor infinito a nuestros corazones, a nuestros hogares, a nuestras comunidades, a nuestro pueblo, a nuestra patria, a todo el mundo. Necesitamos en nuestras vidas a Dios, el Creador y la fuente de todo el amor y la paz. Así es como podemos brindar la fuerza y el coraje más profundo a nuestro pueblo, a nuestra patria y a todas las personas buenas del mundo.

El apoyo a Hamás en las instituciones de educación superior, y el silencio de personas que muchos respetábamos, es repugnante. Este es el momento de tener coraje, decisión y fortaleza. No retrocedamos ni eludamos nuestro llamado. Algunos de nuestros hermanos fueron reclutados en el frente de batalla contra Hamás; el resto no podemos permitirnos seguir siendo meros espectadores. Todos fuimos reclutados para la batalla, a nivel físico o espiritual.

Cuatro mil años más tarde, el pueblo judío sigue aquí, gracias al arma inmortal del judaísmo. Investiga y fortalece tu identidad judía. Ganemos juntos la batalla.