La exageración del problema del "rostro judío" en Hollywood

30/01/2023

4 min de lectura

Al elegir a los actores, la principal consideración debe ser la credibilidad, no la raza, el color, la orientación ni la religión.

La comediante Sarah Silverman cree que los roles de personajes judíos en películas y televisión deben ser interpretados sólo por actores judíos. El tema fue llamado "rostro judío" (jewface en inglés) y Silverman se manifestó en contra de la falta de representación judía en Hollywood, donde algunos de los principales roles judíos fueron representados por actores no judíos.

Ejemplos recientes de esto incluyen a Hellen Mirren interpretando a Golda Meir en la biografía "Golda", y a Bradley Cooper como Leonard Bernstein en "Maestro", dirigida por el mismo Cooper (él recibió críticas por la gran prótesis que usó en la nariz).

Hellen Mirren como Golda Meir

La lista es larga: Steve Carrel interpretó a un padre judío en "El paciente"; Will Ferrel interpretó a un psiquiatra judío en "The shrink next door"; Michelle Williams obtuvo maravillosas críticas y una nominación para el Oscar por su rol como Mitzi Fabelman en la película semiautobiográfica de Steven Spielberg, "Los Fabelman", representando a la alegre madre de Spielberg; Julia Louis Dreyfus interpretó a la madre judía en el remake de "Adivina quién viene a cenar" de Jonah Hill, "Ustedes"; Felicity Jones representó a Ruth Bader Guinsburg en "On the basis of sex"; y Rachel Brosnahan es la líder en "La maravillosa Sra. Maisel", una serie repleta de estereotipos judíos.

En un momento en el que la gente es ultra sensible sobre los temas relacionados con la inclusión, la diversidad y la aprobación cultural, varios críticos señalan el flagrante doble discurso cuando se trata de los judíos. Este es otro ejemplo de que "los judíos no cuentan", utilizando el título del libro del comediante británico David Baddiel, que muestra que cuando se trata de intolerancia y racismo, "los judíos no cuentan como una minoría adecuada".

Bueno, la verdad es que yo no estoy muy de acuerdo con toda la controversia sobre el "rostro judío".

Bradley Cooper como Leonard Bernstein

Veo el doble estándar y la hipocresía cuando se trata de seleccionar a judíos para roles importantes, pero no estoy de acuerdo con la solución de Silverman. La respuesta no es elegir sólo actores judíos para roles judíos, sino abrir la red de casting respecto a todas las minorías y elegir quién es el mejor actor para ese rol específico, independientemente de su raza, su orientación o su religión.

Actuar es el arte de pretender de forma convincente ser alguien que no eres. Estoy seguro de que Hellen Mirren interpretó a una maravillosa Golda Meir, ella es una gran actriz. Y Bradley Cooper puede representar completamente el rol de Leonard Bernstein. Ninguno de ellos tiene que ser judío para representar efectivamente esos roles. Puede ayudar, pero no es esencial si eres un gran actor.

La principal consideración al elegir el elenco es la credibilidad. ¿Acaso este actor puede interpretar este papel de forma convincente? Michelle Williams lo logró. Meryl Streep ganó un Emmy a la mejor actriz principal en una miniserie o película por "Ángeles en América", donde representó a un rabino y a una fantasmal Ethel Rosenberg: ¡dos judíos, y uno de ellos hombre!

¿Puedes adivinar quién este este "rabino"?

¿Acaso los espectadores se ofendieron cuando Sacha Baron Cohen, un judío, interpretó a Borat, un torpe y antisemita periodista de Kazajstán? ¿Quién más puede usar este argumento? Algunas personas piensan que sólo actores LGBQT pueden interpretar roles LGBQT, ¿pero alguien tuvo algún problema con que Neil Patrick Harris, un actor abiertamente gay, interpretara a un mujeriego en la serie "Cómo conocí a tu madre"? Él estaba actuando, al igual que Heath Ledger y Jake Gyllengaal en "Secreto en la montaña".

Elegir a Emma Stone para "Aloha" de Cameron Crowe, recibió críticas justificadas porque esa actriz tan blanca no se parece en nada a una mujer con una cuarta parte de ascendencia china y una cuarta parte hawaiana. Ella no era creíble, fue una mala elección, no una mala política.

Sí, Hollywood debe liberarse del doble estándar, pero hacerlo manteniendo en mente un factor en todos los casos: quién es el mejor actor que puede representar ese rol de la forma más convincente.

La indignación por el tema del "rostro judío" es equivocada. Sí, Hollywood debe liberarse del doble estándar, pero hacerlo manteniendo en mente un factor en todos los casos: quién es el mejor actor que puede representar ese rol de la forma más convincente.

No confundamos el tema del "rostro judío" con apropiación cultural. En el 2022 hubo una plétora de series y películas relatando auténticas historias judías. Sólo Spielberg (y su coguionista judío, Tony Kushner) podían escribir "Los Fabelman", y sólo el escritor-director James Gray podía crear "Armageddon Time", sobre una familia judía en Queens en 1980. Si un no judío hubiera escrito esas historias íntimas sobre una minoría a la cual no pertenece, eso hubiera sido apropiación cultural. Esa no es su historia para relatarla; no lo puede hacer como se debe.

Pero un actor no judío que interpreta a un judío no se está apropiando de nada que no le pertenezca. Está actuando, y todos sabemos que está actuando, y cuando lo hace bien le da autenticidad y honor al papel. Por eso un actor judío de Medio Oriente puede actuar de forma convincente en la pantalla interpretando a un árabe. De hecho, Ariel Stachel, un judío, ganó un Tony como mejor actor en "La banda nos visita", por su interpretación de Haled, un entusiasta del jazz egipcio.

Como judíos, mejor guardemos nuestras quejas para las crisis genuinas que debemos enfrentar con urgencia.

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