No intentes deshacerte de la ansiedad. En cambio, acéptala

24/10/2023

4 min de lectura

La crisis en Israel está generando mucha ansiedad. Aquí te explico cómo enfrentarla.

No voy a hacer que estés menos ansioso, ni te recomendaré herramientas o trucos para reducir los intensos sentimientos de pánico que muchos están experimentando. Tengo una recomendación diferente, algo que creo que es mejor que cualquier estrategia o medicamento contra la ansiedad.

Llegó el momento de cambiar nuestra relación con la ansiedad.

Nuestra sociedad incesantemente busca liberarse de la ansiedad. Valoramos profundamente la felicidad, la ecuanimidad, la tranquilidad y la paz. En concordancia con nuestra búsqueda de satisfacción espiritual, rápidamente patologizamos el estrés. Hoy, incluso niveles bajos de ansiedad son suficientes para garantizar un diagnóstico médico y la prescripción de medicamentos.

Por un lado, esto tiene sentido. ¿Quién no desea sentirse calmo y feliz? ¿Por qué no buscar eliminar la ansiedad, el miedo, la tristeza y el dolor emocional? Por otro lado, nuestra búsqueda de paz emocional irónicamente ha incrementado la prevalencia y la severidad de la ansiedad de forma masiva.

En el momento en que nosotros o nuestros hijos nos sentimos ansiosos, decidimos que es una catástrofe y que hay un problema médico. Vemos a la ansiedad como una peligrosa forma de debilidad emocional. (¿Por qué todos los demás no sienten lo mismo?).

Hemos convertido a la ansiedad en algo que se debe temer, y por eso, en el momento en que nos sentimos ansiosos, caemos en picada al abismo de la angustia.

Nos vemos atrapados en un círculo vicioso. Mientras más vemos a la ansiedad como una amenaza, más adrenalina bombeamos a nuestro sistema cuando comenzamos a sentirnos incómodos. La adrenalina, a su vez, incrementa nuestras sensaciones físicas de ansiedad, como la aceleración del ritmo cardíaco, dificultades para respirar y tensión muscular. Estos sentimientos incrementan nuestra percepción de peligro, lo que resulta en que se libere más adrenalina.

Yo creo que esta cascada es la razón principal por la que hoy enfrentamos una epidemia de ansiedad. Hemos convertido a la ansiedad en algo que se debe temer, y por eso, en el momento en que nos sentimos ansiosos, caemos en picada al abismo de la angustia.

La ansiedad es normal

Vamos a dejarlo claro de una vez: la ansiedad no es una enfermedad. No es peligroso ni problemático sentir a veces preocupación, aprehensión, inquietud o incluso pánico. Por el contrario: la ansiedad es una parte normal y esperable de la vida.

La crisis actual en Israel es sólo un ejemplo. Hace dos semanas, los terroristas derramaron despiadadamente la sangre de 1.300 judíos inocentes, desde abuelas a bebés, perpetrando el día de violencia más terrible en la historia de Israel. El viernes pasado, la convocatoria abierta a un "día de ira" contra los judíos del mundo dejó claro que el antisemitismo global está vivito y coleando.

Israel ahora se encuentra al borde de una intrincada y extremadamente peligrosa invasión terrestre a Gaza. Simultáneamente, Israel enfrenta ataques en la Banda Occidental y desde el Líbano, además de la amenaza emergente de Irán. Como dijo Eric Adams, el alcalde de la ciudad de Nueva York: "¡No estamos bien!".

Si te sientes molesto por el hecho de sentir ansiedad en este momento, considera la alternativa: ¿Realmente estarías mejor si no sintieras aprehensión, considerando todo lo que está sucediendo?

Si buscas estrategias para sentirte menos ansioso, vas por la dirección equivocada. Incluso si te diera todas las herramientas que he aprendido durante los últimos 20 años de trabajo académico y clínico, eso no sería suficiente.

Acepta que la ansiedad es normal. De hecho, incluso es algo bueno. Sí, la sensación es espantosa. A nadie le gusta sentirse ansioso. Pero una vez que aceptamos que a veces nos sentiremos incómodamente ansiosos (muy incómodamente ansiosos), surgen varias oportunidades.

LOS BENEFICIOS DE LA ANSIEDAD

En primer lugar, la ansiedad puede profundizar nuestra conexión emocional con los demás.

Quienes tienen la bendición de sentirse ansiosos tienden a estar más "sintonizados" con los sentimientos de otras personas. La vasta mayoría de mis pacientes ansiosos durante las últimas dos décadas demostraron tener una mayor capacidad de empatía. Cuando has sentido la angustia, es más fácil reconocer, valorar y responder a las dificultades y el dolor de los demás.

Similarmente, si deseas dar fuerza a cualquier relación, habla sinceramente sobre tus ansiedades y vulnerabilidades. Muchas veces, evitamos comunicarnos cuando nos sentimos ansiosos, porque hablar sobre nuestras ansiedades en un primer momento nos hace sentir peor, y es más fácil distraernos de lo que tenemos en nuestras mentes. Sin embargo, al aceptar la ansiedad y permitirnos sentir el intenso dolor en presencia de otros, podemos profundizar nuestra intimidad emocional.

Acepta tus sentimientos de ansiedad y utilízalos para conectarte con otros.

Notablemente, la antigua práctica judía de hacer shivá requiere que los deudos estén rodeados por la comunidad para poder procesar su dolor y hablar de sus sentimientos. En el contexto de la crisis actual, yo propongo que la gente hable por lo menos con 1-2 personas sobre sus sentimientos. Ya sea tu pareja, un amigo o un terapeuta, permítete llorar, lamentarte, entrar en pánico y angustiarte, y deja que la otra persona te sostenga emocionalmente.

Una vez más, el objetivo aquí no es sentirse menos ansioso. Por el contrario. Acepta tus sentimientos de ansiedad y utilízalos para conectarte con otros.

En segundo lugar, la ansiedad puede aprovecharse para crecer espiritualmente

De acuerdo con la ciencia psicológica, las principales causas de ansiedad incluyen la intolerancia de la incertidumbre y la necesidad de estar en control. Y a la inversa, la ansiedad tiende a ser substancialmente menos angustiante cuando somos capaces de aflojarnos y aceptar lo desconocido.

Esta es precisamente la razón por la que la crisis actual nos pone tan ansiosos. La valla fronteriza altamente sofisticada y tecnológicamente desarrollada de Israel no pudo detener a los terroristas. La crisis actual de los rehenes parece imposible de resolver sin que haya otra cantidad significativa de víctimas. Es un gran desafío aceptar que nuestra sensación de seguridad material se ha hecho añicos. Si ahora no te sientes ansioso, no estás sintonizado con la realidad de lo que está sucediendo.

La crisis actual ha resaltado cuán pequeños y vulnerables somos, y cuánto está fuera del alcance de nuestra sabiduría y poder.

Hablando espiritualmente, la crisis actual ha resaltado cuán pequeños y vulnerables somos, y cuánto está fuera de nuestra sabiduría y poder. El Gaón de Vilna, uno de los más grandes Rabinos del último milenio, enseñó que tal como un campo debe ararse antes de sembrar las semillas, también el caparazón del corazón debe quebrarse con "emociones intensas" antes de que la espiritualidad pueda echar raíces. Él también dijo que "el pilar de la plegaria son las lágrimas".

Durante las últimas semanas, sentí de forma palpable que, en definitiva, soy muy pequeño. Y he llorado cada día durante mis plegarias al tratar de conectarme con Dios.

En vez de tratar de sentirnos menos ansiosos, podemos aceptar nuestra humildad, reconocer nuestros límites como humanos, y encontrar un significado espiritual a la crisis actual.

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