10 consejos para hablar más amablemente

En nuestra sociedad manejada por los medios, es fácil olvidar el increíble poder de las palabras. Las palabras tienen un enorme poder para herir o para sanar, para hacer o destruir reputaciones, para elevar o degradar a otro ser humano. Las palabras que pronunciamos literalmente cambian al mundo y la forma en que vemos a las personas.

Aquí hay 10 consejos para mejorar el mundo y a nosotros mismos canalizando para bien nuestro poder del habla.

1. Evita a los chismosos

El Talmud dice: “Los chismes matan a tres: al que los dice, al que los escucha y al sujeto de quien se habla”. El daño se difunde como un incendio forestal, con los chismosos crónicos finalmente convirtiéndose en personas negativas de las que los demás desconfían. La reputación de la víctima del chisme se ve dañada, a menudo injustamente. Y quien escucha es el más dañado de todos, porque sólo él tenía el poder de alejarse o cambiar el tema, ayudando a detener la difamación de un tercero.

2. Habla sobre ideas, no sobre personas

Hablar sobre ideas puede elevar, educar y estimular, pero hablar sobre personas se convierte fácilmente en “lashón hará”, literalmente “malas lenguas” en hebreo. Una vez que comienzas a hablar sobre Jennifer, es demasiado fácil juzgar su ropa, su último novio, su tendencia a perfumarse demasiado.

Hablar mal de otros puede volvernos engreídos, presumidos y a estar menos inclinados a enfocarnos en mejorar.

3. Piensa antes de hablar

Estamos tan ansiosos por hablar que a menudo olvidamos preguntarnos: ¿Quién se va a beneficiar de lo que voy a decir? ¿Podría herir los sentimientos de alguien o dañar su autoestima si hago este comentario u observación?

Formúlate estas preguntas y podrás ahorrar a otros el dolor por palabras hirientes innecesarias.

4. Usa tus palabras y tu sonrisa para animar a otros

Incluso las personas seguras de sí mismas tienen algunos sentimientos de baja autoestima o preocupaciones sobre su familia, sus relaciones o su trabajo. Busca oportunidades para ofrecer una palabra amable o un cumplido no sólo a tu familia y amigos, sino a vendedores, ayudantes del estacionamiento y otros con quienes te encuentras a lo largo del día. Tus palabras amables y tu sonrisa pueden iluminar el día de otra persona.

5. La verdad no es excusa

Incluso si el chisme es verdad, como que tu vecino está a punto de perder su trabajo, no difundas la noticia. En la mayoría de los casos, probablemente no es asunto tuyo. Igual de importante es que tenemos que practicar el autocontrol y luchar contra la tendencia humana de tener satisfacción por difundir noticias sobre la mala suerte de otros.

6. Juzga a los demás favorablemente

Busca lo bueno en otras personas, incluso cuando te resulte difícil. Quizás están pasando por un desafío personal difícil o simplemente tuvieron un mail día. Esto hará que sea menos probable contar chismes sobre ellos después de una interacción negativa.

7. Tampoco hables mal de ti

La sabiduría judía enseña que además de no hablar más de los demás, tampoco debemos hablar mal de nosotros. Un poco de autocrítica es una cosa, pero transmitir tus defectos o castigarte verbalmente puede llevar a sentimientos de autodesprecio. Tu negatividad también puede hacer que otros te eviten.

Tener conciencia sobre tus debilidades debe ser un estímulo para crecer. Recuérdate que tú puedes y lo harás mejor, un día a la vez.

8. Cambia el tema cuando comiencen los chismes

Saca tus fotos familiares o busca la primera oportunidad para cambiar de tema y alejarte de los chismes. Incluso si quien dice el chisme encuentra otro que lo escuche, al menos tú no serás su cómplice.

¿Estás atrapado, escuchando un chisme y sin posibilidad de escapar? No critiques a quien dice el chisme; sólo intenta sugerir un tema más feliz lo antes posible.

9. Comparte malas noticias sólo si es necesario

A veces debes compartir reportes negativos con otros si hay mucho riesgo. La Torá aprueba compartir lo que sabes sobre otra persona si se trata de una potencial pareja o socio de negocios. Pero debes estar seguro de tu información, no exagerar y tener en mente lo que es mejor para la otra persona.

10. Ten cuidado con los elogios

Elogiar la belleza del nuevo collar de diamantes de una amiga frente a una tercera persona que no puede pagar algo así, fácilmente puede crear sentimientos de envidia y resentimiento. Felicitar a una nueva mamá por su bebé puede provocar enorme dolor si se lo hace frente a una pareja sin hijos. Mira a tu alrededor antes de ofrecer elogios o felicitaciones. También hay otros escuchando.