No te saltes la segunda parte del Séder de Pésaj

¿Creciste con un Séder de Pésaj que terminaba cuando llegaba la sopa de kneidalaj (bolitas de matzá)? Resulta que hay toda otra parte del Séder que tiene lugar después de que los niños encuentran el afikomán y negocian para obtener una recompensa.

El Séder está dividido en 15 pasos. Los 12 primeros pasos, incluyendo el kidush y ver quién puede comer más rábano picante sin que le salten las lágrimas, tienen lugar antes de que se sirva la carne.

El Séder de Pésaj relata la historia bíblica del Éxodo de los judíos de Egipto y uno de sus temas principales es la gratitud y el agradecimiento a Dios por los numerosos milagros que permitieron que los judíos se liberaran de la esclavitud. Esta idea queda mejor capturada en la animada canción del Séder Daieinu, que significa 'Hubiera bastado'.

Daieinu es una lección respecto a no dar nada por sentado.

Después de terminar la cena y limpiar la mesa, la segunda parte del Séder se expande sobre el tema de la gratitud, agradeciéndole a Dios por todas las veces que salvó al pueblo judío a lo largo de la historia. Se recuerdan las cruzadas , la inquisición, lo pogromos de Europa, el Holocausto y todos los períodos en los que reinó el antisemitismo. Usando el texto de la Hagadá, se le pide a Dios que le pague a nuestros enemigos por todo el daño que provocaron al pueblo judío a lo largo de la historia.

Esta parte de la Hagadá ofrece un momento ideal para discutir cómo podemos preservar nuestra identidad judía y nuestra libertad en un momento en el cual el antisemitismo vuelve a levantarse en el mundo.

La siguiente sección se llama Halel, que significa alabanza. Está compuesta de cinco capítulos del Libro de Salmos (113 a 118), y se lo recita en todas las grandes festividades judías.

Como una unidad, los Salmos que conforman la alegre plegaria de Halel alaban a Dios por todas las cosas buenas, del pasado, del presente y del futuro. Hay aproximadamente una docena de secciones de Halel a las que les han puesto música, convirtiéndolo en una parte especialmente alegre del Séder. Estas melodías son particularmente conocidas entre aquellos que asisten a la sinagoga y por lo general se las canta con mucho entusiasmo.

Después de Halel sigue Nishmat Kol Jai, que es una agradecimiento a Dios por todo lo bueno que nos da gratuitamente (por ejemplo, nuestros pulmones bombean aire 24 horas los siete días de la semana, tenemos acceso ilimitado a oxígeno, tenemos un techo sobre nuestras cabezas y comida para comer, podemos ver, podemos amar, etc.). Nishmat incluye la idea de que incluso si tuviéramos habilidades sobrehumanas, de todos modos seríamos incapaces de agradecer y alabar a Dios por todas las cosas que Él hace por nosotros.

El paso final es una expresión de esperanza de haber conducido el Séder completa y correctamente.

Pero ese no es realmente el fin. ¡Hay mucho más para cantar! Cantamos Leshaná habá birushalaim (el próximo año en Jerusalem reconstruida). Se trata de una alegre canción que expresa nuestro deseo de que Dios traiga a todo el pueblo judío a Israel y reconstruya el Tercer Templo en un mundo de paz.

Para quienes tienen todavía más estamina, la Hagadá incluye varias canciones famosas, por ejemplo Jad Gadiá. En un nivel simple, esta canción es una historia folclórica sobre un padre, un cabrito, un gato, un perro y mucho más. En nuestro Séder, cada persona adopta un rol e imita el sonido correspondiente cada vez que aparece en la canción.

El Séder finalmente concluye con el casi trabalenguas de Ejad mi iodéa. Esta canción asocia algo importante de la vida judía con cada número, desde el 1 al 13, repitiendo toda la letanía una y otra vez, cada vez más rápido.

Fíjate en la parte de la Hagadá que viene después de la comida. Puedes verte inspirado a agregar una o dos canciones para cerrar una noche llena de matzá y crear una experiencia que tu familia recordará para siempre.