Qué pasó cuando decidí casarme

11/05/2023

4 min de lectura

Entender que en lo más profundo no me interesaba casarme afectaba mis citas.

Siempre estaba buscando a "la persona correcta” y pensaba que me casaría joven. Cuando estábamos terminando nuestra segunda década de vida, vi que mis amigos comenzaban a casarse y supe que mi boda estaba cerca.

Pero no lo estaba.

Asistí a la boda de mis amigos David y Debbie en un hermoso parque en la bahía de San Francisco. Unos meses después, Debbie me dijo: “Ron, eres tan buen partido. ¿Por qué todavía no te has casado?”.

Buena pregunta. No sabía la respuesta. Salía en citas y tenía novias, pero no duraban. “Quizás eres demasiado selectivo”, sugirió un amigo bien intencionado.

Pensé que tal vez un factor podía ser el divorcio de mis padres cuando yo era un niño, pero había hecho terapia y no parecía que tuviera grandes “problemas”.

Pasaron algunos años más y me di cuenta de que también las personas que tenían “problemas” e infancias difíciles se casaban. Tenía amigos que crecieron en familias sanas, “normales”, que tampoco se habían casado. No lo entendía y eventualmente dejé de tratar de entenderlo.

Después de mi postgrado, cumplí mi sueño de viajar por el mundo. Viví en Asia, donde continué mis “citas en serie”. Algunos años después regresé a los Estados Unidos, todavía soltero y todavía buscando a la persona correcta.

Un despertar en Asia

Después de vivir en Asia, donde invertí tiempo y energía estudiando sobre la cultura y la espiritualidad china, sentía que había llegado el momento de explorar la religión de mis ancestros y comencé a ver por YouTube videos sobre judaísmo.

Sorprendentemente, me encantaron. Respondieron muchas preguntas y no se parecían en nada a mi experiencia en la escuela judía. Aquí había rabinos con los pies en la tierra (algunos que no crecieron siendo religiosos), hablando sobre problemas reales, como por ejemplo cómo vivir una vida ética y feliz, y cómo casarse y mantenerse casado.

Estaba interesado y comencé a ir al shil (la sinagoga) cada Shabat. Disfruté ser parte de una cálida comunidad. Al principio viajaba en auto en Shabat, pero eventualmente decidí lanzarme “con todo” y observar el Shabat completamente: no conducir, no cocinar, no encender luces, no usar mi teléfono, etc.

Para mí, Shabat era como volver a casa, como haber encontrado finalmente el “software” correcto compatible con mi “hardware” judío. ¡El dispositivo (¡es decir, yo!) funcionaba mejor!

Lentamente comencé a agregar otras cosas, como tefilín y estudiar Torá con un compañero de estudio, porque estas mitzvot me daban incluso más alegría.

En medio de hacer todas estas cosas judías comprendí que realmente quería casarme y tener una familia.

Recordé mi vida del pasado, cuando salía en citas e incluso decía que quería casarme, pero entendí que en verdad sólo me estaba divirtiendo. No estaba interesado en comprometerme con una persona y asentarme para construir algo mayor.

Era hora de hacer algo.

Las citas en el judaísmo

Mi rabino local me explicó cómo funcionan las citas en el judaísmo. Te encuentras con una mujer y hablan, realmente hablan, tratando de descubrir si serían buenos compañeros de vida basándose en que compartan los mismos objetivos de vida y que haya atracción mutua. No hay ningún contacto físico.

“¿Ni siquiera un abrazo amigable después de la cita?”, pregunté.

“No. No abrazo ni apretón de manos, sólo dos personas que disfrutan de la presencia del otro, conociéndose y viendo si son buena pareja para el resto de sus vidas”.

Al principio fue un poco raro, pero luego fue liberador saber que lo único que trataba de hacer era llegar a conocer a esa mujer. No había otras motivaciones que a veces causan que las personas tomen decisiones mmm… “tontas” en sus relaciones, como salir con alguien durante varios meses sólo porque ella es atractiva, aunque realmente no te agrada su personalidad.

Un año después de haber comenzado mi compromiso con el judaísmo y a cumplir Shabat, conocí a una mujer en un sitio de citas judío por internet. Hablábamos por teléfono y nos entendíamos. Ella vivía en Israel, yo estaba en California, así que hablamos por teléfono y video durante un mes antes de que la conociera en nuestra primera cita en Tel Aviv. Hablábamos durante horas sobre la vida y sobre espiritualidad, sorprendido de las cosas que teníamos en común.

Yo quería encontrar una mujer feliz y espiritual y estaba sorprendido y agradecido de haberla encontrado. Ella era tan increíble y hermosa en persona como por teléfono.

Algunos meses después nos casamos en Jerusalem.

Mirando hacia atrás todas mis relaciones, siento una mezcla de arrepentimiento y gratitud porque finalmente fui honesto conmigo mismo y entendí que quería algo más profundo, duradero y satisfactorio. Quería comprometerme con alguien y casarme.

Mirando hacia atrás entiendo que aunque yo pensaba que el matrimonio era una “buena idea”, no era serio respecto a encontrar una compañera de vida.

Quizás la idea de estar casado me atemorizaba. Tal vez pensaba que estar casado me limitaría de alguna forma. Después de todo, a muchos nos enseñaron que el propósito de la vida es alcanzar niveles cada vez más altos de libertad y autoexpresión.

Ahora sé la verdad. El matrimonio te desafía a crecer en formas que nunca pensaste que podías hacerlo. El matrimonio te permite cultivar un amor que crece profundamente de una manera que no es posible si pasas de relación en relación sin un verdadero compromiso a largo plazo.

Sí, el matrimonio requiere energía y sudor, a veces lágrimas. El matrimonio se trata de aprender a ir más allá de “mis necesidades” y enfocarme en las necesidades del otro. Lo que significa que estoy aprendiendo a ser la persona generosa y amorosa que siempre quise ser.

Es el final de otro día en Jerusalem. Estoy un poco cansado, pero levanto en mis brazos a mi pequeña hija, pongo un poco de música optimista y alegre y comienzo a bailar con ella. Estoy lleno de energía, cantando en nuestra sala. Mi esposa se une, cantando y bailando, y me digo a mi mismo con una sonrisa: esta fue la mejor decisión que tomé en mi vida.

Haz clic aquí para comentar sobre este artículo
guest
0 Comments
Comentarios en línea
Ver todos los comentarios
EXPLORA
ESTUDIA
MÁS
Explora
Estudia
Más
Contacto
Lenguajes
Menu
Donar
Únete a nuestro newsletter
Redes sociales
.