Todo el mundo se ha beneficiado con los inventos de este sobreviviente del Holocausto

15/02/2023

4 min de lectura

El profesor Abraham Lempel llego a Israel siendo un huérfano de 12 años después de la II Guerra Mundial y se convirtió en una de las más grandes mentes de nuestro siglo.

¿Era realmente el profesor Abraham Lempel un genio? Sus colegas, de los más elevados niveles del ámbito científico israelí, dicen que sí, absolutamente. Y también era un mensch.

El profesor Abraham Lempel llegó a Israel como un huérfano junto con un grupo de niños que fueron rescatados de la Europa bajo dominio nazi y creció en un kibutz para niños. Lempel nació en Polonia y llegó a Israel a los 12 años. Él forjó su camino en las más influyentes instituciones académicas de Israel, abrió la sucursal del laboratorio de HP en Israel, colaboró con científicos de Palo Alto y finalmente publicó una investigación sobre compresión que llevó a la creación de los archivos Zip.

El profesor Lempel falleció el 4 de febrero del 2023, 6 días antes de cumplir 87 años. Quienes estaban en contacto con él declararon que su mente se mantuvo aguda incluso hasta una edad avanzada.

La mayoría del mundo se ha beneficiado con los inventos de Lempel. ¿Alguna vez usaste archivos MP3? ¿Viste un PNG? ¿Trabajaste con un Zip? Hoy, todos usan estos ítems de forma cotidiana. El concepto de tomar grandes porciones de información, guardarla en forma pequeña durante un tiempo breve y luego abrirla a su tamaño original surgió a partir de la investigación de Lempel y de su trabajo en las ciencias informáticas.

Junto con el profesor israelí Jacob Ziv, los dos crearon y publicaron el LZ77 y al año siguiente el LZ78. Muchos conocen esto por su nombre completo, el algoritmo Lempel-Ziv. La técnica de codificación de datos formó la base de una serie de formatos de compresión sin los cuales, hoy en día, la mayoría de las personas no podrían vivir. Hasta el día de hoy, el algoritmo influye en las mayores compañías tecnológicas, los departamentos de medios de comunicación y los usuarios de teléfonos móviles. Uno de los puntos fuertes de Lempel era poder pasar de la teoría a la aplicación práctica.

Si los nazis hubieran mantenido a Lempel en Polonia, el mundo se hubiera visto bastante diferente. De pequeño, Lempel se fue de Polonia a Siberia y luego a París, donde fue rescatado con un grupo de huérfanos judíos. Sus colegas del Technion dicen que no creen que sus padres hayan sobrevivido al Holocausto, pero que nunca lo escucharon hablar mucho sobre su infancia. Siempre se mantuvo enfocado en su profesión.

Cuando Israel se convirtió en un estado independiente, se fue a vivir al Kibutz Yagur, cerca de Haifa. En 1959 el joven se convirtió en estudiante de ingeniería electrónica en el Technion, donde completó tres títulos en ocho años. Luego Lempel se convirtió en un miembro destacado del staff de la Universidad. Sus colegas y sus alumnos estaban asombrados de su intelecto y de su humanidad.

"Era un genio. Tenía muy buena ética de trabajo", dijo el profesor de ciencias de la computación Tuvi Etzion. "Sus consejos eran muy buscados, tenía mucha demanda. Él me enseñó. Era sumamente estricto. Quería llegar a cada punto y cerrar cada detalle. Eso me ayudó más adelante en mi carrera académica".

Etzion siguió a Lempel a la Universidad del Sur de California, donde el pionero estaba haciendo un postdoctorado con el renombrado matemático norteamericano Salomon Golomb. Etzion hizo lo mismo.

"Era una era de gigantes. No estoy seguro si en esta área hoy en día hay muchos que estén al nivel de estas personas. Salomon Golomb (1932-2016) fue uno de los más grandes. Hubo otro, Jacob Ziv, quien todavía está con nosotros", remarcó Etzion.

El profesor dice que hoy en día la gente usa toda clase de tecnología de compresión sin comprender que Lempel estuvo detrás de todo eso, a pesar de que en el mundo académico todo el mundo lo conoce y conoce su obra.

En 1993, el profesor Lempel fue reclutado para trabajar para Hewlet Packard y sólo un año más tarde estableció su primera operación en Israel. Él la dirigió hasta el año 2007. Mientras trabajó en HP, la compañía registró en los Estados Unidos ocho patentes en su nombre. Uno de sus ex colegas en HP, Ram Dagan, dirige la sección de investigación y desarrollo del departamento de electrónica. Dagan conoció a Lempel cuando su compañía, Indigo, fue adquirida por HP en el 2002. Hoy es llamada la división HP Indigo. "Ya había escuchado de él desde antes de tener la oportunidad y el privilegio de trabajar con él", dijo Dagan a AishLatino.

Lempel jugó un rol integral en la adquisición. Él y su equipo se acercaron a Dagan para hablar sobre el negocio y trabajaron para incorporar la compañía como una división completa dentro de los laboratorios de HP en Israel.

"Fue muy amable. Todos éramos israelíes y quisieron que fuéramos una parte exitosa de HP. Seguimos cooperando y dirigiendo tanto en Israel como en los Estados Unidos, en Palo Alto. Gente sumamente inteligente. Muy profesional. Por supuesto, con él como el líder", dijo Dagan.

Hoy, HP Israel tiene más de 3.000 empleados. Sin embargo, Dagan dice que no es la misma cultura. "Lamentablemente, cada vez hay menos personas como Abraham Lempel. Su legado sin embargo, que sí continúa existiendo, es la pasión por la investigación, por llegar al fondo de los temas, por explorar y ser curioso… para lograr algo mejor, o para usar los inventos para una buena causa".

Dagan dice que Lempel era extremadamente profesional, humilde y "libre de todo ego", y atribuye su éxito a su abundante paciencia y sus habilidades interpersonales.

"Él entendía los desafíos y podía explicar las cosas muchas veces hasta que las entendíamos. Siempre estaba dispuesto a compartir su vasto conocimiento con otros colegas, como si fueran sus socios", dijo Dagan.

Cuando le preguntamos qué lección piensa que la sociedad debería aprender de Lempel, Dagan dijo que lo fundamental es aprender a ser antes que nada un ser humano, sin importar tus títulos ni tus logros. El profesor Etzion del Technion, dice que lo fundamental que debemos aprender de Lempel es a identificar el objetivo, apegarnos a él y luego concretarlo.

Lempel deja cuatro hijos y nietos. Su esposa falleció hace dos años.

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