Brendan Fraser gana el Oscar como mejor actor

Hace dos meses atrás, el salón del hotel Fairmont Century Plaza en Los Ángeles era un mar de lágrimas. Brendan Fraser había ganado como mejor actor por The Whale en los Critic's Choice Awards y el sentimiento general era: “¡Sí! ¡La vida puede darnos una segunda oportunidad!”. En ese momento, en el pináculo de una carrera que renacía de las cenizas como un ave fénix, Fraser dedicó su premio a su director, Darren Aronofsky, un niño judío de Brooklyn que fue el único que creyó en él.

Fraser dijo entre lágrimas: "Estaba perdido en el desierto y probablemente debería haber dejado un rastro de migas de pan. Pero tú [Darren] me encontraste y, como todos los mejores directores, me mostraste a dónde tenía que ir para llegar a donde necesitaba estar".

Y ayer, en la ceremonia de los Premios de la Academia, ocurrió lo que todos esperaban ansiosamente: Fraser obtuvo por primera vez el preciado premio de la Academia, ganando el Oscar como Mejor Actor por The Whale.

En su discurso de aceptación, Fraser volvió a agradecerle a Aronofsky, diciéndole nuevamente entre lágrimas: "Le agradezco a Darren Aronofsky por haberme lanzado un 'salvavidas' creativo y haberme ayudado a subir a bordo de este buen barco [la película] The Whale".

"Le agradezco a Darren Aronofsky por haberme lanzado un 'salvavidas' creativo"

Brendan Fraser fue una estrella de Hollywood en los años 90 y principios de los 2000, con éxitos como La Momia y George of the Jungle, pero luego desapareció del radar. Su carrera se fue en picada a mediados de la década de 2000. El actor sufrió varias lesiones físicas que complicaron su trabajo, además, atravesó un divorcio difícil y se sintió marginado tras acusar al entonces director de la Asociación de la Prensa Extranjera de Hollywood de agresión sexual.

Darren Aronofsky logró sacarlo de la oscuridad y orquestar su regreso en un papel que ha obtenido brillantes críticas.

La película está basada en una obra de teatro sobre un maestro con problemas de obesidad que busca reconectarse con su hija. Aronofsky esperó diez años para hacer la película. "La razón por la que tardé diez años en realizarla es porque no sabía cómo elegir el elenco", dijo Aronofsky en una entrevista, "y luego me topé con un tráiler de una película brasileña de bajo presupuesto en la cual Brendan tenía un pequeño papel y él es increíble... se encendió una bombilla en mi cabeza".

Darren Aronofsky y Brendan Fraser (en The Whale)

Se necesita un alma sensible para ver la grandeza oculta. Aronofsky utilizó su sensibilidad para encontrar un diamante donde nadie más pudo verlo.

Darren fue criado por sus padres Abraham y Charlotte en un hogar judío donde, según sus propias palabras, se identificaban con sus raíces “celebrando las fiestas, sabiendo de dónde veníamos, conociendo nuestra historia y teniendo respeto por lo que atravesó nuestro pueblo".

Nuestras fuentes judías proclaman: “Querido es el hombre, porque fue creado a imagen de Dios” (Ética de los padres, 3:13). Cada persona tiene un valor intrínseco y una grandeza única, pero a veces estas cualidades se ven oscurecidas por problemas externos y la falta de conciencia de sus fortalezas internas. Es muy fácil concentrarse en las superficialidades y no ver la grandeza latente de otro esperando brillar.

Mira más profundo; la grandeza está allí. Y para descubrirla, a veces todo lo que una persona necesita es que alguien vea su potencial y crea en ella.

Darren Aronofsky sabía que Brendan Fraser tenía mucho más para dar.

Y ahora, después de su Oscar como mejor actor, el regreso triunfal de Fraser se ha consolidado como una victoria personal histórica que inspira y que seguirá inspirando a muchos.