Nacimiento
18 min de lectura
4 min de lectura
Cómo ayudar a tu hijo a pasar del “¡no puedo!” al “¡sí puedo!”
¿Tienes un hijo que se rinde constantemente? Su frase típica es: “No puedo, ¡Esto es demasiado difícil!”.
Aquí hay 10 formas de enseñarles a tus hijos a trabajar duro y perseverar.
Hay muchas instancias en las que se les pide a los niños hacer cosas que están en realidad más allá de sus capacidades. Como decirles que hagan la tarea después de un largo día de escuela sin darles oportunidad de relajarse o darles quehaceres demasiado cerca de la hora de dormir.
Asegúrate de que tus solicitudes sean razonables y de darlas en un momento en que los niños puedan escucharlas y aceptarlas.
Si tu hijo siempre se opone cuando le pides que haga su tarea o contribuya en la casa, tener algunas frases de ánimo puede ayudar. Estas frases deben reflejar los valores de tu hogar:
“En esta familia trabajamos duro y nos esforzamos”.
“Nuestros cuerpos y cerebros están hechos para hacer cosas difíciles”.
“No te estoy diciendo que será fácil; te estoy diciendo que va a valer la pena”.
Uno de los principios más importantes en la educación es ser un modelo a seguir. Puede ser también el más doloroso. Si tu hijo está exhibiendo una actitud de “no puedo”, el primer lugar en el que debes buscar es en tú actitud. ¿Evades tus deberes? ¿Pospones las cosas difíciles? No te estoy juzgando, todos lo hacemos a veces. Pero puede ser momento de asumir responsabilidad y ponerse en acción.
Puedes ir un paso más allá y decir en voz alta en un lugar en que los niños puedan escucharte: “Uf, realmente no quiero terminar este reporte, ¡pero tengo que ser responsable con esto y perseverar!”.
También puedes decirte a ti mismo tus frases de ánimo cuando tu hijo está cerca: “Esta es una receta realmente complicada. ¡Pero yo siempre digo que en nuestra familia no le tememos al trabajo duro! ¡La voy a hacer!”.
Los niños que no quieren intentar o que se rinden fácilmente pueden tener miedo a cometer errores. Recuérdales a menudo a tus hijos: Nadie es perfecto. Todos cometemos errores. Es parte del aprendizaje.
Esto puede ayudarles a los niños a superar sus miedos y dar pasos tentativos para hacer algo que es un desafío para ellos.
Hay algunos libros para niños que les ayudan a entender el poder de una actitud de perseverancia. El más popular es La pequeña locomotora que sí pudo por Watty Piper. Aquí hay otros libros que pueden ayudar a los niños a perseverar con sus estudios en la escuela:
Tu fantástico y elástico cerebro de Joann Deak
La perseverancia me hace más fuerte de Elizabeth Cole
Estos libros son excelentes para sentar las bases y mostrarles a nuestros hijos el valor del trabajo duro y la perseverancia.
Cuando tu hijo gruñe con frustración y grita “No puedo”, probablemente tu respuesta reflejo es: “¡Sí puedes!” ¡No te des por vencido!”. Esta es una respuesta poco efectiva que usualmente conduce a una lucha de poder en la que todos pierden.
Cuando los niños están frustrados tienes que ayudarlos a moverse a través del estrés hacia la empatía y reflejar sus sentimientos:
“Suenas frustrado. ¡Algo de esta tarea se siente como que es demasiado!”.
“¡Vaya! Barrer el piso se siente como que es demasiado para ti ahora”.
Esto les ayuda a los niños a calmarse, para que puedan de verdad escucharte y escucharse a ellos mismos pensar.
La tarea puede no haberse hecho y el piso puede no estar barrido, por ahora. A veces tienes que archivar lo que se tiene que hacer. Pero, no te preocupes, tendrás una oportunidad de hablarlo después, cuando ambos estén calmados.
Comienza con: “¿Te acuerdas cuando te costaba mucho hacer tu tarea? Tenemos que encontrar algún tipo de solución para ayudarte cuando te sientes así de atorado…”
“¿Te acuerdas cuando te pedí barrer y tu dijiste que no podías? ¿Cuándo es un buen momento para que puedas hacer ese trabajo? ¿Cómo podemos asegurarnos de que tienes la energía para los trabajos de la casa…?”.
Otra forma de enfocarse en las soluciones es pedirle a los niños que distingan en dónde se están quedando atorados. Ofréceles un poco de empatía y pregúntales, “Muéstrame la parte difícil de la tarea. ¿Dónde te estás quedando atorado?”. Esto puede utilizarse para las tareas de la escuela, las labores de la casa o incluso para resolver algunos dilemas sociales. Después de que hayas entendido la parte difícil, hagan una "lluvia de ideas" para resolver el problema:
Niño: “¡No puedo hacer mi tarea!”.
Padre: “Huau, suenas afectado. Muéstrame dónde te estás quedando atorado”.
Niño: “No estoy seguro de cuál es exactamente la tarea y donde están las preguntas…”.
Ahora por lo menos has llegado al problema y puedes empezar a descubrir cómo resolverlo.
Los niños que se frustran fácilmente y les cuesta trabajo atravesar desafíos necesitan mucho estímulo. Alábalos en cada paso del camino:
“Tú no querías, pero te sentaste y abriste tu libro de matemáticas. ¡Puedes hacer cosas difíciles!”.
“Tu tenías la escoba y le pediste a tu hermano que sostenga la pala. ¡Que buen comienzo!”.
Ahora viene la parte difícil: poner estas ideas en práctica diariamente. Si las usas constantemente, podrás ayudar a tu hijo a pasar del “¡no puedo!” al “sí puedo!”
Nuestro newsletter está repleto de ideas interesantes y relevantes sobre historia judía, recetas judías, filosofía, actualidad, festividades y más.