Crecimiento personal
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Prácticas y ejercicios mentales tradicionales que te ayudan a llegar a ser la mejor versión de ti mismo.
Así como cada edificio comienza con un plano, una vida con propósito comienza con planificación e intención.
Fijar metas puede dar miedo, porque nos enfrenta a la posibilidad de experimentar el fracaso. Pero es casi imposible tener éxito sin visualizar tus metas y sin crear un plan factible para alcanzarlas.
Prueba este ejercicio mental: Tómate 10 minutos para imaginar tu vida ideal.
¿Cómo quieres que se vea de aquí a un año? ¿En diez años? ¿Qué legado quieres dejar?
Una de las principales fuentes de ansiedad, dolor y frustración es no asumir suficiente responsabilidad por las cosas que podemos controlar, mientras que nos preocupamos demasiado por aquello que está fuera de nuestro control.
Asumir el control sobre las cosas que están en nuestro dominio (como nuestra actitud, las reacciones a las circunstancias y cuidar la salud), nos da fuerza para vivir nuestra mejor vida.
Soltar aquellas cosas que no podemos controlar (como las conductas de otras personas o los errores del pasado) saca de nuestros hombros el peso del mundo y lo devuelve a los hombros de Dios.
Prueba este ejercicio mental: piensa en un par de cosas que te causan dolor o frustración. ¿Qué aspectos de esos problemas están bajo tu control y puedes cambiar? ¿Qué está fuera de tu control? Toma las riendas de lo que puedes controlar. Deja de lado lo que no puedes controlar.
Decirle “sí” a la vida requiere la difícil tarea de decirle “sí” a la responsabilidad, “sí” a los desafíos” y “sí” al dolor.
Pero también implica decir “sí” a las posibilidades, “sí” al crecimiento y “sí” a la belleza y a la alegría.
Prueba este ejercicio mental: piensa si le dices sí a las oportunidades que enriquecerán o mejorarán tu vida. ¿Qué oportunidades estás perdiendo porque tienes miedo de tomar el riesgo calculado de decir “sí”?
Aceptar responsabilidad es reconocer que tal como tenemos el poder de destruir, también tenemos el poder de reparar y reconstruir.
Los errores no tienen que definir nuestro futuro, pero cómo reaccionamos a esos errores es lo que ayuda a formar nuestro futuro.
Prueba este ejercicio mental: piensa en tres cosas que no te hacen feliz. ¿Alguna de ellas se relaciona con errores actuales o pasados? ¿Cómo se vería tu vida si tuvieras el valor de reconocer, dejar de repetir esos errores y enmendar el daño ya cometido?
El resentimiento, el enojo, los celos y la miseria son como cánceres que consumen nuestras relaciones y nuestra alegría en la vida.
Sé agradecido. Extirpa los sentimientos de que "mereces" o que "tienes derecho" a algo. Busca obsesivamente pensamientos de gratitud.
Sé agradecido por todo, lo grande y lo pequeño. Busca las bendiciones escondidas en el dolor y los destellos de luz en la oscuridad.
Perdona. En las relaciones, sigue el camino más elevado y no el más sencillo. Practica tolerancia, perdón y amor.
Prueba este ejercicio mental: piensa si hay en tu vida algo por lo que todavía sientes enojo, resentimiento o amargura. ¿Qué puedes hacer para cambiar tu actitud?
Nunca estamos completamente libres de subjetividad o prejuicios personales, sin importar cuán inteligentes seamos. Todos necesitamos a alguien que pueda ver más allá de nuestros puntos ciegos, guiarnos y redireccionarnos cuando nos desviamos del camino.
Un buen mentor es alguien que merece tu más profundo respeto, que genuinamente se preocupa por ti y que no teme decir la verdad.
Prueba este ejercicio mental: pregúntate si en tu vida hay alguien que pueda servirte de mentor. Si no encuentras a nadie, ¿qué pasos puedes dar para encontrar a esa persona?
Un comentario cínico puede destruir incluso a la persona más elevada. No le des poder a personas tóxicas y negativas. Escoge amigos que tengan en mente lo que es mejor para ti, que celebren tus logros y aplaudan tu crecimiento espiritual.
Prueba este ejercicio mental: no siempre nos damos cuenta cuando estamos siendo consumidos por una relación tóxica o por un amigo negativo. Si a menudo te sientes desalentado por negatividad o baja autoestima, analiza si puedes rastrear esos sentimientos a una persona cercana que pueda estar causándolos.
Reconoce que eres el jugador clave en tu vida. Nadie más que tú puede dictar tus metas, tus sueños y tus más profundos deseos. Y nadie más que tú tiene el poder de implementarlos.
Prueba este ejercicio mental: Observa los últimos días. ¿Qué pensamientos y acciones fueron reacciones motivadas por fuerzas externas, como las circunstancias y la conducta de otras personas? ¿Qué pensamientos y acciones fueron motivadas por tu mente, por tus metas y tus deseos más profundos?
Reconoce que todos somos parte de algo más grande. Todos nuestros pensamientos y acciones están conectados a una gran familia, comunidad y cadena mundial.
Prueba este ejercicio mental: considera si hay alguna parte de tu rutina diaria que impacta positivamente sobre tu familia o comunidad. Si no es así, ¿qué puedes hacer para contribuir a tu comunidad? ¿Cómo puedes ampliar tu impacto?
No esperes el momento perfecto para comenzar a vivir tus sueños. Ese momento nunca llegará. Hoy es el día para vivir la vida de tus sueños; ahora es el momento de convertirte en la persona que quieres ser.
Prueba este ejercicio mental: la vida se define por lo que hacemos de nuestros momentos. ¿Qué haces tu con los momentos libres de tu día? ¿Los valoras o pierdes el tiempo? ¿Qué puedes hacer con tus micro momentos para mejorar tu vida?
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