El mensaje de la madre de uno de los rehenes que fueron abatidos por error

28/12/2023

4 min de lectura

Debemos reformular nuestras vidas, no como víctimas del pasado, sino como árbitros de nuestro futuro.

Después de que las tropas de las FDI los identificaran erróneamente como una amenaza, tres rehenes, Yotam Haim, Alon Shamriz y Samar Talalka, murieron por accidente. Ellos habían escapado de los terroristas de Hamás y agitaban banderas blancas, pero en lugar de ser rescatados, estos tres rehenes, desaparecidos desde el 7 de octubre, lamentablemente no regresarán a casa con vida.

Las circunstancias del incidente todavía están bajo investigación y ninguno de nosotros puede imaginar lo difícil de la toma de decisiones en tiempo real, las amenazas de la guerra urbana y los desafíos inmensurables de luchar contra terroristas sin escrúpulos. El dolor de las familias es enorme y el dolor y la culpa de quienes dispararon por error también son inmensurables y uno los habría visto como contradictorios o incompatibles entre sí.

Pero la semana pasada, Iris Haim, madre de Yotam Haim, grabó un mensaje para esos soldados:

Soy la madre de Yotam. Quería decirles que los amo mucho y los abrazo desde aquí a la distancia. Sé que todo lo que sucedió no es culpa de ustedes, ni de nadie excepto de Hamás... Quiero que se cuiden y piensen todo el tiempo que están haciendo lo mejor del mundo, lo mejor que pueden hacer para ayudarnos. Porque todo el pueblo de Israel y todos nosotros los necesitamos a ustedes, sanos y salvos. No duden ni un segundo en defenderse si es que ven a un terrorista. Y por favor, no piensen que mataron a un rehén deliberadamente.

Tienen que cuidarse porque solo así pueden cuidarnos. En la primera oportunidad que tengan, están invitados a venir a visitarnos, quien quiera que lo desee. Y queremos verlos con nuestros propios ojos y abrazarlos y decirles que lo que hicieron —por muy difícil que sea decir esto, y triste— fue aparentemente lo correcto en ese momento. Y nadie los va a juzgar ni va a estar enojado. Ni yo, ni mi esposo Raviv, ni mi hija Noya. Y no Yotam, que su memoria sea bendecida. Y no Tuval, el hermano de Yotam. Los amamos mucho. Y eso es todo.

Los soldados le enviaron una nota de voz de vuelta, “Recibimos tu mensaje, y desde entonces hemos podido funcionar de nuevo. Antes de eso, nos habíamos apagado”. Ella respondió, “Increíble, eso es lo que quería”. Al día siguiente, llegó la oportunidad y el soldado del batallón que había cometido el error visitó a Iris. Ella continuó repitiendo el mismo mensaje: no estén angustiados ni se reprochen a sí mismos, este fue el plan de Dios.

¿Cómo encontró Iris esta fuerza y perspectiva sobrehumanas?

Un ejemplo similar se encuentra al final del Libro de Génesis. Iosef fue marginado, despedido, finalmente vendido como esclavo, encarcelado por un crimen que nunca cometió, esperó 22 años para ver realizados sus sueños. Luchó, sufrió, navegó un mundo injusto completamente solo, y sin embargo, al final de todo, cuando se revela a sus hermanos, en lugar de amargura, resentimiento o venganza, insta a sus hermanos a unirse a él y les dice que todo lo que sucedió fue parte del plan de Dios.

No hace responsables a sus hermanos; no busca hacerlos pagar, ni siquiera es indiferente o frío con ellos. Después de todo lo que sucedió, Iosef consuela a sus hermanos, diciéndoles “no estén tristes ni angustiados, no se culpen a sí mismos, esto fue orquestado desde Arriba, por Dios. Él los usó para enviarme aquí para el bien de nuestra gran familia, nuestra nación".

¿Cómo encontró Iosef esta fuerza inhumana?

Iosef hizo una elección. Él podía centrarse en las acciones de sus hermanos, permanecer profundamente herido y verse a sí mismo como una víctima completa, o podía ampliar el lente, ver una imagen más grande y completa, elegir qué hacer ahora y ser el árbitro de su destino. Él eligió lo último empleando algo que la terapia cognitiva llama "reformulación". Reformular significa que, así como podemos tener una pintura o imagen y cuando cambiamos el marco, se ve diferente, la vemos de manera diferente aunque la imagen siga siendo la misma, así también en la vida, los eventos y las experiencias suceden, pero nosotros elegimos qué marco ponerles y, con esa reformulación, nosotros decidimos cómo los vemos y cómo nos hacen sentir.

El rabino Jonathan Sacks señala que, aunque Iosef puede haber sido el primero en emplear la técnica de reformulación, es precisamente esta técnica la que nos ha permitido atravesar circunstancias casi imposibles desde entonces. Él escribe:

Viktor Frankl mostró que hay otro camino, y lo hizo bajo algunas de las peores condiciones jamás soportadas por los seres humanos: en Auschwitz. Como prisionero allí, Frankl descubrió que los nazis quitaron casi todo lo que hacía a las personas humanas: sus posesiones, su ropa, su cabello, sus mismos nombres. Antes de ser enviado a Auschwitz, Frankl había sido terapeuta especializado en curar a personas con tendencias suicidas. En el campo, se dedicó tanto como pudo a dar a sus compañeros prisioneros la voluntad de vivir, sabiendo que si la perdían, pronto morirían... Frankl escribió que pudo sobrevivir Auschwitz viéndose a sí mismo diariamente como si estuviera en una universidad, dando una conferencia sobre la psicología del campo de concentración. Todo lo que le estaba sucediendo se transformaba, por este único acto de la mente, en una serie de ilustraciones de los puntos que estaba haciendo en la conferencia.

Si cambiamos la forma en que pensamos, cambiaremos la forma en que sentimos y si cambiamos cómo nos sentimos, transformaremos cómo nos comportamos. Nuestras acciones están arraigadas en nuestra mentalidad.

Iosef había tomado la decisión de ya no verse a sí mismo como un hombre agraviado por sus hermanos. En cambio, su vida estaba enmarcada por una misión Divina. La reformulación le permitió vivir y funcionar sin ira, sin indignación o sed de venganza. Le permitió perdonar a sus hermanos. Como dice el rabino Sacks, el marco transformó los sentimientos negativos sobre el pasado en una misión enfocada en el futuro.

La nota de voz de Iris Haim, enviada mientras estaba sentada en shivá por su hijo, diciéndole a los soldados que no se culpen a sí mismos, es verdaderamente extraordinaria.

Si Iris puede reformular el asesinato accidental de su hijo, ¿qué podemos reformular nosotros en nuestras vidas? ¿Cómo podemos elegir interpretar algo o el comportamiento de alguien de manera diferente? ¿Cómo podemos vernos a nosotros mismos, no como víctimas del pasado, sino como árbitros de nuestro futuro?

Haz clic aquí para comentar sobre este artículo
guest
0 Comments
Comentarios en línea
Ver todos los comentarios
EXPLORA
ESTUDIA
MÁS
Explora
Estudia
Más
Contacto
Lenguajes
Menu
Donar
Únete a nuestro newsletter
Redes sociales
.