La resiliencia del pueblo judío en las épocas más oscuras
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A medida que progresa la guerra de Israel con Hamás, siguen surgiendo nuevas declaraciones falsas sobre el comportamiento de Israel y el desarrollo de la guerra. Aquí hay cuatro mitos recientes y los hechos respecto a lo que realmente está sucediendo.
Los investigadores israelíes han estado documentando una campaña sistemática de brutales violaciones llevadas a cabo por Hamás contra mujeres israelíes el 7 de octubre. Más de mil testimonios y 66.000 videos clip presentan una imagen de amplia y sistemática violencia sexual, así como otras instancias de tortura, desmembramiento y mutilación.
Pero eso no impidió que se difunda el mito de que Hamás no cometió violaciones. Por ejemplo, dos políticas canadienses, Susan Kim, concejal de la ciudad de Victoria y Sara Jama, diputada del parlamento provincial de Ontario, afirmaron que las acusaciones de violación "no están verificadas". La Sra. Jama también declaró que "no hay pruebas reales de estas violaciones ni de que les cortaran la cabeza a los bebés; todas estas cosas son piezas de información erróneas". Su carta fue firmada por una serie de organizaciones de derechos humanos canadienses y por el director del centro contra la agresión sexual de la universidad de Alberta.
Quienes deseen leer en primera persona los relatos de violencia sexual de Hamás pueden hacerlo aquí. También medios extranjeros realizaron extensas entrevistas con los sobrevivientes de los ataques de Hamás y revelaron que las violaciones fueron parte integral de los ataques. La inmensa cantidad de relatos que corroboran los hechos indica que las miles de víctimas y testigos que describen las atrocidades de Hamás dicen la verdad.
El mito respecto a que el principal blanco de los ataques de Israel son mujeres, niños y otros grupos de civiles, y no los terroristas de Hamás, va ganando fuerza en el mundo. Los memes resultantes incluyen imágenes de tumbas en Gaza al lado de imágenes de tumbas masivas en los campos de concentración de los nazis, y carteles equiparando la estrella judía con una esvástica. Las acusaciones afectan a las comunidades judías de todo el mundo. Una sinagoga en Seattle fue profanada con grafitis contra Israel reclamando que "detengan la matanza".
En realidad, Israel declaró que tiene dos objetivos militares en Gaza: liberar a los 240 rehenes israelíes que capturó Hamás, y destruir el liderazgo de Hamás. Si alguien pone en riesgo a las mujeres y niños de Gaza, es Hamás, que coloca sus centros militares en hospitales, escuelas, mezquitas y edificios residenciales, y que durante semanas ha luchado ferozmente desde estos sitios civiles.
Hace ya nueve años la NATO documentó el cínico uso que Hamás hace de su propio pueblo como escudos humanos al reportar que "los usos más habituales de escudos humanos por parte de Hamás incluyen: disparar cohetes, artillería y morteros desde… áreas civiles densamente pobladas… (Por ejemplo escuelas, hospitales y mezquitas)…". "Si el ejército de Israel usa fuerzas letales y provoca un incremento de las víctimas civiles, Hamás puede utilizar eso como herramienta de guerra legal: puede acusar a Israel de cometer crímenes de guerra…"
Que los civiles sufren en Gaza es real. Pero la culpa de esto es sólo de Hamás, que roba la ayuda que recibe su pueblo, se niega a permitir que los civiles accedan a sus 500 km de sofisticados túneles subterráneos y que usen sus suministros, y sólo sigue fortaleciéndose porque el mundo continúa condenando a Israel.
El mito respecto a que el objetivo de Israel es crear miseria para los civiles de Gaza se ve facilitado por el hecho de que los medios de comunicación occidentales casi nunca discuten los logros militares de Israel, quedándose en cambio en historias del sufrimiento individual de los civiles en Gaza, lo que da la apariencia de que Israel no tiene objetivos militares y que todo lo que hace es enfocarse en "vengarse" o en dar un "castigo colectivo" a los civiles. De hecho, Israel logró un progreso significativo en sus objetivos militares.
Diez de los 24 batallones de Hamás (cada uno de los cuales el 7 de octubre contaba con alrededor de 1.000 soldados), ya no pueden operar. Israel estima que han matado aproximadamente a 5.000 combatientes de Hamás, y han capturado varios de los sitios desde los que Hamás disparaba misiles en la ciudad de Gaza. Hamás sigue enviando regularmente misiles de largo alcance a los centros civiles israelíes (otro hecho que casi no es publicado en el Occidente), pero después de varias semanas de lucha, sus capacidades han disminuido. "Hoy hablamos de una salva de cuatro o cinco cohetes cada tres días" contra ciudades y pueblos israelíes, explicó Tzvika Haimovich, ex comandante de las Fuerzas de Defensa Aérea de Israel. "En las dos primeras semanas (de la guerra), había una salva cada cuatro o cinco horas Es una diferencia enorme".
En las últimas semanas surgió el mito de que Hamás es poco popular en Gaza. La realidad es más matizada. En el 2006 Hamás fue elegido popularmente para gobernar Gaza (y Cisjordania, que luego se rebeló y anuló los resultados). En los años siguientes, el apoyo al grupo, designado como organización terrorista por los Estados Unidos, la Unión Europea y otros, ha fluctuado. Una encuesta realizada por Arab Barometer que concluyó el día previo al devastador ataque de Hamás del 7 de octubre, reveló que sólo alrededor de la cuarta parte de los habitantes comunes de Gaza mostraban un apoyo entusiasta a Hamás. Los encuestados declararon que estaban cansados de la corrupción de Hamás, el robo del dinero que reciben de ayuda, la incompetencia y la autocracia.
Sin embargo, Hamás logró armar un ejército de alrededor de 40.000 (los números varían). Cuando los terroristas de Hamás regresaron con aproximadamente 240 rehenes israelíes, en Gaza (así como en Cisjordania y en otras partes) se reunieron grandes multitudes a celebrar con ellos, bailando, tocando música, disparando sus armas al aire en señal de festejo y repartiendo caramelos.
Desde el 7 de octubre, la popularidad de Hamás en Gaza y en otros lugares se ha disparado. Una encuesta publicada el 14 de noviembre por el Grupo de Investigación y Desarrollo del Mundo Árabe (AWRAS) reveló que el 64% de los residentes de Gaza declararon apoyar a Hamás incluso "extremadamente" o "relativamente con fuerza". El 75% apoyó la masacre de 1.200 israelíes perpetrada por Hamás el 7 de octubre.
La guerra en Gaza ha trastornado prácticamente la vida de todos sus residentes. Muchos civiles inocentes han muerto o resultaron heridos en los ataques de Israel contra los objetivos de Hamás. Todas y cada una de las muertes civiles es una tragedia. Las estadísticas proporcionadas por los funcionarios de Gaza sobre el número de personas muertas y heridas probablemente no tienen ninguna relación con la realidad. Todos los funcionarios de Gaza viven con miedo a Hamás; cada estadística proporcionada por el ministerio de salud de Gaza es una declaración difundida directamente por Hamás.
Ni siquiera los agentes aparentemente independientes son libres de decir lo que piensan. Tomemos el caso del Dr. Mohammad Abu Salmiya, director del hospital al-Shifa en la ciudad de Gaza. Durante el ataque de Israel al hospital, que la inteligencia israelí declaró que es el centro de comando y control de Hamás, el Dr. Salmiya fue objeto de frecuentes entrevistas por parte de agencias de noticias extranjeras, donde afirmó que su hospital no tenía vínculos con Hamás. Sin embargo, las tropas israelíes encontraron pruebas de que Hamás utilizaba el hospital como base y encontraron filmaciones del circuito cerrado de televisión de los terroristas de Hamás llevando al hospital a los rehenes israelíes. Los cuerpos de dos rehenes israelíes fueron encontrados dentro el terreno del hospital.
El 22 de noviembre, las fuerzas israelíes arrestaron al Dr. Salmiya mientras trataba de escapar al sur de Gaza y lo acusaron de operar un centro de Hamás en el hospital, con una red de médicos que cooperaron con el grupo terrorista.
El veterano periodista Bret Stephens describió que casi es imposible obtener estadísticas reales de Gaza. "Las audiencias occidentales nunca podrán captar la naturaleza del conflicto actual hasta que internalicen un hecho central. En Israel… los periodistas… cuentan las historias que ellos desean contar, y no vive con miedo a que llamen a sus puertas en la medianoche. En contraste, los territorios palestinos son repúblicas de miedo… Los palestinos no son más ni menos honestos que las personas de cualquier otra parte. Pero, como ocurre con cualquier régimen tiránico o fanático, aquellos que se alejan de la línea aprobada se ponen en grave peligro".
Stephens se refiere a un artículo del 2009 del periódico italiano "Corriere Della Sera" para explicar cuán inflados son los números de muertos informados por Hamás. En medio de otro conflicto militar entre Israel y Hamás ese año, Hamás dijo que habían sido asesinados 1.400 palestinos, la mayoría de ellos civiles. Un médico del hospital al-Shifa le dijo en secreto a un periodista italiano que esa cifra había sido inventada: "El número de muertos no es más de 500 o 600. La mayoría de ellos son jóvenes de entre 17 y 23 años que fueron reclutados en las filas de Hamás, y a quienes enviaron derecho al matadero". El periódico señaló que "el médico desea permanecer sin ser identificado, para no poner en riesgo su visa".
En este momento se luchan dos guerras. Una es la guerra física que Israel lucha contra Hamás. La otra es la difusión de mitos dañinos contra el estado judío.
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