Humildad intelectual

16/05/2023

3 min de lectura

Bamidbar (Números 1:1-4:20 )

La porción de la Torá de esta semana por lo general se lee la semana antes de Shavuot, lo que motiva a los comentaristas a buscar una conexión temática entre la parashá y la festividad.

Bamidbar, traducido como "en el desierto", recibe su nombre del primer versículo que relata que "Dios habló a Moshé en el desierto del Sinaí" (Bamidbar 1:1). El Midrash (Bamidbar Raba 1:7), resalta la yuxtaposición del desierto y Sinaí, y explica el significado profundo de que Dios entregara la Torá en un desierto. Esto sugiere que "quien no se vuelve a sí mismo hefker (sin dueño), como un desierto, no puede adquirir sabiduría y Torá". ¿Qué significa volverse hefker? Janoj Zundel ben Iosef, en su comentario sobre el Midrash "Etz Iosef", explica que esto enseña que la persona debe ser suficientemente humilde para aprender de todos y enseñar a todos, porque la Torá no puede encontrarse en una persona arrogante.

Pirkei Avot, que se acostumbra a leer en Shavuot, comienza con una tradición sobre la transmisión de la Torá desde el Sinaí hasta llegar a los primeros Sabios: "Moshé recibió la Torá del Sinaí y la transmitió a Iehoshúa", etc. Una de las cosas sorprendentes de esta primera Mishná es el punto en el que comienza. Hubiéramos esperado que dijera que Moshé recibió la Torá de Dios, pero en cambio leemos que la recibió "de Sinaí" (mi-Sinai). ¿Por qué se considera que una montaña, y no Dios, es el primer eslabón en la cadena de la tradición?

Los comentaristas proveen alrededor de una docena de explicaciones a esta pregunta, pero la que tiene el mensaje moral más conmovedor es la que brinda Rav Israel Lipschitz en su comentario "Tiferet Israel". Uniendo diversas declaraciones de los Sabios, Rav Lipschitz sugiere que hay un lazo compartido entre Moshé, la Torá y el Sinaí, y este es la cualidad de la humildad. Moshé es la persona más humilde sobre la faz de la tierra (Bamidbar 12:3). La Torá es comparada con el agua. El agua simboliza la humildad, ya que deja los lugares altos y fluye hacia abajo hasta que se reúne en lugares bajos. El Sinaí fue elegido porque era la montaña más humilde.

El hecho de que Moshé, el Sinaí y la Torá compartan la misma cualidad debería ser suficiente para garantizar esta alusión a la humildad al comienzo de Pirkei Avot, pero el mensaje es todavía más profundo que sólo una asociación de sustantivos. Además de la persona, el lugar y el objeto, la Mishná también usa un verbo: kibel, que significa "recibir". Moshé sólo pudo recibir la Torá debido a su humildad. Esta Mishná omite el Nombre de Dios y en cambio menciona al Sinaí para revelar la necesidad de la humildad en el estudio y la observancia de la Torá.

¿Por qué la humildad es una cualidad esencial para adquirir la Torá? La humildad no sólo impacta positivamente nuestra relación con Dios y con los demás, sino que también ayuda a mejorar nuestras capacidades intelectuales. La Dra. Liz Mancuso de la Universidad Pepperdine conduce investigaciones psicológicas sobre el concepto de la humildad intelectual. La humildad intelectual es un constructo más específico que la humildad regular, ya que pertenece específicamente a las ideas, conocimientos, creencias y opiniones, y no a percepciones globales del ser. Las personas con humildad intelectual aceptan que sus facultades cognitivas no son perfectas y que su perspectiva puede no ser precisa. Ellos no confían de forma desmesurada en su conocimiento, respetan los puntos de vista de los demás y están dispuestos a revisar sus propios puntos de vista si es necesario. La investigación sugiere que las personas con más humildad intelectual tienden a tener un conocimiento general más amplio que aquellas que son intelectualmente arrogantes.

La explicación de la Dra. Mancuso puede servir como comentario a otra Mishná de Pirkei Avot (4:1): "¿Quién es sabio? El que aprende de todos". Ella explica que la humildad intelectual se asocia con un amor al aprendizaje, una apertura a las ideas y la capacidad de aprender con otros y de otros. Esto incluye escuchar y reflexionar sobre las opiniones de otras personas, estar en desacuerdo de forma asertiva cuando sea apropiado, sin ser agresivo ni rechazar sus ideas de forma prematura. A la inversa, las personas que son arrogantes tienden a estar tan preocupadas con su deseo de ser vistas como inteligentes, que les queda poco espacio cognitivo para enfocarse en las ideas mismas. Estas personas están tan distraídas por sus preocupaciones egocéntricas que no pueden aprender ni entender de forma efectiva.

La humildad es esencial para aprender porque nos permite enfocarnos en lo que aprendemos en vez de enfocarnos en nuestro ego. Esto es algo esencial para aceptar y recibir la Torá. En la más humilde montaña (el Sinaí), el hombre más humilde (Moshé) recibió la Torá, una paradigmática representación de la humildad. Para enfatizar este punto, todo esto tuvo lugar en el desierto "sin dueño". La humildad intelectual no sólo es algo deseable, sino que facilita nuestra capacidad de recibir y estudiar la Torá. Que todos nos sintamos motivados para adquirir esta cualidad tan valiosa.

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