Al comentar el versículo: "Y estos días de Purim nunca dejarán de existir entre los judíos" (Meguilat Ester 9:28), el Midrash dice que incluso cuanto todas las otras festividades dejen de celebrarse, Purim siempre seguirá existiendo. Los comentaristas dan diversas interpretaciones respecto a cuál es el significado de este Midrash, pero de él queda claro que Purim tiene un significado extraordinario que supera la importancia incluso de las festividades bíblicas de Pésaj, Shavuot y Sucot. ¿Qué es lo que le da a Purim tanto significado?

Rav Levi Itzjak de Berditchev explica que los milagros sobrenaturales, por más grandiosos que sean, sólo tienen una duración temporaria. La salvación de los israelitas cuando se partieron las aguas del Mar de los Juncos realmente fue algo excepcional, pero sólo una generación fue testigo de eso, y para nosotros es un incidente histórico. No esperamos que esa clase de milagros vuelvan a ocurrir.

Sin embargo, la salvación de Purim no consistió en ningún milagro sobrenatural. Cada evento puede verse como algo totalmente natural. Un rey se intoxica y en su furia ebria ordena ejecutar a la reina. Luego elige como su nueva reina a una judía, y ella oculta su origen. Su tío, quien estaba en la corte real, descubre una intriga palaciega para asesinar al rey, y la reina le informa eso al rey, salvando de esa forma su vida. El primer ministro antisemita logra que el rey emita un decreto para exterminar a los judíos de su reino. El rey recuerda que un judío le salvó la vida. La reina dirige la ira del rey hacia su primer ministro, quien es ejecutado. La reina revela su origen judío, su tío es nombrado primer ministro y los judíos se salvan.

Sólo cuando unimos toda la secuencia de eventos podemos ver la Mano de Dios salvando a Su pueblo. Probablemente, durante el episodio de Purim, alguien dijo en la sinagoga: "¿Oyeron lo que pasó ayer? ¡El rey estaba borracho y en un ataque de furia ordenó que ejecutaran a la reina!". Y quien lo escuchó probablemente le respondió: "No podría importarme menos lo que hace el rey. No me interesa la política". En ningún momento alguien comprendió que se estaba gestando un milagro.

Esta clase de milagros nos acompañan hoy en día. No se suspenden las leyes de la naturaleza, pero la Mano directiva de Dios causa que ocurran eventos "naturales" de forma tal que resulten en nuestra salvación.

Comprender que todo lo que ocurre en el mundo es orquestado por Dios es un principio fundamental del judaísmo. Esta enseñanza de Purim debe acompañarnos todos los días del año. Como decimos en la Amidá: "Porque Tus milagros están con nosotros cada día". Esta creencia nos permite confiar nuestras vidas en manos de Dios, y debe alentarnos a vivir de acuerdo con Sus mandamientos.