Sesgo mediático contra Israel

Israel recibe muchas calificaciones en la actualidad: “Colonial”. “Supremacista blanco”. “Apartheid”. “Malo”. “Ilegítimo”. Las injurias de que Israel está “cometiendo genocidio” o incluso librando una “guerra contra la humanidad” se han vuelto comunes en las noticias y en el discurso casual.

Un factor clave en la transformación de la cobertura relacionada con Israel es el retroceso de las oficinas de noticias tradicionales. En un análisis seminal de 2008, la periodista Sherry Ricchiardi señaló que “los corresponsales extranjeros asignados a un país por un período prolongado, con experiencia en el idioma local, la cultura, la historia y las costumbres” son una “especie en vías de extinción”. Eso fue hace 16 largos años; hoy, casi ningún medio de comunicación mantiene sus propios corresponsales extranjeros. La pérdida de oficinas de noticias extranjeras y corresponsales extranjeros significa que las agencias de noticias carecen de experiencia, acceso y matices cuando se trata de informar sobre eventos alrededor del mundo.

La magnitud del problema en Israel se hizo evidente después del mortal ataque de Hamás el 7 de octubre de 2023. Mientras los periódicos y las estaciones de televisión se apresuraban a informar sobre las atrocidades, el Washington Post informó que las principales “redes han estado ‘batallando’, en palabras de un veterano periodista de televisión, para enviar corresponsales y productores a Israel...”. Mientras que en décadas pasadas era común para periódicos y estaciones de televisión tener periodistas permanentes en terreno en Israel y en otros lugares del mundo, el 7 de octubre los editores de noticias se encontraron tratando de ponerse al día. Los reporteros tuvieron dificultades para conseguir vuelos a Israel en los días posteriores al 7 de octubre. Una vez que comenzó el asalto de Israel sobre Hamás el 17 de octubre de 2023, prácticamente ninguna organización de medios internacionales tenía presencia dentro de Gaza.

En este vacío de experiencia en reportaje de noticias, "reporteros" altamente sesgados están suministrando un flujo interminable de desinformación y calumnias sobre el estado judío. Aquí hay algunas formas en las que las noticias globales están inundadas de desinformación y odio.

Activistas de Gaza como periodistas

En ausencia de cualquier oficina de prensa extranjera dentro de Gaza, medios de comunicación de todo el mundo dependen de locales sesgados, “stringers” o "periodistas freelance" que no son periodistas profesionales e imparciales, para informar sobre lo que está sucediendo dentro del territorio devastado por la guerra. El editor del Jerusalem Post, Gil Hoffman, señala: “¿Quiénes son estos freelancers? Desafortunadamente, se ha hecho evidente durante esta guerra que entre los principales medios de comunicación del mundo, los estándares para contratar escritores, fotógrafos y camarógrafos freelance son considerablemente más bajos en Gaza que en Grecia o Guatemala”.

Hassan Eslaiah, un stringer que suministró fotos a CNN y Agence France Presse, fue revelado más tarde como un cercano asociado de Yahya Sinwar, el comandante de Hamás que planeó la masacre del 7 de octubre. Otro stringer, Issam Adwan, ha llamado públicamente a Hamás a luchar contra Israel, sin embargo, sigue figurando como un periodista que trabaja para AP. El stringer Fayq Abu Mostafa, que trabaja para Reuters, fue captado en video el 7 de octubre instando a los gazatíes a entrar a Israel para masacrar israelíes.

En enero de 2024, Al Jazeera acusó a Israel de “apuntar” a periodistas después de que dos de sus stringers, Hamza Al-Dahdouh y Mustafa Thuraya, fueron asesinados en combates en Gaza. Más tarde se reveló que ambos hombres eran combatientes de Hamás además de proporcionar noticias a medios internacionales. (Al Jazeera nunca actualizó su artículo acusando a Israel de adoptar una política de asesinato de periodistas).

“Solo puedes operar en Gaza si cooperas con el régimen”.

Con su férreo control sobre la sociedad de Gaza, no es de extrañar que Hamás continúe controlando gran parte de lo que los stringers locales tienen permitido decir. “Los stringers palestinos o están intimidados por Hamás, o son Hamás”, explica el periodista Matti Friedman, quien ha cubierto la región durante casi dos décadas. “Solo puedes operar en Gaza si cooperas con el régimen”.

Sin embargo, las compañías de noticias internacionales han estado notablemente dispuestas a aceptar los reportes de los stringers sin hacer preguntas difíciles.

Tomemos un reciente video del New York Times, “Dentro de la lucha de un padre para alimentar a su familia en Gaza”. En el video, producido con elegancia, Anwar Ghilan, un padre gazatí de 30 años, muestra lo caros que son los alimentos, incluidos huevos, frutas y verduras, y pollo en su mercado local. “Aunque la ayuda es gratuita”, incluye el New York Times en un breve subtítulo, “parte de ella termina en mercados con precios que son demasiado caros para la mayoría de las personas”. El video unilateral, como muchos otros informes que provienen de stringers en Gaza hoy en día, continúa culpando exclusivamente a Israel por los alimentos caros y otros problemas; la palabra Hamás nunca se menciona ni una vez. Aunque es comprensible que el señor Ghilan pueda tener demasiado miedo para señalar que los precios son caros porque Hamás roba la ayuda alimentaria, es notable que el New York Times tampoco informe sobre este desarrollo. (El periódico también se ha abstenido de publicar artículos que muestran que a medida que más ayuda fluye hacia Gaza, los precios de los alimentos están bajando). Como otros medios de comunicación, el New York Times parece contento de presentar un mensaje altamente tendencioso, elaborado por stringers locales, como noticias imparciales.

Y no es solo el New York Times. El influyente periódico británico The Guardian ha publicado una columna llamada “Diario de Gaza” desde el ataque del 7 de octubre de Hamás. Es una de sus columnas recurrentes más populares y presenta un relato desgarrador de tortura y sufrimiento interminables a manos de "brutales israelíes". Todo lo que The Guardian ha revelado sobre el autor es que es “Ziad, un palestino de 35 años” que vive en Gaza. Nunca se ha presentado ningún otro detalle biográfico o corroboración sobre las palabras de “Ziad”.

Incluso el grupo de noticias con sede en Catar Al Jazeera, que a menudo es muy crítico con Israel, se vio obligado a retractarse de una historia de marzo de 2024 que se basaba enteramente en el decir de un local en Gaza. Después de informar que soldados israelíes agredieron sexualmente y luego asesinaron a mujeres en el Hospital Al-Shifa de Gaza, Al Jazeera retractó la historia y explicó que “La mujer que habló sobre la violación justificó su exageración y habla incorrecta diciendo que el objetivo era despertar el fervor y la hermandad de la nación”. Sorprendentemente, la retractación de Al Jazeera llegó después de que el propio Hamás desmintiera esta falsa historia. ¿Cuántas otras historias falsas, basadas en las palabras de stringers en Gaza que también podrían querer “despertar fervor” contra Israel, pasan desapercibidas?

Cuando se trata de la actual guerra entre Hamás e Israel, parece ser que los estándares periodísticos normales se tiran por la ventana. Un elemento de esto es una dependencia generalizada en la información de stringers dentro de Gaza.

Información de organizaciones sesgadas

No son solo individuos cínicos los que se dan cuenta de que pueden explotar la falta de reporteros experimentados. Cada vez más, las organizaciones no gubernamentales (ONG) están llenando el vacío, suministrando artículos de noticias listos para los grupos de prensa.

Matti Friedman explica: “La prensa ha sido devastada. Las oficinas han menguado, y en ese vacío han entrado voces ideológicas. Ahora Human Rights Watch te da un informe, en inglés, y escribes una historia basada en ese informe. Y terminas sirviendo como el brazo mediático de la izquierda dura, el mundo de las ONG”.

Dándose cuenta de esto, las ONG han invertido fuertemente en sus alas mediáticas. La profesora de la Universidad de Northumbria, la Dra. Carolina Are, ha documentado el fenómeno. Muchas organizaciones han “contratado profesionales de la comunicación en todos los niveles, incluidos ex periodistas, para profesionalizar sus comunicaciones externas y construir una red de contactos”.

Tomemos a Amnistía Internacional. En 2022, su director en EE. UU. declaró que el grupo se “oponía” a la idea de Israel existiendo como un estado judío. El 8 de abril de 2024, el grupo reaccionó a la muerte por cáncer de un terrorista de 62 años, Walid Daqqah, quien había ordenado el secuestro y tortura de un soldado israelí (incluyendo sacarle los ojos y castrarlo) antes de ordenar su asesinato en 1986. En su comentario sobre la muerte de Daqqah, Amnistía Internacional se refirió a él simplemente como un “escritor” que había soportado una “pesadilla interminable” de ser sentenciado a prisión en Israel y lamentó su muerte como “desgarradora”. Sin mencionar su crimen, Amnistía Internacional llamó la “muerte bajo custodia” de Daggah un “recordatorio cruel del desprecio de Israel por el derecho a la vida de los palestinos”.

A pesar de ser tan descaradamente sesgada contra Israel, Amnistía Internacional —como algunas otras ONG de extrema izquierda— proporcionan artículos elegantes que promueven su punto de vista sesgado. Reuters adaptó la cobertura de Amnistía sobre Walid Daggah en forma de un artículo de noticias directo el 9 de abril de 2024, citando solo a “Reuters” como el autor. Lamentablemente, el activismo está reemplazando al periodismo.

Un cambio hacia “periodistas activistas”

En algunos casos, las compañías de medios toman medidas deliberadas para restringir su cobertura. Matti Friedman ha escrito que cuando trabajaba para Associated Press (AP) durante los combates de 2008-2009 entre Hamás e Israel, él “personalmente borró un detalle clave —que los combatientes de Hamás estaban vestidos como civiles y siendo contados como civiles en el recuento de muertos— debido a una amenaza a nuestro reportero en Gaza…”.

Las principales organizaciones de noticias tienen una política de no usar la palabra “terrorista” para describir a los terroristas de Hamás

Hoy en día, las principales organizaciones de noticias, incluida la BBC y Agence France Press, entre otras, tienen una política de no usar la palabra “terrorista” para describir a los terroristas de Hamás, incluso aquellos que violaron, asesinaron y secuestraron a más de 1.400 israelíes el 7 de octubre de 2023. El resultado es cambiar la cobertura mediática para suavizar los informes sobre Hamás y crear una atmósfera en la que sus acciones odiosas, incluido su continuo, casi diario, bombardeo contra objetivos civiles israelíes, robo de ayuda y uso de su propia gente como escudos humanos mientras colocan a sus combatientes en áreas civiles, se minimizan o se pasan por alto por completo.

Confrontando las mentiras mediáticas

Hace doscientos años, el escritor británico Jonathan Swift observó que “La falsedad vuela, y la verdad llega cojeando detrás de ella”. Frente al actual tsunami de reportajes sesgados sobre Israel, hay algunos pasos que todos debemos tomar. Infórmate. Lee medios israelíes y edúcate sobre las complejidades de Israel, Gaza y Medio Oriente. No tengas miedo de defender la verdad. Habla cuando escuches calumnias sobre el estado judío. Escribe cartas al editor cuando encuentres reportajes descuidados o abiertamente sesgados. Bloguea y comparte artículos de noticias que presenten una imagen precisa de lo que está sucediendo.

No es fácil, pero no tenemos que hacer esto solos. Consulta recursos en línea como HonestReporting.com y Camera.org. Estos brindan ayuda a los usuarios en reunir hechos para contrarrestar el sesgo escandaloso contra Israel.