¿Si Hitler no hubiese existido, acaso el Holocausto no habría ocurrido?

31/07/2023

4 min de lectura

Dos opiniones divergentes sobre la causalidad del Holocausto y las fuerzas que mueven la historia.

Entre los eruditos hay diversas opiniones respecto a cuál fue la causa del Holocausto.

El historiados norteamericano Christopher Browning explica que "si observamos el genocidio armenio, allí no hubo un líder turco prominente. Si observamos el genocidio en Rwanda, no hubo un prominente líder hutu… En el caso del Holocausto, no cabe duda que Hitler fue la figura clave dominante… pero no pienso que podamos decir que algo similar hubiera sido imposible sin una figura como Hitler, porque en demasiados casos ya hemos visto que el genocidio puede ocurrir incluso sin que haya un dictador dominante".

Por otro lado, Milton Himmelfarb, un respetado sociólogo, argumentó en "Commentary Magazine" que si bien cada individuo es responsable por sus propios actos, sin Hitler la historia hubiera sido muy diferente. ¿Cuál es la prueba de Himmelfarb? Hitler tenía muchas opciones para elegir. Si en vez del asesinato, hubiera ordenado la expulsión inmediata de todos los judíos de los territorios conquistados, entonces no hubieran existido los hornos.

En palabras de Himmelfarb: "La obediencia de la SS era a Hitler, no al antisemitismo". Sin él, puede que hubiera habido opresión, expulsión, persecución e incluso muertes. Pero, usando la frase introducida por el historiador canadiense Michael Marrus: 'sin Hitler, no hay Holocausto'".

¿Los líderes hacen la historia o la historia es el resultado de tendencias sociales?

Similarmente, el profesor alemán Eberhard Jäckel opina que "(Hitler) fue la fuerza motriz. Por supuesto, él necesitaba colaboradores… Pero… el rol de Hitler fue central".

Hace poco le pregunté su opinión al respecto al profesor Iehudá Bauer, profesor emérito de estudios del Holocausto de la Universidad Hebrea, quien recibió el Premio Israel y es considerado por muchos como el más destacado estudioso del Holocausto. Él me respondió: "Mi opinión personal es que Hitler fue el oráculo aceptado de su movimiento, y él estaba convencido de que el bolchevismo soviético era judío y que su único propósito era que la judería internacional dominara el mundo (se puede ver su memo a Goering en agosto de 1936). De aquí se desprendía la necesidad de que Alemania comenzara una guerra. Su rol empujando a la Alemania nazi a la guerra, básicamente debido al antisemitismo radical, fue central. Por supuesto, sin el apoyo del liderazgo nazi él no hubiera podido impulsar las políticas que se desarrollaron, y que en definitiva resultaron en el genocidio de los judíos. Por lo tanto, su rol es central, pero el apoyo que tuvo fue un acompañamiento necesario".

¿Qué ocurre con el significativo liderazgo nazi? ¿Con los miles de comandantes y soldados que voluntariamente cometieron atrocidades? ¿Qué hay con los colaboradores nazis en Polonia, Ucrania y otras partes? Ellos no necesitaban matar a los judíos… De hecho, muchos de sus compatriotas no lo hicieron y una minoría incluso los protegió. ¿Por qué culpar sólo a Hitler?

Causalidad y culpa no son sinónimos. La culpa es individual, la causalidad es global. Cada soldado alemán individual es culpable por su rol en el Holocausto, pero no podemos decir que ellos hayan "causado" la tragedia histórica. Sin embargo, respecto a la causalidad, como hemos visto los expertos tienen opiniones encontradas, y es posible que no haya una respuesta definitiva.

Esta pregunta se relaciona con otra mayor: ¿Los líderes hacen la historia o la historia es el resultado de tendencias sociales?

A pesar de sus muchas declaraciones racistas y antisemitas, Thomas Carlyle (1795-1881) es ampliamente considerado como uno de los más grandes pensadores escoceses. Él es famoso por lo que llamó la "teoría del gran hombre": "La historia del mundo no es nada más que la biografía de grandes hombres". Para Carlyle, los movimientos y las tendencias históricas son mucho menos importantes que las acciones de los líderes individuales. Los líderes hacen la historia.

Comparemos esto con el enfoque de "la historia desde abajo", que ve a cualquier individuo, incluyendo a los líderes, como inconsecuentes. Descripta por primera vez por el historiador francés Lucien Febvre en 1932 ("histoire vue d'en bas et non d'en haut" – la historia vista desde abajo y no desde arriba) y defendida por los historiadores marxistas, este enfoque de la "historia desde abajo" cree que las tendencias generales y los movimientos dictaminan los eventos; los líderes simplemente se suben a la ola de la historia.

O, como dijo Herbert Spencer, los líderes son meros reflejos de su ambiente.

Un ejemplo posible de este fenómeno es la Revolución Rusa. El enfoque de "la historia desde abajo" explicaría que debido a diversos factores económicos, sociales y religioso, debía ocurrir alguna clase de revolución significativa, con o sin Lenin.

La teoría del "gran hombre" de Carlyle parece estar ganando terreno. Es difícil imaginar a Rusia bombardeando Kiev y destruyendo Ucrania sin la dirección de Vladimir Putin, y es difícil imaginar a Ucrania respondiendo con tanta firmeza y efectividad como lo ha hecho sin Volodymyr Zelensky. Sin embargo, la verdad puede encontrarse en algún punto intermedio entre las dos perspectivas.

Las fuerzas del bien y del mal

Una charla que mantuve con Rav Shmuel Lynn, director de Olami Manhattan (un popular centro educativo y social para jóvenes profesionales judíos), nos ayuda a entender qué podemos aprender de estas perspectivas divergentes. Rav Lynn es un pionero de educación informal sobre el Holocausto y ha guiado a decenas de grupos a Polonia. Él explicó que el enfoque de "la historia desde abajo" muestra cómo las masas tienen cierto poder que no tienen los individuos. Cualquier individuo, incluso un líder, está limitado en su influencia. Sólo podemos efectuar un cambio uniéndonos.

La teoría del "gran hombre" enseña que los pueblos necesitan líderes que los unan y los inspiren. Por ejemplo, la comunidad judía debe invertir para desarrollar el liderazgo en la próxima generación, porque los líderes tienen consecuencias.

"Si un hombre puede matar seis millones de judíos, entonces un hombre puede salvar a seis millones de judíos".

La teoría del "gran hombre" también resalta el poderoso impacto que un individuo puede tener sobre el mundo, para bien o para mal. En el Centro Mundial Aish HaTorá hay una foto impactante que resalta este punto. Se trata de una foto de Rav Elazar Menajem Shaj (1899-2001), uno de los rabinos más grandes del siglo XX, visitando Aish HaTorá hace muchas décadas para el brit del hijo de Rav Nóaj Weinberg.

Rav Shaj se emocionó al ver la gran cantidad de estudiantes en Aish que previamente no tenían ninguna conexión con el estudio y la observancia de la Torá. Él vio con sus propios ojos el impacto que estaba teniendo Rav Weinberg creando un movimiento de teshuvá, el cual estaba en sus primeras etapas. Rav Shaj les dijo a los estudiantes: "Si un hombre puede matar seis millones de judíos, entonces un hombre puede salvar seis millones de judíos". No importa cuán poderosas parezcan ser las fuerzas del mal, las fuerzas del bien siempre son más fuertes.

Por lo tanto, si una persona puede traer tanto mal al mundo, imagina cuánto bien puede traer un solo individuo.

Haz clic aquí para comentar sobre este artículo
guest
0 Comments
Comentarios en línea
Ver todos los comentarios
EXPLORA
ESTUDIA
MÁS
Explora
Estudia
Más
Contacto
Lenguajes
Menu
Donar
Únete a nuestro newsletter
Redes sociales
.