La pregunta de un chico judío acerca de un árbol de navidad conduce a un importante descubrimiento: para ser verdaderamente universales, debemos ser capaces de dar al mundo nuestra propia luz.
Sí, soy ingenua. Pero en una cultura en donde el escepticismo es la norma, estoy feliz de que mi respuesta instintiva es siempre confiar en las intenciones sinceras de los demás.