Antisemitismo: el problema con el cual todos vivimos

30/01/2023

3 min de lectura

Una respuesta: hacer más cosas judías.

Recibí un mensaje de texto muy perturbador de Daniel,* una persona que comenzó a asistir a una de mis clases. Daniel estaba ayudando a una vecina, una viuda, a mudarse y dejar su casa para sus hijos, que la iban a alquilar para tener otro ingreso. Daniel y su vecina se conocían desde hace muchos años atrás y tenían una buena relación. Él le dijo que no dudara en avisarle si podía ayudarla de alguna manera. Daniel recibió el siguiente mensaje del hijo de la mujer:

"Deja de acosar a mi madre. No eres una buena persona y si sigues adelante, no serás feliz. Por cierto, nunca le alquilaríamos la casa a alguien de los tuyos. Sabemos lo que buscas. Salam Aleikum… Prepárate para conocer a tus nuevos vecinos palestinos a los que pensamos alquilarles, o tal vez a algunos refugiados afganos".

Esta es una parte de un largo texto repleto de obscenidades y connotaciones antisemitas. Daniel estaba perturbado y se sentía inseguro al enfrentar directamente el antisemitismo.

El antisemitismo es un problema con el cual todos vivimos. Como señaló Joshúa Malina en The Atlantic, "¿por qué los antiracistas de Hollywood toleran y contratan a Mel Gibson, un furioso antisemita?". Cualquiera que conoce la historia judía sabe que el odio a los judíos es muy antiguo.

En el 2019, Bari Weiss dijo en el Gran Evento de la Federación Judía de Charlotte, que hasta la era moderna, a los judíos se les negaron los derechos básicos que tenían sus vecinos no judíos, y que sufrieron a causa del odio y la persecución. ¿Qué podemos hacer al respecto?

Su respuesta fue: "Hacer más cosas judías". Ir a los servicios de plegarias, asistir a una clase, aprender sobre nuestra historia, y mantener conversaciones judías significativas con otras personas.

Este fue en esencia el mensaje que le di a Daniel. No es lógico el odio a los judíos o a Israel, que han dado tantas cosas buenas al mundo.

Anna Frank se preguntó por qué eran odiados los judíos. "Quién sabe, incluso puede ser que a partir de nuestra religión, el mundo y los pueblos aprendieron lo que es el bien, y por eso y sólo por eso, ahora tenemos que sufrir. Nunca podremos convertirnos sólo en holandeses, sólo en ingleses o en representantes de cualquier otro país; siempre seguiremos siendo judíos, pero también deseamos seguir siéndolo" (Diario de Anna Frank, entrada del 11 de abril de 1944).

Los judíos le dieron al mundo el concepto de Dios, y el mundo nunca los perdonó por eso.

Los Frank no eran una familia religiosa, pero a los 16 años, Anna entendió que debía tratarse de aquello que nosotros representamos. "Incluso puede ser que a partir de nuestra religión el mundo y los pueblos aprendieron lo que es el bien…" Como escribió Ernest van den Haag, un sociólogo no judío del siglo XX en La mística judía: "Los judíos le dieron al mundo el concepto de Dios, y el mundo nunca los perdonó por eso".

No podemos olvidar que "nunca podremos convertirnos sólo en holandeses, sólo en ingleses o en representantes de cualquier otro país; siempre seguiremos siendo judíos".

Ahora, más que nunca, es el momento de comprometerte con tu identidad judía. Eso puede implicar asistir a una cena de Shabat, o incluso tratar de prepararla en tu casa. Puede implicar ver contenido judío relevante y sentirte cómodo experimentando las prácticas judías, a pesar de que tú mismo no las practiques. Puede implicar viajar a Israel o aprender sobre nuestra historia colectiva y cómo encajamos en el siglo XXI.

Si bien muchas personas y grupos nobles luchan contra el antisemitismo global, tú puedes hacer tu parte explorando tu identidad judía y descubriendo si allí hay algo por lo que vale la pena luchar.


Una versión de este artículo apareció originalmente en "Charlotte Jewish News".

*Un seudónimo.

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