Cómo el Shabat inspiró la película éxito de taquilla 'Barbie'

25/07/2023

2 min de lectura

Greta Gerwig quiso que su película hiciera sentir al público lo que ella sentía en la cena de Shabat.

Al escribir y dirigir "Barbie", Greta Gerwig buscó una sensación especial, mágica, que cautivara al público. Un recuerdo de la infancia le brindó un sorprendente marco de referencia: la tradición judía de que los padres bendigan a sus hijos en la mesa de Shabat.

Estos fascinantes datos detrás de escenas fueron descritos en "The New York Times".

Gerwig creció en un hogar cristiano en Sacramento, California. Su familia tenía una amistad cercana con una familia de judíos observantes. Las dos familias pasaban juntas las vacaciones y jugaban juntas, en una atmósfera de afecto, risa, unión y amor.

Los viernes a la noche, Gerwig se unía a la familia judía para la cena de Shabat. Allí, el padre bendecía a sus hijos con las palabras: "Que Dios te bendiga y te proteja. Que Dios ilumine Su semblante hacia ti y te agracie. Que sea bondadoso contigo y te de paz" (Números 6:24-26).

Cada semana, con la habitación envuelta por un aura de paz, el hombre colocaba su mano sobre la cabeza de Gerwig y la bendecía también a ella.

En esos momentos sagrados, Gerwig sentía aceptación y un amor incondicional, los bloques básicos de la autoestima. Ella recuerda: "No importa lo que ganaste o perdiste durante la semana, lo que hiciste o no hiciste, cuando llegas a esa mesa tu valor no tiene nada que ver con todo eso. Eres un hijo de Dios… Ese es tu valor".

Durante milenios, esta bendición ha asegurado a los niños judíos que su valor no es determinado por el éxito o los fracasos mundanos. Comunicar esta sensación de seguridad, protección y autoestima ayuda a los niños a aceptar su ser verdadero, a sentirse "suficientes" tal como son.

En un mundo que a menudo se mueve a un ritmo alarmante, con presiones y factores estresantes que pueden influir mucho en nuestros corazones, es fundamental que encontremos esos momentos de tranquilidad y conexión. No importa qué conflictos hayan ocurrido durante la semana (en casa, en la oficina o en el patio en el recreo), todo puede desvanecerse bajo la luz del Shabat.

Al crear "Barbie", Gerwig imaginó a los espectadores sentados en un cine oscuro con aire acondicionado durante dos horas, y quiso transportarlos a un espacio seguro, un oasis de amor y plenitud que encarna la calidez y la belleza de sentirte bendecido… protegido y rodeado de paz.

"La idea de un Dios que te ama… que te mira y te dice: 'Cariño, lo estás haciendo bien', es algo que yo necesito y que quise darles a los demás", dijo ella a "The Times".

Su fórmula mágica: "Quiero que la gente se sienta como yo me sentía cuando era pequeña en la cena de Shabat… Quiero que se sientan bendecidos".

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