El significado oculto de las fábulas del Talmud

Algunas fábulas del Talmud

Algunas personas creen que junto con cualquier tipo de sabiduría que pueda contener el Talmud (y otras escrituras judías), también hay una cantidad de supersticiones y antiguo folklore. En la superficie, esta idea no carece de fundamento, ya que los Sabios del Talmud creían en cosas como:

"Para una fiebre que ataca a diario, uno debe tomar un zuz blanco (una moneda), llevarlo a un evaporador de sal y medir su peso en sal. Luego se debe atar la sal por la apertura del cuello de la camisa con un mechón de cabello. Esto curará la fiebre".

"Debe sentarse en un cruce de caminos y cuando vea una hormiga grande llevando una carga, debe tomar a la hormiga y ponerla en un tubo de cobre. Luego debe cerrar el tubo con plomo y sellarlo con 60 clases de sellos diferentes. Debe agitar el tubo y decirle a la hormiga: '¡tu carga sobre mí y mi carga sobre ti'!".

Algunos dirán: "Parece demasiado ridículo"… "¿Qué puedes esperar de gente tan anticuada y excéntrica?"...

Pero aquellos que tienen experiencia en exégesis talmúdica y mística, pueden distinguir en estas fórmulas los rastros de mensajes y palabras en clave. ¿Es posible que nos estén enseñando más de lo que parece?

De acuerdo con muchos de los grandes místicos, eso es precisamente lo que ocurre. Como escribió el Gaón de Vilna:

"Fue decretado que los sagrados secretos de las enseñanzas de Moshé serán recubiertos y escondidos en formas raras, como estas extrañas declaraciones de los sabios, en vez de ser claramente evidentes. Esto, a su vez, hace posible que los burlones de cada generación los menosprecien".

 ¿Por qué debía ser así?, es una larga historia. Por ahora, basta con decir que:

"A nivel superficial, las hagadot, o fábulas de los Sabios, parecen expresiones absurdas, Dios no lo quiera. Sin embargo, todos los secretos del universo están ocultos en ellas".

Por debajo de la superficie

¿Qué ocurre con otras creencias desacreditadas de estos sabios, como la creencia de que las estrellas están fijas en grandes esferas que giran alrededor de la Tierra, que el vino es bueno para las mujeres embarazadas o que los piojos se generan espontáneamente? ¿Acaso esto no pone en duda todo lo que ellos creían?

En realidad no, y por tres razones.

La primera es que los sabios nunca dijeron poseer la totalidad del conocimiento humano, sino que sólo delinearon las bases fundamentales de la espiritualidad judía. Por lo tanto, haber aceptado la ciencia de la época (tal como lo hacemos nosotros) o remedios folklóricos comúnmente aceptados, no presenta un problema teológico. De haber existido creencias más actualizadas, esas son las que ellos hubieran registrado.

En segundo lugar, su interés en los fenómenos naturales (ciencia) en gran medida estaba motivado por las consecuencias que estos tenía sobre la ley judía. Así como todo el mundo sabe que no existe la puesta de sol (ya que el sol permanece fijo), pero a nadie le importa porque parece que el sol se está poniendo, lo mismo ocurre en un caso como el de la generación espontánea de piojos, ya que a simple vista se ve que surgieron de la nada, y eso fue suficiente para basar en ello la ley judía. La realidad del asunto no tiene relevancia aplicable en este caso.

Finalmente, en tercer lugar, hay una enseñanza (siguiendo las líneas del Gaón de Vilna) respecto a que la ciencia de la época que fue registrada en el Talmud sólo tuvo la intención de ser un vehículo para enseñar una sabiduría más profunda.

Consideremos las palabras de Rav Moshé Jaim Luzzatto:

"Los Sabios registraron gran parte de la tradición esotérica que habían recibido en relación a la naturaleza y la astronomía. En otras palabras, ellos utilizaron el conocimiento de la naturaleza y la astronomía que era aceptado entre los eruditos no judíos de la época para transmitir algo más. Por lo tanto, ellos nunca tuvieron la intención de enseñar 'hechos' científicos relativos a esos fenómenos, sino más bien utilizar esos hechos como vehículos para enseñar secretos kabalísticos. Por lo tanto, no debemos pensar que estaban equivocados porque un modelo particular que ellos usaron ya no es aceptado. Su intención fue ocultar la tradición oculta en el conocimiento aceptado de su generación. Esa misma tradición hubiera podido ser cubierta con una prenda diferente de acuerdo a lo que era aceptado (como un hecho científico) en otras generaciones".

Como la música de Schoenberg o los escritos de Joyce, todo esto puede parecer garabatos para los no iniciados. Aquellos que tienen la humildad de dejar a un lado los prejuicios y se toman el tiempo de investigar más allá de una primera lectura superficial, pueden descubrir un mundo imprevisto de sorprendente orden y sabiduría en el Talmud.