Falsos mesías en la historia judía

26/05/2022

6 min de lectura

¿Qué es el Mashíaj y cómo sabremos con certeza quién es?

"Mashíaj" es una de esas palabras como "amén" y "aleluyá", que entraron al español. Si bien la idea del Mesías se originó en el judaísmo, posteriormente fue adoptada como un concepto teológico tanto por el cristianismo como por el islam.

¿Qué significa la palabra y cómo sabremos con certeza quién es el verdadero Mashíaj?

La raíz de la palabra "mashíaj" deriva de la palabra hebrea "ungir". La primera vez que se la menciona es en el libro de Éxodo:

Dios le habló a Moshé, para decir: "Ahora toma para ti especias finas: mirra fina… canela aromática… caña aromática… casia… y aceite de oliva. De él harás aceite para unción de santidad… Con él ungirás la Tienda de la Cita (el Tabernáculo) y el Arca del Testimonio… Ungirás a Aharón y a sus hijos y los consagrarás para que oficien ante Mí" (Éxodo 30:22-30).

Verter un poco de ese aceite sagrado sobre objetos e individuos marcaba que habían sido designados por Dios para una función más elevada. En toda la Biblia profetas como Samuel, Natan y Elisha usan este aceite para ungir a los reyes de Israel, implicando que son los gobernantes elegidos por Dios.

Que Dios usara un emisario para designar a alguien como rey, con una autoridad conferida por Dios Mismo, fue adoptado en la Europa medieval cristiana como base de la idea del "derecho divino de los reyes".

Esta idea de que Dios usara un emisario para designar a alguien como rey, con una autoridad conferida por Dios Mismo, fue adoptada en la Europa medieval cristiana como base de la idea del "derecho divino de los reyes", una práctica que continúa hasta la actualidad. En 1953, cuando Isabel II fue coronada como Reina de Inglaterra en Westminster Abbey, Londres, el arzobispo de Canterbury la ungió con aceite, imitando a los profetas de la antigua Israel. Después de esta ceremonia de coronación, el coro cantó: "Tzadok el sacerdote", compuesta en 1727 por Handel para la coronación del Rey Jorge II. La canción comienza con las palabras "Tzadok el Sacerdote y Natan el Profeta ungieron al rey Salomón".

La unción de la Reina Elizabet II, representada en la serie "La corona".

La tarea del Mashíaj

Si bien en la Biblia hay muchos individuos que fueron ungidos, en el judaísmo sólo uno tiene el título de "El Mashíaj". Este mashíaj tiene un rol muy especial en la historia, y es esencial en las creencias del judaísmo tradicional. Él aparece durante el "Final de los Días", el capítulo final y el clímax de la historia humana, para actuar como catalizador y acelerar el proceso de redención del pueblo judío y, en definitiva, de toda la humanidad.

El gran sabio medieval Maimónides, conocido también como el Rambam, da una breve pero clara descripción de su tarea:

"El Rey Mashíaj surgirá y restaurará el reinado de David a su condición previa y a su soberanía original. Él reconstruirá el santuario y reunirá a los dispersos de Israel. Todas las leyes antiguas serán reinstituidas en sus días…"

Maimónides, Mishné Torá, Leyes de los Reyes, Cap. 12.

No es una tarea nada sencilla. Este Mashíaj, el último rey de Israel, tiene que llevar a todo el pueblo judío físicamente de regreso a la Tierra de Israel y transformar el nivel espiritual de la nación haciendo que esta reconozca la realidad de la existencia de Dios y el origen Divino de la Torá y sus mandamientos. El Mashíaj también debe reconstruir el Templo, restaurar su servicio y defender a Israel de cualquier nación que intente detener este proceso. Una vez que logre todo esto, será designado Rey de Israel.

Maimónides continúa diciendo:

"Si surge un rey de la Casa de David que medita en la Torá, se ocupa con los mandamientos… observa los preceptos descritos en la Torá Escrita y la Oral, prevalece sobre Israel para que camine en el camino de la Torá… lucha las batallas de Dios, puede asumirse que es el Mashíaj. Si hace estas cosas y tiene éxito, reconstruye el santuario en su sitio y reúne a los dispersos de Israel, estará más allá de toda duda que es el Mashíaj. Él preparará a todo el mundo para servir a Dios.

Maimónides, Mishné Torá, Leyes de los Reyes, Cap. 12.

Si bien a lo largo de la historia hubo muchos individuos que tuvieron el potencial para ser el mashíaj, uno sólo obtiene el título si completa el trabajo.

Esta idea de "la llegada del Mashíaj" y el "Final de los Días" no se vincula a ninguna fecha en particular. El judaísmo cree que la redención puede llegar en cualquier momento y la expectativa mesiánica en el pueblo judío fluctuó drásticamente a lo largo de la historia.

Fervor mesiánico

En sintonía con la idea de que "el momento más oscuro es justo antes del amanecer", vemos emerger un patrón en la historia judía: la expectativa mesiánica crece cuando el pueblo judío está en su punto más bajo.

Aquí hay algunos buenos ejemplos:

  • La Gran Rebelión en contra de Roma entre los años 67 y 70 EC, que culminó en la destrucción de Jerusalem y la quema del Segundo Templo. El trágico acto final de esta historia fue la caída de la fortaleza de Masada en el año 73 EC.
  • La Rebelión de Bar Kojba, entre 132 y 135 EC. El líder de esta rebelión, Shimón bar Kosiba, tuvo tanto éxito en un comienzo que ganó el apoyo del gran Rabí Akiva, quien lo vio como un potencial Mashíaj. Bar Kosiba fue apodado "bar Kojba", o hijo de la estrella, en alusión a su potencial mesiánico. Trágicamente, esta rebelión terminó en fracaso con la muerte de cientos de miles de judíos, incluyendo a Bar Kojba y a Rabí Akiva, y la destrucción absoluta de gran parte de la Tierra de Israel.
  • La expulsión de España en 1492. Este evento calamitoso llevó a la destrucción completa de una de las comunidades judías más grandes e importantes de la Diáspora, y es uno de los eventos más traumáticos de la historia judía.
  • La Masacre de Khmelnitsky de 1648-1649. Esta rebelión cosaca diezmó muchas comunidades judías de Europa Oriental y llevó al asesinato de 100.000 judíos.

Durante e inmediatamente después de estos terribles eventos hubo un inmenso incremento de la expectativa mesiánica. Este fervor mesiánico también fue acompañado por otro fenómeno fascinante: falsos mesías que afirmaron ser los salvadores del pueblo judío.

Shabtai Tzvi

De todos los falsos mesías que aparecieron en la historia judía, el más conocido y quien tuvo el mayor impacto fue Shabtai Tzvi (1626-1676). Shabtai nació en Izmir, Turquía, en el imperio otomano, era sumamente inteligente y carismático, tenía una inclinación hacia la mística y a los 18 años ya había sido ordenado rabino. Por desgracia, también era mentalmente inestable, probablemente maníaco depresivo.

Shabtai Tzvi

Él abandonó Turquía y eventualmente llegó a Israel, donde conoció a otro personaje interesante llamado Natán de Gaza. Natán convenció a Shabtai de que era el Mashíaj y que él era su profeta. Después de siglos de horrendas persecuciones, expulsiones y matanzas, y sólo unos pocos años después de las traumáticas masacres de Khmelnitsky, el pueblo judío estaba en una situación muy delicada y listo para la redención.

Las historias sobre los milagros de Shabtai se esparcieron a lo largo y a lo ancho del mundo judío y una gran cantidad de judíos se convenció de que se trataba del verdadero mesías. El diario de una mujer judía llamada Gluckel de Hamelin, Alemania, nos ofrece un relato de primera mano sobre estos eventos:

Alrededor de esta época la gente comenzó a hablar de Shabtai Tzvi… En todo el mundo los siervos y los niños se sumergieron en arrepentimiento, plegaria y caridad durante dos, sí, tres años. Mi amado pueblo de Israel estuvo en trabajo de parto, y en el cuarto año sólo vino viento…

Nuestra alegría cuando llegaban las cartas de Smirna es indescriptible. La mayoría de las cartas estaban dirigidas a los sefaradim. Apenas llegaban, llevaban las cartas a la sinagoga y las leían en voz alta. Jóvenes y viejos, también los alemanes se apresuraban a las sinagogas sefaradíes…

Muchos vendieron sus casas, sus tierras y todas sus posesiones para el día en que esperaban ser redimidos. Mi buen suegro abandonó su hogar en Hamelin, abandonó su casa, las tierras y todos sus muebles de buena calidad.

Las memorias de Gluckel de Hamelin

La historia no terminó nada bien. Shabtai fue al Sultán de Turquía y le exigió que pusiera su corona sobre la cabeza de Shabtai. El sultán le respondió a Shabtai que podía convertirse al islam o perder la cabeza. Shabtai se convirtió y buena parte del mundo judía quedó devastada.

El anhelo por la llegada del Mashíaj y la concomitante era de paz mundial y claridad continúa siendo un concepto central del judaísmo.

Esos eventos traumáticos causaron una reacción masiva en contra del mesianismo y de la expectativa mesiánica, que continúa presente en la consciencia judía hasta el día de hoy.

Al igual que el niño que gritó lobo, la triste saga de Shabtai Tzvi y otros farsantes, hizo que el pueblo judío se vuelva muy cauto respecto al fenómeno.

Si bien todas tragedias y los falsos mesías hicieron que el pueblo judío se vuelva muy cauto respecto al fervor mesiánico, el anhelo por la llegada del Mashíaj y la concomitante era de paz mundial y claridad continúa siendo un concepto central del judaísmo y una fuente de esperanza en la larga y a menudo difícil historia del pueblo judío.

Respecto a cuándo llegará finalmente el verdadero Mashíaj, quizás la mejor respuesta se encuentra en el Zóhar, la obra mística judía:

"La voluntad de Dios es que la fecha de la llegada del Mashíaj no sea revelada al hombre, pero cuando la fecha se acerque, incluso los niños serán capaces de hacer el cálculo" Zóhar, Bereshit 118a.

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