Kanye West ataca a los judíos

El artista Kanye West, apodado Ye, es famoso como un genio creativo, uno de los músicos más ricos del mundo y un influyente diseñador de moda. Él también se ha destacado recientemente por difundir tropos antisemitas contra los judíos en redes sociales y en entrevistas.

Las controversiales declaraciones de Kanye West

En caso de que no se hayan topado con sus viles palabras, West escribió en twitter sobre entrar en "death con 3 con el PUEBLO JUDÍO” (aparentemente una referencia al término DEFCON que utilizan las fuerzas armadas de EE.UU.) y también que “ustedes [los judíos] han jugado conmigo y han tratado de bloquear a cualquiera que se oponga a su agenda”.

Además, en una entrevista con Tucker Carlson, West hizo una serie de comentarios abominables (algunos de los cuales ni siquiera fueron emitidos) en los que habló de conspiraciones del pueblo judío y de la identidad judía. West también dijo que hubiera deseado que sus hijos aprendieran sobre Janucá en vez del "complicado Kwanzaa", porque Janucá por lo menos viene con "algo de ingeniería financiera".

En otro clip, Ye habló del supuesto control judío: "El pueblo judío se ha apropiado de la voz negra. Ya sea que usemos una camisa de Ralph Lauren, que firmemos con un sello discográfico judío, que tengamos un mánager judío, que firmemos con un equipo de básquetbol judío o que hagamos una película en una plataforma judía como Disney".

Y también esta calumnia: "Es sabido que ganaron dinero a través de los abogados, cuando después de Wall Street, cuando la gente, como los católicos, no se divorciaban, entonces vinieron los abogados judíos y ellos estuvieron dispuestos a divorciarlos. Así fue que se ganaron su dinero".

Cuando le pidieron que explicara sus detestables mensajes, Kanye West dijo: "Me alegra haber cruzado la línea, así ahora podemos hablar abiertamente de cosas tales como ser cancelado por un banco".

Algunos trataron de excusar los arrebatos de Kanye explicando que no había tomado su medicación, que está paranoico y que tiene problemas de salud mental. No justifiquemos el fanatismo con excusas. Todos somos responsables de nuestras palabras. Las palabras son importantes. Ellas dan origen a la animosidad e incitan a la violencia.

El antisemitismo no puede ser ignorado

Ya sea que escuches o no su música, que uses o no sus creaciones, debemos tomar una postura. Todos somos responsables de abrir los ojos ante el veneno que él está difundiendo por todo el mundo. Hay una guerra de palabras que estalla ante nuestra vista. El antisemitismo no puede ser ignorado.

Antes de que Instagram restringiera su cuenta, Ye tenía 18,1 millones de seguidores. También tenía 31,4 millones de seguidores en Twitter antes de que su cuenta pasara a ser "sólo de lectura". Esto implica millones de mentes que digieren esas mentiras repugnantes, millones de corazones que se ven influidos por su venenoso odio a los judíos, quienes luego publicaron mensajes en forma de grafiti defendiéndolo: "Kayne tiene razón".

No podemos quedarnos callados

Su arte no puede separarse de sus mensajes tóxicos. Al escuchar el silencio ensordecedor que me rodea, comprendí que no me atrevo a quedarme callada. Nadie debe hacerlo.

Escribo estas palabras al concluir nuestra festividad de Sucot. Salgo de mi sucá, mi refugio temporario que albergó y dio paz a mi familia durante estos días de celebración. Aunque vamos a desarmar la sucá, me llevó su mensaje eterno.

Dios rodeó a nuestra nación con Sus nubes de misericordia mientras atravesamos el desierto. Viajamos con el calor sofocante del día y la helada oscuridad de la noche, pero todo el tiempo estuvimos protegidos. Estábamos a salvo, cuidados y amados. Hasta el día de hoy nos aferramos a ese amor. Los Ye del mundo vienen y van. Nos insultan. Nos empujan hacia abajo. Intentan borrarnos. Pero ningún antisemita logrará borrar a nuestra nación de la faz de la tierra.

Y al oír la declaración de Kanye West: "Quiero que los niños judíos miren a sus padres judíos y les pregunten: '¿Por qué Ye está enojado con nosotros?'", yo respondo a sus desvaríos y a sus desatinos con mi fe y mi orgullo judío intactos.

Ayer en la mañana, en Simjat Torá, estuve en la sinagoga. Observé a mi hijo cargando a su pequeño hijo, mi nieto, sobre los hombros mientras él y mi esposo bailaban juntos con la sagrada Torá. Me embargó la ternura y la emoción.

No, Kayne, los niños judíos no van a mirar a sus padres para preguntarles por ti. En cambio, mirarán a sus padres y abuelos y preguntarán cómo es posible que milagrosamente hayan sobrevivido, que emergieran de las llamas y de las cámaras de gases, y soportaran todo. ¿Cómo es posible que el mundo nos diera por muertos y, sin embargo, aquí estamos, bailando con nuestra Torá?

Yo nací en medio de las cenizas del Holocausto, y mientras tenga vida continuaré enseñando a mis hijos y a los hijos de mis hijos que nosotros vivimos para que aquellos a quienes les quitaron la vida no hayan muerto en vano. Nos aferraremos obstinadamente a nuestras tradiciones, abrazaremos a nuestro pueblo y seguiremos las huellas de aquellos que caminaron delante de nosotros. Vamos a eliminar tu oscuridad con nuestra luz, tu odio con nuestro amor y tu maldad con nuestra compasión.

No te quedes callado. El mundo necesita tu voz, tu corazón y tu alma.