La historia de los judíos de Yemen

02/07/2023

8 min de lectura

Una antigua comunidad judía que sobrevivió contra todas las probabilidades y regresó a casa.

A principios del siglo XX, había más de 50.000 judíos en Yemen. Pero en febrero del 2022, de acuerdo con un informe de las Naciones Unidas respecto al trato de las minorías religiosas en zonas de conflicto (Gabby Deutch, “Jewish Insider” 14 de marzo 2022), quedaban siete judíos en Yemen. Supuestamente hay allí “judíos escondidos”, que se han convertido al islam pero practican secretamente el judaísmo.

Una tradición única

Los judíos yemenitas tienen una tradición religiosa única que los separa de los ashkenazim, sefaradim y otros grupos judíos. Las raíces de los judíos en Yemen (en hebreo Teimán) se remonta a la época bíblica. Yemen se menciona en varios lugares en las escrituras judías. Se destaca como el lugar de origen de Elifaz, el amigo de Job. Además, se dice que la famosa Reina de Saba, mencionada en el Libro de Reyes cuando visita al Rey Salomón, escuchó sobre el Rey Salomón de los judíos en Yemen, que estaba ubicada cerca del reino de Saba.

Al Ajar, Haïdan, 1984, foto: Myriam Tangi

Aunque la provincia no es mencionada en la Mishná ni en el Talmud, hay una supuesta referencia en el libro de Josefo Flavio, “La guerra de los judíos”. Josefo declara que él le había informado a “los árabes más remotos” respecto a la destrucción y se asume que se refiere a los judíos de Yemen.

¿Cómo llegaron allí?

La inmigración de la mayoría de los judíos hacia Yemen parece haber ocurrido a comienzo del siglo II. En el antiguo cementerio judío de Beit Shearim, hay una inscripción en una de las habitaciones que describe a quienes fueron enterrados allí como el “pueblo de Himyar” (el reino yemenita). Se supone que sus cuerpos fueron enviados desde Yemen para ser enterrados en Israel, no que murieron mientras visitaban Israel, al igual que muchas personas hoy en día piden ser enterradas en la Tierra de Israel.

Hay leyendas fascinantes respecto a cómo fue fundada la comunidad judía de Yemen.

Una tradición judía yemenita local dice que los judíos llegaron a la península arábiga en la época del Rey Salomón. Algunos dicen que esto se debió a que el Rey Salomón envió a Yemen comerciantes judíos a buscar oro y plata para usarlo en la construcción del Templo en Jerusalem. Otros dicen que enviaron a la región artesanos judíos por pedido de la Reina de Saba, en ese mismo período.

Al Ajar, Haïdan, 1984, foto: Myriam Tangi

Otra tradición, de los judíos de Sanaa, dice que sus ancestros se establecieron en Yemen 42 años antes de la destrucción del Primer Templo. También dicen que en la época del profeta Jeremías viajaron a Yemen aproximadamente 75.000 judíos, incluyendo cohanim y levitas.

La tradición de los judíos de Habban (al sur de Yemen) es que son descendientes de la tribu de Iehudá que perteneció a una brigada enviada por Herodes el Grande para ayudar a las legiones romanas que luchaban en la zona. La tradición es que llegaron al área antes de la destrucción del Segundo Templo y no regresaron a la Tierra de Israel.

El rey de Himyar y el intento de convertir a su reino

Los judíos que vivían en la península arábica antes del periodo romano se concentraban principalmente en dos áreas: Yemen y Hejaz (hoy en día el noroeste de Arabia Saudita).

Hay una historia fascinante respecto al Rey de Himyar y los judíos. Aparentemente, el Rey Abu-Kariba Assad sitió Yathrib (actualmente Medina) para vengar la muerte de su hijo, que había sido asesinado por los habitantes de la ciudad. Durante el sitio, el rey se enfermó gravemente y dos judíos de Yathrib con conocimientos médicos, Kaab y Assad, entraron al campo enemigo y salvaron su vida. Después de curar al rey, ellos le rogaron que levantara el sitio e hiciera paz con la ciudad.

Al Ayar Haïdan, 1983. Foto: Myriam Tangi

El rey no sólo puso fin a la guerra, sino que estaba tan impresionado con los judíos que se convirtió al judaísmo junto con todo su ejército. Al regresar a su hogar, llevó con él a dos judíos para enseñarle a la población e insistió que todo su pueblo se convirtiera al judaísmo. Sin embargo, las conversiones no fueron totales y quedaron la misma cantidad de paganos que de judíos. También existe una discusión respecto a si él se convirtió por genuina creencia o por conveniencia política. Lo que queda claro es que en esa época el judaísmo floreció en Himyar y se encontraron muchas inscripciones con términos judíos (“Dios de Israel”) que datan de los siglos VI y VII.

El ascenso del islam en Yemen y la persecución de los judíos yemenitas

El tamaño de la población judía de Yemen durante los primeros cinco siglos de la Era Común se mantuvo estable en alrededor de 3.000 personas. Los judíos estaban repartidos por el país, pero comerciaban ampliamente con otros lugares y en consecuencia contaban con muchos textos judíos y conocían su legado, aunque había pocos sabios en esa época.

En el año 628 E.C., algunos lideres yemenitas y tribus no judías se convirtieron al islam. Poco después, Mahoma envió a su primo Ali a Sanaa para crear una fuerte autoridad central islámica en Yemen.

Durante este periodo de gobierno musulmán, los judíos fueron designados como Ahl al-Kitab, el protegido pueblo del libro. Se les concedió libertad de religión condicional a que pagaran Jizya, un impuesto al sufragio. La persecución activa de los judíos por parte de los musulmanes comenzó con toda su fuerza bajo el clan chiita-saidí (la secta que hoy siguen los fanáticos antisemitas hutíes en Yemen), cuando tomaron el poder de manos de los musulmanes sunitas, más tolerantes, a comienzos del siglo X.

Bajo el mandato saidí, que duró casi 1.000 años, los judíos fueron tratados como ciudadanos de segunda clase y oprimidos por los gobernantes y la población. Eran considerados impuros y no podían tocar la comida de un musulmán ni transportarse en camello o a caballo, y cuando viajaban en una mula o un burro, tenían que sentarse de lado. Al entrar al barrio musulmán, un judío tenía que quitarse los zapatos y caminar descalzo. Si era atacado con piedras o puños por jóvenes islámicos, el judío no podía defenderse.

Al Ayar Haïdan, 1983. Foto: Myriam Tangi

El "decreto de huérfanos" era una ley que decía que si el padre fallecía, sus hijos eran tomados por el estado y convertidos a la fuerza al islam. Aunque esta ley fue ampliamente ignorada durante el mandato Otomano, durante el periodo del Imam Yahya (1918-1948) en 1922, la cruel ley fue impuesta estrictamente. Los huérfanos judíos eran secuestrados de la comunidad y ni los ruegos ni sobornos eran aceptados para liberarlos. La comunidad y los familiares de los niños huérfanos buscaron formas de salvar a los niños de esta tragedia y a veces pudieron evitar la conversión forzosa casando rápidamente a los niños, ya que una persona casada era considerada un adulto y no podía ser tomada por el estado. A veces los niños podían ser trasladados a la gran ciudad y escondidos con una familia judía y otras veces los sacaban del país.

Los judíos yemenitas y el Rambam

A finales del siglo XII, se levantó en Yemen un falso profeta que proclamó que el judaísmo y el islam ahora eran una misma cosa. Él usó citas de la Torá para probar su teoría y dado que la mayoría de la población no era ilustrada, fue muy influyente. El sabio de Torá más grande de Yemen, Yaakov ben Netanel al-Fayyumi, le escribió al Rambam (Maimónides) en 1172 para consultar su opinión. El Rambam respondió con la que sería la famosa Igueret Teimán, Carta a Yemen, elaborando sobre la respuesta y clarificando los fundamentos de la creencia judía. Esta carta tuvo un impacto tan grande entre los judíos de Yemen que incluyeron el nombre del Rambam en el rezo del Kadish, rezando para que viviera una larga vida y que su nombre fuera bendecido.

Después de su Carta a Yemen, los rabinos de Yemen mandaron cartas al Rambam y él les enseñó a través de las cartas que enviaba. También les envió una copia de su Mishné Torá, la ley judía codificada y su obra fue meticulosamente copiada en Yemen. En la Guenizá de El Cairo se encontraron muchas cartas del siglo XII y posteriores, demostrando la conexión cercana entre la comunidad de El Cairo y los rabinos en Yemen que comenzó con el Rambam.

Eruditos y Rabinos

A pesar de su aislación geográfica, los judíos yemenitas mantuvieron contacto con importantes centros judíos, particularmente con Egipto y Babilonia. A lo largo de su historia, tuvieron grandes sabios.

En el siglo XIV, Rav Netanael ben Isaías escribió un comentario de la Biblia en árabe. En la segunda mitad del siglo XV, Rav Saadia ben David al-Adani fue autor de un comentario sobre la Biblia y Rav Abraham ben Salomón escribió sobre los Profetas.

Estudio en el mufredj mientras el padre está haciendo tzitzit, Beit Sinan, Arhab, 1986. Foto: Myriam Tangi

Rav Shlomo Adani (nacido en 1567) también era nativo de Yemen y es considerado uno de los grandes comentaristas de la Mishná. Él nació en Sanaa, Yemen, hijo del Rav Yeshua Adani, un rabino destacado de la ciudad. La familia emigró a la Tierra de Israel en 1571, en donde él completo su libro titulado Melejet Shlomo en 1624. Su obra es considerada un clásico y está parcialmente impresa en la mayoría de las ediciones de la Mishná con comentarios. En Jerusalén, Beersheva y otras ciudades de Israel hay calles nombradas en honor al Rav Shlomo Adani.

El Rav Shalom Sharabi, nacido en Yemen en 1720, es considerado el padre de todos los cabalistas sefaradim contemporáneos. Después de salvarse milagrosamente de una situación difícil, él cumplió su promesa de ir a la Tierra Santa de Israel y vivir en Jerusalem.

Los judíos de Yemen emigran a Israel

Cuando viajar se hizo más fácil con la apertura del Canal de Suez en 1869, los judíos comenzaron a emigrar de Yemen a la entonces llamada Palestina. Muchos de los judíos que se mudaron durante esta época, aproximadamente un diez por ciento de la población, se asentaron en Jerusalem, Jafo o en asentamientos agrícolas.

En 1922, cuando el gobierno de Yemen comenzó a imponer fuertemente el "decreto de huérfanos", más judíos emigraron.

Luego del voto de partición de 1947 en el cual la ONU votó dividir la entonces Palestina y darles un país a los judíos, los árabes musulmanes en Yemen, ayudados por la fuerza policial local, comenzaron revueltas y asesinatos, matando a 82 judíos en Aden y destruyendo cientos de hogares judíos. Esto paralizó económicamente a la comunidad judía y asustó a los judíos respecto a su futuro en Yemen.

Esta situación peligrosa en aumento llevó a la emigración de virtualmente toda la comunidad judía yemenita entre junio de 1949 y septiembre de 1950 en la Operación alfombra mágica. Durante este periodo, emigraron a Israel más de 50.000 judíos.

Una migración menor continuó hasta 1962, cuando una guerra civil detuvo abruptamente más éxodos judíos.

Hoy la enorme mayoría de medio millón de judíos en el mundo de origen yemenita viven en Israel. Ellos tienen un legado de 2.000 años de judería yemenita.


Nuestro agradecimientos a la fotógrafa Myriam Tangi por darnos permiso para utilizar sus fotografías (www.myriamtangi.com). 

Aprende más sobre la población judía mundial con nuestro artículo: ¿Cuántos judíos hay en el mundo?

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