Los judíos de Irak

21/12/2023

4 min de lectura

Explora una de las comunidades judías de la diáspora más antiguas e importantes de todos los tiempos.

Aunque algunos identifican la ciudad de Ur, el lugar de nacimiento de Abraham, en la actual Irak o Babilonia, la historia de la antigua comunidad judía “en los ríos de Babilonia” (Salmos 137:1) se considera generalmente que comenzó en el siglo VI AEC. En ese antiguo periodo, desde 587-538 AEC los judíos eran prisioneros como esclavos en Babilonia luego de la conquista de Jerusalem y la destrucción del Primer Templo a manos del rey babilonio Nabujadnetzar.

Incluso aunque el siguiente gobernante persa de Babilonia, el Rey Ciro, permitió que los prisioneros judíos regresaran a Jerusalem y reconstruyeran el Segundo Templo en el año 538 AEC, muchos escogieron quedarse en la fértil tierra entre los ríos Éufrates y Tigris. Una de las comunidades judías de la diáspora más antigua e importante de todos los tiempos se estableció en esas tierras.

Escribas judíos en la tumba de Ezekiel, 1914

Desde aproximadamente el año 225 EC hasta el año 1000 EC, la comunidad judía de Babilonia es reconocida como la capital mundial del estudio de Torá y es acreditada con preservar y transmitir las tradiciones rabínicas desde los antiguos periodos medievales. Allí, alrededor del año 225 EC, Rav o Abba Arikha estableció la academia Sura en el sur de Irak, la cual continuó operando hasta la conclusión del periodo de los Gueonim en el siglo XI.

Rav, alumno de Rabí Yehuda el Príncipe de la tierra de Israel, viajó a Irak con la Mishná, comenzando el periodo de intensivo estudio y debate sobre la ley judía que culminó en la compilación del Talmud de Babilonia por Rav Ashi en el siglo V. Al completar el Talmud, líderes de seminarios rabínicos en Sura y Pumbedita o “Gueonim” continuaron sirviendo las necesidades religiosas y filosóficas del pueblo judío, respondiendo preguntas que eran enviadas desde todo el mundo. Estas “preguntas y respuestas” fueron recolectadas y publicadas y siguen siendo una importante base de la ley judía contemporánea, además de las preciadas fuentes históricas para este temprano período de la historia judía.

Judíos rezando en la tumba de Ezequiel en al-Kifl, Irak

Con el florecimiento de las comunidades judías en Ashkenaz, Francia, el norte de África y Egipto en el periodo medieval, además de la brutal invasión de Irak a manos de Gengis Kan en 1238 EC, el estatus de la comunidad judía de Irak y su importancia como centro de vida judía declinó rápidamente. No fue hasta muchos años después en el siglo XIX, bajo el liderazgo de Rabi Abdallah Somej (1813-1899) y su alumno Rabi Yosef Jaim, el “Ben Ish Jai” (1834-1909), que Irak resurgió como un centro importante de cultura judía y educación religiosa. En este periodo, los rabinos en Irak guiaron a las crecientes comunidades judías del este –particularmente India y China– ya que los judíos tuvieron un rol central en la globalización del comercio en estos emergentes mercados.

Flora Sassoon, mujer de negocios, filántropa y estudiosa judía hindú

Un ejemplo interesante que captura la fidelidad de la judería a sus antiguas tradiciones, además de una apertura de mente general al progreso e innovación, es la historia de la familia Sassoon y Flora Sassoon. La familia Sassoon, llamada los “Rothschild del este” por su inmensa riqueza, son conocidos por potenciar el comercio global a India gracias a la construcción de los puertos de Bombay (Mumbai) utilizados hasta el día de hoy. Flora Sassoon (1859-1936), esposa de Salomón David Sassoon, es conocida por administrar el imperio de la familia Sassoon luego del fallecimiento de su esposo, además de su trabajo filantrópico y sus esfuerzos en estudio. Una judía devota observante, ella mantuvo correspondencia personal con los rabinos más importantes de su época e incluso logró publicar artículos de estudio en varios temas de Torá en su tiempo libre.

El destino de la comunidad judía en Irak sufrió un repentino descenso en 1941, cuando estalló la violencia antisemita en las calles de Bagdad, en donde fueron asesinados cientos de judíos. Después de miles de años de relativa tranquilidad y paz como minoría religiosa, la comunidad judía de Irak ya no podía confiar en el recientemente fundado gobierno de Irak después de la inflamación de tensiones étnicas y deprivación de completos derechos políticos de los judíos. Con la fundación del Estado de Israel en 1948, más del 90 por ciento de los judíos de Irak decidieron abandonar su ciudadanía iraquí a la primera oportunidad y hacer aliá a Israel en 1951 en la “Operación Ezra y Nejemia”.

La gran sinagoga de Bagdad a principios del siglo XX

Hasta el día de hoy, los judíos iraquíes mantienen una distintiva identidad y están orgullosos de su antigua herencia, con comunidades alrededor del mundo y sinagogas iraquíes ubicadas en Londres, Los Ángeles, Nueva York y Toronto. En Israel, la primera llegada de judíos iraquíes en 1951 ha moldeado profundamente la cultura israelí. Por ejemplo, muchos de los rabinos sefaradim líderes en Israel son de ascendencia iraquí, incluyendo al famoso ex Rabino Jefe de Israel, Rav Ovadia Yosef (1920-2013).

Las comidas iraquíes, como el sándwich sabij, la sopa de kubeh y la famosa amba, son esenciales en la cocina israelí y se encuentran en restaurantes por todo el país. Incluso la música iraquí clásica iniciada por los hermanos judíos Al-Kuwaity, Daud y Saleh, ha alcanzado popularidad internacional gracias al grupo israelí Dudu Tassa & The Kuwaitis (Dudu Tassa es el nieto de Daud Al-Kuwaity).

Llevados primero a Babilonia como esclavos, los judíos de Irak perseveraron, sobrevivieron y florecieron en su nuevo hogar “entre los dos ríos”. Su marca en la historia judía es duradera y perdurable.

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