La importancia de la comunidad en la vida judía

28/05/2024

5 min de lectura

El pueblo judío vive, reza y estudia de forma comunitaria.

De acuerdo con el Talmud,(1) cada judío es considerado un garante por cada otro judío. Esta idea simple implica una matriz compleja, elaborada y espiritual que conecta a cada persona judía con toda otra persona judía en los más profundos niveles del alma, y esto impregna prácticamente todos los aspectos de la vida judía.

Esta es la razón por la que las plegarias judías están redactadas en plural, y por lo que el servicio judío requiere un quórum de por lo menos 10 personas para comenzar. Los detalles de muchas leyes judías (que afectan a cosas tales como la observancia del Shabat y de las festividades, el acceso a comida kasher y la observancia de las leyes de pureza familiar) requieren vivir entre judíos, o por lo menos cerca de ellos. Por eso la Torá nos ordena actuar cuando el bienestar, la seguridad, la salud o las finanzas de otro judío están en peligro, y a reprenderlo (con amabilidad y amor) cuando vemos que se está desviando del camino correcto.

La Torá llama al pueblo judío los "hijos de Israel". Se refiere a ellos como una nación, una familia, incluso como los hijos de Dios, y le implora que se relacionen entre sí como hermanos. En la misma línea, el Talmud al referirse a situaciones legales difíciles y contenciosas, se refiere a cada parte como "amigos".

Los judíos estudian juntos, a menudo en parejas y grupos pequeños; comparten la carga de los demás, se acompañan en el duelo y también celebran juntos los buenos momentos. A nivel místico, se considera que todas las almas judías comparten una raíz común; y también se supone que el pueblo judío debe vivir unido como una nación en la tierra de Israel.

En otras palabras, la idea de comunidad, en hebreo kehilá (קהילה), está entretejida en la vida judía. Es ineludible. Y es imposible vivir una vida judía plena sin convivir (o al menos considerar el bienestar de) la familia extensa de los judíos.

Las plegarias comunitarias judías

La plegaria es una oportunidad de tener una conversación intensa, personal y enfocada con Dios. Sin embargo, a pesar de eso, la plegaria judía es una experiencia comunitaria y, en general, requiere un minián, un quorum de por lo menos 10 hombres adultos.

La idea de un minián deriva del libro de Números, donde un grupo de 10 hombres desataron una histeria masiva con un informe falso sobre la clase de personas que vivían en Israel. En respuesta, Dios le preguntó a Moshé (Números 14:27): "¿Hasta cuándo existirá esta malvada asamblea que provoca que se quejen contra Mí?". Esa asamblea, una edá (עדה), eran 10 hombres, lo cual de acuerdo con el Talmud,(2) enseña que cada grupo (también traducido como asamblea o congregación) debe estar compuesto de por lo menos 10 hombres adultos.

Un minián no sólo es necesario para rezar, sino también para recitar las siete bendiciones de una boda, para decir Kadish en un funeral y para leer la Torá en público, así como en muchas otras situaciones.

La plegaria no sólo se dice formando parte de una comunidad, sino que también está redactada en forma plural. Por ejemplo, Dios es llamado Nuestro Padre, Nuestro Rey (no mi padre, mi rey). En la Amidá, que es la parte central del servicio estandarizado de plegarias formales, le pedimos que responsa a nuestras plegarias. En Iom Kipur le pedimos a Dios que perdone nuestras transgresiones, y la fórmula estandarizada para las súplicas y bendiciones incluye la frase "que nos ha ordenado Sus mandamientos…" (y no que me ha ordenado Sus mandamientos). Esto se debe a que eres miembros de una comunidad, y cuando rezas, debes asociarte con la comunidad y rezar por algo más que sólo tus necesidades".(3)

Espacios comunitarios

La ley judía compele a los judíos a vivir juntos. Para poder observar el Shabat judío (cuando entre otras cosas es un día en el cual está prohibido manejar un auto), pero de todos modos cumplir con obligaciones como la de rezar con un minián, o para seguir las leyes de pureza familiar, necesitas vivir dentro de una comunidad judía, o por lo menos a una distancia que puedas recorrer caminando para llegar a los edificios comunitarios.

Vivir dentro de una comunidad judía también facilita obtener comida kasher, especialmente carne fresca y productos horneados, sin mencionar el acceso a restaurantes kasher, almacenes, tiendas especializadas y otros establecimientos similares. Esto era así particularmente en los años previos a la refrigeración y el transporte marítimo internacional.

La comunidad judía también requiere edificios comunitarios como una mikve, una sinagoga, escuelas y otras instituciones. También se necesitan espacios para hacer cosas como atender a los muertos, proveer un lugar para que una corte judía pueda presidir sobre las conversiones, divorcios y otros casos; permitir las reuniones y encuentros comunitarios, y mucho más.

La comunidad y el estudio

El estudio judío, ya sea en una escuela, ieshivá (una casa de estudio judío), la sinagoga u otro lugar, a menudo se lleva a cabo en parejas. Cada pareja se llama una jevruta (חברותא), lo que se traduce como una compañía o amigo, y de forma coloquial significa un "compañero de estudio".

El punto de estudiar con una pareja es presentar otros aspectos, formular preguntas, presentar desafíos, escuchar una perspectiva diferente y, en definitiva, llegar al mejor y más completo entendimiento de un concepto o idea. También implica que los judíos discutimos mucho, lo cual de acuerdo con Rav Jonathan Sacks z"l es algo bueno:

"El judaísmo a veces es considerado como una 'cultura de discusiones'. Es la única literatura religiosa que he encontrado cuyos textos claves (la Biblia hebrea, el Midrash, la Mishná, el Talmud, los códigos de Ley Judía y el compendio de interpretaciones bíblicas) son antologías de discusiones. Esa es la gloria del judaísmo. La Presencia Divina no se encuentra en esta voz contra la otra, sino en la conversación total".

Responsabilidad comunal 

De una comunidad judía se espera que esté orientada hacia el crecimiento personal, ansiosa por aprender de sus errores. Uno de los muchos roles de un líder comunitario, además de proveer consejos, oficiar en bodas y funerales, responder preguntas complicadas sobre la ley judía y alentar el compromiso entre las partes en conflicto, es estar sintonizado con las debilidades y fortalezas de la comunidad, y cuando sea apropiado, señalarles sus defectos, y alentarlos a retornar al camino recto y apropiado.

La comunidad judía y el desarrollo personal

Se espera que una comunidad judía esté orientada hacia el crecimiento y ansiosa por aprender de sus errores. Uno de los muchos roles de un líder comunitario—además de ofrecer consejos, oficiar bodas y funerales, responder preguntas difíciles sobre la ley judía y fomentar la reconciliación entre las partes en conflicto— es estar en sintonía con las debilidades y fortalezas de su comunidad y, cuando sea apropiado, señalar sus deficiencias y animarlos a regresar al camino recto y adecuado.

El judaísmo y la comunidad

El pueblo judío también está conectado en un nivel místico.(4) En Deuteronomio 29:14, el pacto que Dios hace con el pueblo judío es "con el que está aquí con nosotros, parado hoy… y con el que no está hoy aquí con nosotros", lo cual de acuerdo con el gran erudito medieval, Rashi (1040-1105), se refiere a las futuras generaciones. Cada judío es considerado una parte esencial del pueblo judío, con raíces que se remontan al nacimiento de la nación, y un alma que está conectada con el destino y la misión de la nación.

Esa conexión es fundamental para la identidad y la observancia judía, a tal grado que otro erudito medieval, Maimónides )1135-1204), considera que la persona que se separa a propósito del pueblo judío causa un daño espiritual irreparable.

"La persona que se separa de la congregación de Israel y no cumple los mandamientos junto con todos, que no tiene parte en sus dificultades o no se une a sus ayunos [comunitarios], no tiene una porción en el Mundo Venidero".(5)

El pueblo judío tiene un importante trabajo que hacer en el mundo, y cada miembro, a lo largo de la historia, incluyéndote a ti, es una parte esencial de la historia.


Notas:

  1. Shavuot 39a, basado en Levítico 26:37
  2. Meguilá 23b
  3. Ver Brajot 29b, así como Mishná Berurá 110:4, 20
  4. Ver Néfesh HaJaim 2:17, donde se discute cómo los niveles del alma de Jaiá y Iejidá son los secretos de Kneset Israel, o del alma colectiva unificada de Israel.
  5. Maimónides, Leyes del Arrepentimiento, 3:11
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