La resiliencia del pueblo judío en las épocas más oscuras
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El judaísmo no es proselitista. Pero si estás interesado en ser judío, esta es la verdad sobre la conversión.
Hay sólo dos formas de ser judío: si tu madre es judía o haciendo una auténtica conversión judía.
La gente decide convertirse al judaísmo por muchas razones. Quizás participaron en una cena de Shabat y sintieron una "chispa de santidad". Tal vez comenzaron a leer la Torá y algo hizo eco en ellos. Un compañero o amigo puede haberles presentado algunas tradiciones judías y las encontraron increíblemente significativas.
El judaísmo no es una religión que hace proselitismo. Los judíos no van por el mundo invitando a otros a unirse a su pueblo. Pero si estás interesado en ser judío, aquí está la verdad sobre la conversión.
Para convertirte al judaísmo, primero debes asegurarte de que sea la decisión correcta para ti. Es algo que va a transformar por completo tu vida y puede afectar tu relación con los miembros de tu familia y tus amigos. Si tienes pareja y/o hijos, también debes tomar en consideración sus necesidades y sus deseos.
Una vez que eres judío, no puedes practicar ninguna otra religión. Apenas te conviertes, eres oficialmente judío, para siempre, y estás completamente obligado a observar todos los mandamientos de la Torá. Por lo tanto, debes estar 100% seguro de tu decisión.
Después de decidir que este es el camino correcto para ti, necesitas buscar un rabino que te patrocine y pueda ayudarte en el proceso. Él puede conectarte con un Beit din, una 'corte rabínica' compuesta de tres rabinos. El Beit din te informará de todo lo que necesitas saber para convertirte.
En primer lugar, encuentra un rabino que pueda patrocinarte en tu comunidad. Luego, con su ayuda, busca un Beit din que te convierta. Deberás reunirte con ellos y solicitar la conversión. La aplicación incluirá preguntas sobre ti, como dónde vives, tu religión anterior, tus creencias espirituales, en qué trabajas, tu familia, etc. Debes ser honesto en tu solicitud.
Una vez que el Beit din acepte tu aplicación, ellos te dirán cuáles son los siguientes pasos. Típicamente, necesitarás encontrar un maestro en tu comunidad que te enseñe los conceptos básicos que necesitan saber los judíos observantes: cómo rezar, cómo cuidar las leyes de kashrut y observar el Shabat y las festividades. Tendrás que leer ciertos libros que te enseñarán los fundamentos del judaísmo. El currículum de conversión varía de un Beit din a otro. En esencia, tendrás que aprender aquellas cosas que harán que vivas como un judío observante.
Tanto durante como después de la conversión, es fundamental ser parte de una comunidad judía. Necesitarás vivir en un lugar donde puedas estar rodeado de otros judíos observantes y a una distancia que puedas ir caminando a la sinagoga. Al vivir cerca de otras personas judías, ellas podrán invitarte a las cenas de Shabat y en las festividades, también podrás recibir a otros, y ser parte de una comunidad. Además, necesitarás estar cerca de almacenes y restaurantes kósher para que puedas cumplir las leyes de kashrut.
Una parte fundamental de ser judío es observar el Shabat. Hay varios mandamientos que debes cumplir en Shabat, como no encender y apagar luces, no usar el teléfono, no manejar ni trabajar desde la puesta del sol del viernes hasta la noche del sábado, aproximadamente una hora después de la puesta del sol. Algunas festividades judías se asemejan al Shabat, y debes cumplir los mismos mandamientos. Aprender a observar el Shabat de forma correcta es un proceso y generalmente lleva un tiempo. La mayoría de las personas no lo hacen de un día para otro.
Si vas a ser judío, esto implica cuidar las leyes de kashrut. Hay varios mandamientos respecto a la dieta alimenticia judía, pero en esencia implica comer alimentos que sean kósher y asegurarse de observar el resto de las leyes que hacen que los alimentos sean kósher. Hay ciertos animales prohibidos, como el cerdo, los mariscos y los pescados sin escamas ni aletas, los cuales no se pueden comer. Si bien la vaca y el pollo son kósher, no los mezclamos con queso ni los comemos en el mismo plato en que comemos pescado. El pollo, las vacas y otros animales kósher deben ser sacrificados de una manera kósher, en la cual el animal muere de forma instantánea y no siente el más mínimo dolor. Las comidas de carne y lácteas deben comerse por separado. Las frutas y verduras deben lavarse para que no tengan insectos. En tu hogar, debes tener vajilla separada para carne y leche. Hay otras reglas, pero estas son las más básicas.
Cuando te conviertes, necesitas elegir un nombre judío que te resulte significativo. Este puede o no sonar parecido a tu nombre de nacimiento. Es tu elección. Los conversos son hijos del primer patriarca, Abraham, y de su esposa, la matriarca Sará, por lo que sus nombres judíos serán: nombre + ben (si eres un varón, para "hijo") o bat (si eres mujer, para "hija") Abraham avinu veSará imenu. Puedes elegir si deseas o no usar tu nombre judío fuera de los rituales judíos.
NOTA: Si eres un varón y no estás circuncidado, deberás hacerte la circuncisión. Si ya estás circuncidado, entonces deberás realizar una ceremonia de hatafat dam brit, que implica sacar una gota de sangre de lo que queda del prepucio.
Una vez que tú y tu rabino deciden que estás listo, el rabino y su Beit din te harán una prueba de lo que has aprendido, lo cual incluye formularte algunas preguntas. Si apruebas, normalmente tienes que firmar un documento comprometiéndote a renunciar a cualquier religión anterior, comprometiéndote por completo a observar los mandamientos, enviar a tus hijos a una escuela judía y vivir una vida judía.
Luego irás a la mikve, un baño ritual con agua natural. Allí, te sumergirás en el agua y dirás las plegarias relevantes, y cuando salgas ¡serás oficialmente judío/a!
El tiempo mínimo necesario para convertirse al judaísmo es alrededor de un año, pero puede llevar más dependiendo de cuánto te lleve aprender el material relevante y llegar a ser observante. El Beit din, el rabino que te patrocine y tú decidirán cuándo es el momento correcto. Ten presente que no es algo en lo que debes apresurarte.
Convertirse al judaísmo es una decisión que no debe tomarse a la ligera. El judaísmo cree que un no judío puede desarrollar una conexión y una relación significativa con Dios a través de los siete mandamientos noájicos. No es necesario convertirse al judaísmo. Pero si con pasión deseas ser judío y aceptar todas las responsabilidades que esto implica, la conversión es una experiencia transformadora, similar a adquirir una nueva alma, y tiene la capacidad de dar una enorme satisfacción y significado a tu vida.
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