La ola de conversos al judaísmo en la antigua Roma

17/01/2024

9 min de lectura

¿Por qué se convirtieron al judaísmo tantos no judíos, incluyendo miembros de la elite romana como la reina Helena y Nerón?

La conversión del emperador Constantino de Roma al cristianismo en el año 313 EC (1), cambió el curso de la historia mundial. Su conversión convirtió al cristianismo en la religión nacional del Imperio Romano, comenzando el proceso de convertirse posiblemente en la religión más dominante del mundo.

Lo que no se sabe tanto es que antes de eso Roma estuvo todavía más cerca de convertirse en un imperio judío.

El incremento de la población judía mundial

Hay temas sobre la población judía del Imperio Romano que generalmente son aceptados por historiadores y eruditos. En el siglo I de la Era Común, más del 10% del imperio romano era judío. Había entre 2 y 7 millones de judíos.(2) Esto es significativo. En comparación, consideremos que hoy en día en los Estados Unidos, donde la comunidad judía tiene una enorme influencia, los judíos constituyen sólo el 2,4% de los adultos del país.(3) Los porcentajes del imperio romano eran significativamente mayores.

Sorprendentemente, en el siglo I de la Era Común, más del 10% del Imperio Romano era judío, entre 2 y 7 millones de judíos.

Si observamos la cantidad de judíos que había en el mundo al comienzo del exilio de Babilonia en el año 423 AEC, descubrimos algo sorprendente. Las mejores estimaciones indican que la población judía mundial en ese momento era menos que un cuarto de millón.(4) En un lapso de medio milenio, el pueblo judío pasó de estar cerca de la extinción a ser una fuerza a tener en cuenta dentro del imperio romano.

¿Cómo se explica esta explosión demográfica?

Era una época tumultuosa para los judíos. Después del éxito de los macabeos en las batallas de Janucá, la guerra con los griegos se prolongó durante 25 años. Esto fue seguido por varias guerras civiles entre los judíos, culminando con tres grandes guerras contra los romanos. Fue una época en la que se derramó mucha sangre judía. Sin embargo, los números crecieron de forma astronómica. ¿Por qué?

A través de evidencias circunstanciales, los eruditos concluyeron que en ese período hubo en el Imperio Romano una ola de conversión masiva al judaísmo.(5) No existe evidencia, circunstancial o de otra clase, que señale que la comunidad judía de esa época se dedicara al proselitismo.(6) ¿Cómo podemos entender un incremento tan acelerado en la población judía a causa de la conversión, sin un esfuerzo activo por parte de la comunidad judía?

La bancarrota del politeísmo

El Talmud nos da una idea de lo que sucedía en esa época.

El Tratado de Sanedrín(7) cuenta la historia de Rav Ashi, quien se refirió a tres reyes idólatras de Israel y Judea como "nuestros colegas". Esa noche, el rey Menashé (uno de los tres mencionados) se presentó a Rav Ashi en un sueño y lo reprendió por presentarse a sí mismo a su mismo nivel y le demostró su vasto conocimiento sobre los aspectos más intrincados de la Torá. Rav Ashi le preguntó: "Si eran tan sabios, ¿por qué hicieron idolatría?".

El rey Menashé le respondió: "Si tú hubieras estado allí, habrías levantado el ruedo de tu túnica para correr tras de mí". No tienes la menor idea de la intensidad del deseo de servir ídolos que había en mis días. No puedes comprenderlo y no puedes juzgarnos a partir de tu situación hoy en día.

Ídolos paganos de madera

Este es un episodio muy extraño. El rey Menashé gobernó el reino del sur de Judea desde el año 533 AEC y Rav Ashi fue uno de los principales editores del Talmud en el año 392 EC. Los dos vivieron con una diferencia de casi mil años. ¿Qué fue lo que cambió en esos años que puso fin a ese enorme deseo interno de hacer idolatría que tentó al rey Menashé, y lo redujo hasta convertirlo en una forma de pensar vacía y graciosa para Rav Ashi? Ninguno de nosotros sentimos un impulso insoportable de arrodillarnos para adorar los ídolos antiguos que hay en un museo. ¿Por qué no?

El Libro de Nejemiá,(8) presentado en el Talmud,(9) describe cómo la Inclinación al Mal a la idolatría provocó la destrucción del Primer Templo, el asesinato de los justos y el exilio del pueblo judío de su tierra. El órgano de gobierno al inicio de la época del Segundo Templo, conocido como los Hombres de la Gran Asamblea, tenía conciencia de los deseos humanos hacia la idolatría, así como de las tragedias que eso había provocado. Ellos quisieron asegurar que su regreso a Israel no volviera a verse abortado por las mismas entidades nefastas que causaron la destrucción del Primer Templo.

Los Hombres de la Gran Asamblea recibieron una señal Divina respecto a que su plegaria había sido aceptada y que el deseo rampante por servir a los ídolos había sido erradicado.

Los Hombres de la Gran Asamblea promulgaron tres días de ayuno y plegarias. Al final, recibieron una señal Divina de que sus plegarias habían sido aceptadas y que el deseo rampante por servir a los ídolos había sido erradicado. Esto ocurrió alrededor del año 350 AEC. A partir de ese punto en la historia judía, apenas encontramos una mención de comunidades judías que se hayan dedicado a esta destructiva actividad espiritual. Pero llevaría mucho más hasta que las llamas de la idolatría se apagaran en otros reinos donde el paganismo era una institución nacional.

Quizás ahora podemos entender el clima que había en el Imperio Romano y que llevó a una explosión de conversiones al judaísmo. La población había tomado conciencia de que los ídolos de piedra y madera no tenían ningún poder sobre el mundo. El impulso innato del individuo por encontrar una auténtica conexión espiritual llevó a que muchas personas del imperio sintieran un profundo vacío. Ellos comenzaron a buscar, y muchos encontraron las aguas satisfactorias del judaísmo y se convirtieron.

Conversos famosos

Hasta este punto, hay muy pocas menciones de conversos al judaísmo. A partir de este momento y hasta el fin del Imperio Romano hay una plétora de ejemplos, a menudo miembros de la aristocracia. A continuación hay una breve lista de algunos de los más famosos entre los conversos.

Shmaiá y Avtalión

Los primeros conversos famosos que encontramos son Shmaiá y Avtalión. Alrededor de mediados del siglo I AEC, Shmaiá era el Nasí o presidente del Sanedrín, la Corte Suprema judía, y Avtalión era el Av Beit Din, el Juez principal.(10) Juntos, fueron los líderes espirituales de Israel. Lo más remarcable, es que ellos se habían convertido al judaísmo(11) y eran descendientes de Sanjeriv, el emperador asirio que conquistó el Reino del Norte de Israel y exilió a 10 de las 12 tribus en el año 556 AEC.(12)

El liderazgo judío es una meritocracia.

Esto muestra un principio fundamental: el liderazgo judío es una meritocracia. Aquí hay dos hombres de linaje real que no sólo dejaron las comodidades de su origen para aceptar el judaísmo en una época tumultuosa, sino que llegaron a ser los grandes eruditos de la generación. Shmaiá y Avtalión fueron los maestros del gran sabio Hilel el Anciano, uno de los sabios más famosos de la Mishná. No importa cuál es el comienzo de la persona, con mucho trabajo y dedicación puede lograr lo que desee en lo que respecta a la erudición judía.

La reina Helena

Adiabene era una región del imperio asirio, ubicado en lo que hoy es Erbil, Kurdistán iraquí, a unos 1.300 kilómetros al noreste de Jerusalem. Helena era la reina de ese pequeño imperio en la misma época que Shmaiá y Avtalión dirigían a Israel. Tras la muerte del rey Monbaz, lo sucedió su hijo, Izates.(13)

Cuando Izates fue identifgicado como el príncipe heredero, fue enviado por su protección a Charax-Spasini, ubicada en lo que hoy es Batra, bajo el gobierno de Iraq, a unos 900 kilómetros al sudeste de Adiabene. Mientras estaba allí, él cayó bajo la influencia del judaísmo. Sin que Izates lo supiera, también su madre se había visto inspirada por las enseñanzas judías.

El sarcófago de Helena, reina de Adiabene, de una colección del Museo del Louvre.

Al regresar a su hogar, madre e hijo descubrieron que tenían un interés religioso compartido. En un primer momento, la reina Helena le advirtió que debían mantener en secreto su interés por el judaísmo e instó a su hijo a no dar el paso final de la circuncisión para convertirse, para no provocar una rebelión en su reino. Al principio, Izates siguió el consejo de su madre, pero luego se convirtió por completo al judaísmo. Cuando Helena vio que la temida rebelión no tenía lugar, también ella se convirtió por completo e incluso viajó a Jerusalem para llevar sacrificios y regalos valiosos al Templo.(14)

Al morir, Helena fue enterrada en Jerusalem. La tumba fue descubierta por el arqueólogo Louis Felicien de Saulcy. El sarcófago encontrado, supuestamente el de Helena, fue llevado posteriormente al Louvre en Francia.(15)

Rabí Akiva

El gran Rabí Akiva es uno de los sabios más famosos de la era mishnaica. Él nació unos 50 años antes de la destrucción del Segundo Templo (circa 20 EC) y fue uno de los más grandes sabios judíos de la historia. Durante sus primeros 40 años fue un ignorante, y entonces, en emdiod e su vida, se elevó hasta convertirse en uno de los más grandes maestros y eruditos del pueblo judío. Posteriormente perdió a sus 24.000 alumnos, pero no se dio por vencido. Al final de su vida, reconstruyó todo comenzando con cinco estudiantes, antes de ser brutalmente asesinado por el emperador romano Adriano tras la fallida revuelta de Bar Kojba.

El padre de Rabí Akiva, Iosef, era un converso al judaísmo.(16) Él era un descendiente de Sisrá, el gran general canaanita que atormento al pueblo judío al ginal del segundo milenio AEC. Sisrá finalmente fue derrotado por Devorá y Barak, en el año 1087 AEC.(17)

Nerón

Al comienzo de la primera guerra judía-romana en el 66 EC, el emperador de Roma era Nerón Claudio César Augusto Germánico, conocido simplemente como Nerón. Él fue quien envió a Vespasiano para terminar con la revuelta judía. Vespasiano, junto a su hijo Tito, eventualmente conquistaron el país y destruyeron el Segundo Templo.(18) La historia romana registra que en el año 68 EC hubo una rebelión contra Nerón en Roma. Él fue declarado un enemigo público y sentenciado a muerte por el senado romano en su ausencia. Cuando Nerón se enteró de lo ocurrido, se suicidó.(19)

La historia judía cuenta otra cosa. El Talmud(20) enseña que Nerón llegó a Jerusalem durante la guerra. Al intentar descubrir si la suerte lo acompañaba, disparó flechas en las cuatro direcciones. Todas aterrizaron mirando hacia Jerusalem. Para tratar de entender más lo que ocurría, Nerón le preguntó a un niño judío qué versículo de la Biblia estaba estudiando. El niño le respondió con una cita del libro de Ezequiel:(21) "Pondré Mi venganza contra Edom (Roma) en mano de Mi pueblo Israel".

Nerón concluyó que "El Santo, Bendito sea, quiere destruir el Templo y limpiarse las manos con ese hombre (refiriéndose a sí mismo)". Entonces Nerón huyó y estaba tan inspirado por esta seudo profecía que recibió que se convirtió al judaísmo. El gran Rabí Meir, en quien se basa gran parte de la Mishná, era uno de sus descendientes.

Imagina qué vergonzosa debe haber sido para los romanos la conversión de Nerón. En medio de la guerra, de repente su emperador se pasa al lado contrario. Se entiende que la historia romana intentara cubrir y ocultar esto.

Ónkelos, el converso

El Midrash Tanjuma(22) nos cuenta la increíble historia de Ónkelos, el converso. Ónkelos era el sobrino de Adriano, el emperador romano que ya hemos mencionado, infame en la historia judía por lo ocurrido en la guerra de Bar Kojba y los subsecuentes decretos contra la Torá y el derramamiento de sangre. Cuando Ónkelos decidió convertirse al judaísmo, temió la ira de su tío. Como pretexto, le dijo a su tío que deseaba viajar a tierras lejanas para dedicarse a los negocios. Adriano le dio a su sobrino un viejo consejo: "compra algo barato y véndelo caro".

Ónkelos convenció a los soldados de Adriano para que se convirtieran al judaísmo y el emperador dejó de tratar de recuperar a su sobrino descarriado.

Entonces Ónkelos viajó a Israel para estudiar Torá. Tras su conversión, su tío le preguntó el consejo de quién había seguido para hacer algo tan tonto. Ónkelos le respondió que en verdad había sido el consejo de su gran tío lo que había motivado su conversión. En ese momento, no había en el mundo ninguna nación más baja que Israel. ¡Sin duda sus acciones estaban destinadas a subir!

Adriano envió varios grupos de soldados a buscar a Ónkelos, pero el nuevo erudito los convenció a todos para que se convirtieran al judaísmo y el emperador dejó de tratar de recuperar a su sobrino descarriado. Ónkelos reestableció la antigua traducción interpretativa de la Torá al arameo que ahora se encuentra al costado de prácticamente toda Biblia y se conoce como el Targum Ónkelos, la traducción de Ónkelos.

Aceptar el judaísmo

Quizás estos conversos famosos no eran la excepción. Existe evidencia circunstancial que sugiere que ellos representan la regla. La elite romana comenzó a ver el paganismo como una bancarrota. Esto llevó a muchos a acercarse al judaísmo, especialmente entre la aristocracia. Esto también preparó un campo fértil para el eventual pasaje del imperio hacia el cristianismo. La religión de Jesús era una píldora mucho más fácil de tragar y ofrecía una versión de monoteísmo ético sin la obligatoriedad de los mandamientos, como el hecho de tener que observar el Shabat y la circuncisión.

El Rambam enseña que el ascenso del cristianismo y del islam en el mundo forman parte del plan Divino.(23) A través de estas religiones derivadas, los conceptos judíos centrales y el ideal mesiánico se han extendido a los cuatro rincones de la tierra. De esta manera, cuando llegue finalmente el verdadero mesías, las naciones del mundo estarán listas para aceptarlo, al igual que los judíos. Que esto ocurra muy pronto en nuestros días.


Notas:

  1. Lactantius, De Mortibus Persecutorum ("Sobre la muerte de los persecutores") cap. 48.
  2. Feldman, Louis H. “Conversion to Judaism in Classical Antiquity.” Hebrew Union College Annual, vol. 74, Hebrew Union College - Jewish Institute of Religion, 2003, pgs. 115–56, http://www.jstor.org/stable/23509246.
  3. Pew Research Center, 11 de mayo 2021, “Jewish Americans In 2020”
  4. Salo W. Baron, “Population,” Encyclopedia Judaica vol. 16, Second Edition, 2007 Keter Publishing House Ltd.
  5. Pasachoff, Naomi E.; Littman, Robert J. (1995). A Concise History of the Jewish People p.67
  6. Feldman. Ibid.
  7. 102b
  8. 9:4
  9. Ioma 69b, Sanedrín 64a
  10. Rabenu Ovadia MiBartenura, Avot 1:10
  11. Rambam, introducción a Mishné Torá
  12. Talmud de Babilonia, Guitin 57b
  13. Josephus, Antiquities of the Jews, 20
  14. Talmud de Babilonia, Baba Batra 11a
  15. French consulate opens disputed Second Temple site in East Jerusalem, Nir Hasson para "Haaretz", 28 de junio 2019
  16. Talmud de Babilonia, Sanedrín 96b
  17. Libro de los Jueces, capítulo 4
  18. Josephus, War of the Jews III.1.3
  19. Suetonius, The Lives of Twelve Caesars, Life of Nero 47
  20. Guitin 56a
  21. 25:14
  22. Parashat Mishpatim, 5
  23. Mishné Torá, Leyes de los reyes y las guerras aa:8
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