¿Qué son los Salmos y por qué debo decirlos?

13/10/2023

8 min de lectura

Con Israel bajo ataque, cada plegaria es importante. Aquí están los Salmos que tradicionalmente se recitan en tiempos de guerra.

El Libro de Salmos (Tehilim) consiste de 150 plegarias que recorren toda la gama de las emociones humanas. No importa lo que uno sienta o qué emociones desee poner en palabras, hay un Salmo que puede ayudarnos a formular nuestros pensamientos y encontrar las palabras para rezar. Tradicionalmente, los Salmos se recitan en momentos de guerra u otras ocasiones difíciles.

Algunos Salmos fueron compuestos en medio de guerras, otros cuando el Rey David se ocultaba en una cueva oscura, temiendo que el momento siguiente pudiera traer la muerte. Algunos Salmos expresan arrepentimiento y angustia, lamentan malas elecciones y oportunidades perdidas, y otros describen una enorme alegría y celebración.

El Séfer Tehilim, el Libro de los Salmos, es una parte básica de la plegaria judía. Si bien el judaísmo enseña que cada persona puede hablar con Dios en cualquier momento, en cualquier idioma, y usando las palabras que desee, los Salmos proveen un conducto antiguo y corroborado para conectarse con Dios, con bellos versículos que nuestros ancestros recitaron en sus momentos más íntimos y vulnerables al conectarse con su Creador.

¿Quién escribió el Libro de Salmos?

La gran mayoría de los 150 capítulos fueron escritos por el Rey David. (Unos pocos fueron escritos por figuras previas, incluyendo a Adam y a Moshé, así como el Rey Salomón y alguien que sirvió en el Templo, llamado Asaf. El Rey David incorporó esas plegarias para completar su obra).

David nació en la ciudad de Beitlejem hace 3.000 años, y comenzó su vida siendo un pastor, el menor y el menos respetado de su gran familia. Era un músico dotado, por lo que cuando aún era un niño fue invitado a tocar para el Rey Saúl, el monarca a quien un día sucedería. David llegó a la fama en Israel cuando venció a Goliat, el gigante que era el general de los filisteos. El Rey Saúl incorporó a David a su ejército, y David desarrolló sus habilidades como uno de los más formidables guerreros de Israel.

Eventualmente, el Rey Saúl comenzó a temer que David lo destronara y empezó a perseguirlo, tratando de matarlo. La Torá describe que a pesar de que la casa de Saúl ahora era su enemigo, David era muy amigo de Jonatán, el hijo del Rey Saúl. David sufrió el terror de ser perseguido, tuvo que ocultarse en una cueva y también debió separarse de su mejor amigo. Durante todas estas aventuras, David escribió versos en los que expresó sus intensas emociones y su anhelo por conectarse con Dios, la base de los Salmos que conocemos.

El Rey David fue coronado como rey de Israel tras la muerte de Saúl. (Partes de su palacio de 3.000 años de antigüedad aún se pueden ver en la Ciudad Vieja de Jerusalem). El Rey David aseguró a Jerusalem como la capital de Israel. Él vivió una vida repleta de orgullo, frustración, arrepentimiento, sueños no cumplidos y grandes logros. Como muchos de nosotros, tuvo grandes triunfos y terribles desilusiones. Él continuó escribiendo plegarias que reflejaban sus esperanzas y temores, sus alegrías y sus penas.

El Rey David nos legó sus bellas palabras que forman parte de neustra herencia judía.

¿Por qué decimos Salmos?

Muchos judíos acostumbran a recitar cada día una porción del Libro de Salmos. Además, ciertos Salmos se dicen en ocasiones especiales, tales como Rosh Jodesh (la nueva luna), antes de agradecer por la comida en Shabat, etc. Los Salmos pueden cantarse o recitarse, tanto en grupo como individualmente.

En momentos difíciles, muchos judíos toman el Libro de Salmos y leen diversos capítulos que se refieren al dolor y el temor. Estas antiguas palabras dan voz a nuestras emociones más profundas, y permiten que nuestras plegarias se unan con las plegarias de innumerables judíos que vivieron antes y también buscaron conexión y consuelo.

Antes de presentar los tres Salmos que quiero compartir con ustedes, quiero compartir también algo que está dando vueltas por Instagram.

En tiempos de increíble sufrimiento, es difícil saber con certeza qué es lo que Dios espera de nosotros, pero por otro lado, esto es lo que los soldados que están en el frente esperan de nosotros. Les reenvío la traducción de una carta de un soldado que está en Gaza:

Hoy nuestros corazones laten con miedo. ¿Quiénes entre nosotros morirán? ¿Quiénes retornarán sanos y salvos?

Nosotros somos sus mensajeros en la batalla. Nosotros luchamos para que puedan vivir en paz con sus hijos. Para que puedan seguir vivos. Somos su protección. ¿Acaso serás uno de nosotros? Nosotros partimos en esta peligrosa misión sabiendo que algunos no regresaremos, sino que ascenderemos al cielo, tal como lo hizo el profeta Eliahu.

Vamos allí con devoción y dedicación.

Les pedimos que sean nuestra protección a través de sus plegarias. Protéjannos esforzándose en su espiritualidad y con buenos actos.

Recen por nosotros. Pidan no ver otra madre enterrar a su hijo. Pidan que no veamos a nuestras esposas criando a nuestros hijos como viudas. Pidan que nuestros hijos crezcan sabiendo quiénes son sus padre. Pidan que eliminemos a los terroristas que tratan de destruirnos, y que no lastimemos a mujeres y niños inocentes.

Por favor, se los imploro, al leer esto no sigan simplemente adelante con otra cosa. Digan un capítulo de Salmos. Despierten al Rey David y pídanle al Todopoderoso una redención completa y paz para todo el mundo. Decidan hacer otro buen acto.

Y reenvíenlo. Estoy seguro de que sus plegarias harán una diferencia. Recuerden, estamos en esto todos juntos. Nosotros estamos en las líneas del frente con armas y ustedes luchan con sus plegarias. Cada palabra de sus plegaria nos da fuerzas, protección y éxito.

Con Israel en guerra, todo el pueblo judío se está uniendo rezando por la seguridad y la victoria. Aquí hay tres Salmos que tradicionalmente se dicen en los momentos en que la nación de Israel está bajo ataque: Salmo 83, Salmo 130 y Salmo 142.

Salmo 83

Este Salmo fue escrito por Asaf, un levita que sirvió en el Templo en Jerusalem. Aquí, él describe cómo todas las naciones del mundo se unen odiando lo que Israel representa: la soberanía de Dios sobre el hombre.

Asaf describe muchos de los enemigos históricos de los judíos que trataron de exterminar a nuestro pueblo: los edomitas, ishmaelitas, hagritas, la nación de Moav, Amalek y otros. El Salmo luego le pide a Dios que destruya a nuestros enemigos tal como los destruyó a ellos. Midián, por ejemplo, era un enemigo implacable del pueblo judío hasta que Dios les ordenó a los israelitas luchar con ellos y destruirlos. Sisrá fue el general canaanita que aterrorizó a los judíos hasta que fue vencido en la batalla por un ejército liderado por Deborá y Barak, y luego lo mató Yael, la heroína judía.

Recitar este Salmo canaliza algunos de los mayores triunfos militares de la historia judía antigua, y le pide a Dios que nos brinde victorias similares hoy en día.

שִׁ֖יר מִזְמ֣וֹר לְאָסָֽף׃
Un cántico, Salmo de Asaf

אֱלֹהִ֥ים אַל־דֳּמִי־לָ֑ךְ אַל־תֶּחֱרַ֖שׁ וְאַל־תִּשְׁקֹ֣ט אֵֽל׃
Dios, no guardes silencio; no estés callado ni quieto, Dios

כִּֽי־הִנֵּ֣ה א֭וֹיְבֶיךָ יֶהֱמָי֑וּן וּ֝מְשַׂנְאֶ֗יךָ נָ֣שְׂאוּ רֹֽאשׁ׃
Pues Tus enemigos braman, quienes Te odian han alzado su cabeza.

 עַֽל־עַ֭מְּךָ יַעֲרִ֣ימוּ ס֑וֹד וְ֝יִתְיָעֲצ֗וּ עַל־צְפוּנֶֽיךָ׃
Traman en secreto contra Tu nación, y conspiran contra Tus protegidos.

אָמְר֗וּ לְ֭כוּ וְנַכְחִידֵ֣ם מִגּ֑וֹי וְלֹֽא־יִזָּכֵ֖ר שֵֽׁם־יִשְׂרָאֵ֣ל עֽוֹד׃
Dicen: "Venid, cercenémoslos de ser nación, y el nombre de Israel no se recordará más".

כִּ֤י נוֹעֲצ֣וּ לֵ֣ב יַחְדָּ֑ו עָ֝לֶ֗יךָ בְּרִ֣ית יִכְרֹֽתוּ׃
Pues ellos complotan con corazón unánime, pactaron en contra de Ti

אׇהֳלֵ֣י אֱ֭דוֹם וְיִשְׁמְעֵאלִ֗ים מוֹאָ֥ב וְהַגְרִֽים׃
las tiendas de Edóm y los ishmaelitas, Moav y los hagritas,

גְּבָ֣ל וְ֭עַמּוֹן וַעֲמָלֵ֑ק פְּ֝לֶ֗שֶׁת עִם־יֹ֥שְׁבֵי צֽוֹר׃
Gueval y Amón, y Amalek; Filistea con los habitantes de Tiro.

גַּם־אַ֭שּׁוּר נִלְוָ֣ה עִמָּ֑ם הָ֤יֽוּ זְר֖וֹעַ לִבְנֵי־ל֣וֹט סֶֽלָה׃
Asiria, también se les unió, y se volvió la fortaleza de los hijos de Lot, Sela.

עֲשֵֽׂה־לָהֶ֥ם כְּמִדְיָ֑ן כְּֽסִיסְרָ֥א כְ֝יָבִ֗ין בְּנַ֣חַל קִישֽׁוֹן׃
Hazles como a Midián; como a Sisrá y Iavín en el arroyo de Kishón,

נִשְׁמְד֥וּ בְֽעֵין־דֹּ֑אר הָ֥יוּ דֹ֝֗מֶן לָאֲדָמָֽה׃
quienes fueron aniquilados en Ein Dor, y fueron como estiércol para la tierra.

שִׁיתֵ֣מוֹ נְ֭דִיבֵימוֹ כְּעֹרֵ֣ב וְכִזְאֵ֑ב וּֽכְזֶ֥בַח וּ֝כְצַלְמֻנָּ֗ע כׇּל־נְסִיכֵֽימוֹ׃
Haz a sus nobles como Orev y Zeév, todos sus príncipes como Zévaj y Tzalmuná,

אֲשֶׁ֣ר אָ֭מְרוּ נִ֣ירְשָׁה לָּ֑נוּ אֵ֝֗ת נְא֣וֹת אֱלֹהִֽים׃
quien dijo: "Heredemos para nosotros las moradas de Dios".

אֱֽלֹהַ֗י שִׁיתֵ֥מוֹ כַגַּלְגַּ֑ל כְּ֝קַ֗שׁ לִפְנֵי־רֽוּחַ׃
Mi Dios, ponlos como una rueda, como paja ante el viento.

כְּאֵ֥שׁ תִּבְעַר־יָ֑עַר וּ֝כְלֶהָבָ֗ה תְּלַהֵ֥ט הָרִֽים׃
Como un fuego que consume el bosque, y una llama que quema las montañas,

כֵּ֭ן תִּרְדְּפֵ֣ם בְּסַעֲרֶ֑ךָ וּבְסוּפָתְךָ֥ תְבַהֲלֵֽם׃
persíguelos con Tu tempestad y atérralos con Tu tormenta.

מַלֵּ֣א פְנֵיהֶ֣ם קָל֑וֹן וִיבַקְשׁ֖וּ שִׁמְךָ֣ יְהֹוָֽה׃
Llena sus rostros de vergüenza, y ellos buscarán Tu Nombre, Adonai.

יֵבֹ֖שׁוּ וְיִבָּהֲל֥וּ עֲדֵי־עַ֗ד וְֽיַחְפְּר֥וּ וְיֹאבֵֽדוּ׃
Que sean avergonzados y aterrados para siempre; que se humillen y perezcan.

וְֽיֵדְע֗וּ כִּֽי־אַתָּ֬ה שִׁמְךָ֣ יְהֹוָ֣ה לְבַדֶּ֑ךָ עֶ֝לְי֗וֹן עַל־כׇּל־הָאָֽרֶץ׃ {פ}
Y sabrán que Tú, cuyo Nombre es Adonai, solo Tú, eres Altísimo sobre toda la tierra.

Salmo 130

Este bello Salmo es una de las plegarias judías más famosas. Típicamente se lo recita durante los diez días entre Rosh Hashaná y Iom Kipur y describe el sentimiento de tratar de llegar a Dios incluso cuando Él parece estar muy lejos.

El gran sabio judío Rashi señala la curiosa repetición de la frase "esperando la mañana". Esto se refiere a mantener nuestra esperanza en que llegará el amanecer, que simboliza la esperanza, aunque antes puede habernos sucedido que tuviéramos esperanzas y que estas sólo se vieran frustradas. No importa cuántas veces nos hayamos sentido decepcionados, tenemos que seguir creyendo que nuestra situación mejorará.

שִׁ֥יר הַֽמַּעֲל֑וֹת מִמַּעֲמַקִּ֖ים קְרָאתִ֣יךָ יְהֹוָֽה׃
Canción de las Ascensiones: Desde las profundidades clamo por Ti, Adonai.

אֲדֹנָי֮ שִׁמְעָ֢ה בְק֫וֹלִ֥י תִּהְיֶ֣ינָה אׇ֭זְנֶיךָ קַשֻּׁב֑וֹת לְ֝ק֗וֹל תַּחֲנוּנָֽי׃
Adonai, oye mi voz; estén Tus oídos atentos a la voz de mis súplicas.

אִם־עֲוֺנ֥וֹת תִּשְׁמׇר־יָ֑הּ אֲ֝דֹנָ֗י מִ֣י יַעֲמֹֽד׃
Dios, si llevaras una cuenta de las iniquidades, Adonai ¿quién podría sobrevivir?

כִּֽי־עִמְּךָ֥ הַסְּלִיחָ֑ה לְ֝מַ֗עַן תִּוָּרֵֽא׃
Tú tienes el poder de perdonar para que puedas ser temido.

קִוִּ֣יתִי יְ֭הֹוָה קִוְּתָ֣ה נַפְשִׁ֑י וְֽלִדְבָר֥וֹ הוֹחָֽלְתִּי׃
Mi esperanza está puesta en Adonai; mi alma espera, y yo ansío por Su palabra.

נַפְשִׁ֥י לַאדֹנָ֑י מִשֹּׁמְרִ֥ים לַ֝בֹּ֗קֶר שֹׁמְרִ֥ים לַבֹּֽקֶר׃
Mi alma anhela a Adonai más que los centinelas aguardan la mañana, más que los vigilantes aguardan la mañana.

יַחֵ֥ל יִשְׂרָאֵ֗ל אֶל־יְ֫הֹוָ֥ה כִּֽי־עִם־יְהֹוָ֥ה הַחֶ֑סֶד וְהַרְבֵּ֖ה עִמּ֣וֹ פְדֽוּת׃
Israel, deposita tu esperanza en Adonai, porque con Adonai está la bondad, y con Él hay abundante salvación.

וְ֭הוּא יִפְדֶּ֣ה אֶת־יִשְׂרָאֵ֑ל מִ֝כֹּ֗ל עֲוֺנֹתָֽיו׃ {פ}
Él redimirá a Israel de todas sus iniquidades.

Salmo 142

Al escapar del Rey Saúl que quería matarlo, el rey David huyó de un lugar a otro, sin encontrar nunca descanso. Eventualmente, halló refugio en una cueva oscura y solitaria en la región de Adullam. Debe haber sido aterrador ocultarse allí, completamente solo, físicamente incómodo, preocupado a cada instante por llegar a morir. (Eventualmente muchas otras personas desesperadas se unieron a David en ese escondite. En Samuel I 22:1 puedes encontrar la emotiva descripción de cómo esta banda de personas rechazadas y perseguidas se unió, con David como su líder).

La palabra "maskil" en este Salmo implica una iluminación. Aunque muchos Salmos se presentan como un "cántico", este se describe como un texto que puede iluminar una verdad profunda a todos los que unen sus voces con sus poderosas palabras de angustia y esperanza.

מַשְׂכִּ֥יל לְדָוִ֑ד בִּֽהְיוֹת֖וֹ בַמְּעָרָ֣ה תְפִלָּֽה׃
Maskíl de David, cuando estuvo en la cueva, una plegaria.

ק֭וֹלִי אֶל־יְהֹוָ֣ה אֶזְעָ֑ק ק֝וֹלִ֗י אֶל־יְהֹוָ֥ה אֶתְחַנָּֽן׃
Con mi voz clamaré a Adonai; con mi voz imploraré a Adonai.

אֶשְׁפֹּ֣ךְ לְפָנָ֣יו שִׂיחִ֑י צָ֝רָתִ֗י לְפָנָ֥יו אַגִּֽיד׃
Derramaré mi súplica ante Él; declararé mi angustia en Su presencia

בְּהִתְעַטֵּ֬ף עָלַ֨י ׀ רוּחִ֗י וְאַתָּה֮ יָדַ֢עְתָּ נְֽתִיבָ֫תִ֥י בְּאֹֽרַח־ז֥וּ אֲהַלֵּ֑ךְ טָמְנ֖וּ פַ֣ח לִֽי׃
Cuando mi espíritu se debilita dentro de mí, Tú conoces mi sendero. En la senda por la que camino, ellos han ocultado una celada para mí.

הַבֵּ֤יט יָמִ֨ין ׀ וּרְאֵה֮ וְאֵֽין־לִ֢י מַ֫כִּ֥יר אָבַ֣ד מָנ֣וֹס מִמֶּ֑נִּי אֵ֖ין דּוֹרֵ֣שׁ לְנַפְשִֽׁי׃
Mira a mi derecha y ve, nadie hay que me conoce; todo escape se me ha perdido. A nadie le importa mi alma.

זָעַ֥קְתִּי אֵלֶ֗יךָ יְ֫הֹוָ֥ה אָ֭מַרְתִּי אַתָּ֣ה מַחְסִ֑י חֶ֝לְקִ֗י בְּאֶ֣רֶץ הַחַיִּֽים׃
Clamé a Ti, Adonai; dije: "Tú eres mi refugio, mi porción en la tierra de los vivos".

הַקְשִׁ֤יבָה ׀ אֶֽל־רִנָּתִי֮ כִּֽי־דַלּ֢וֹתִ֫י מְאֹ֥ד הַצִּילֵ֥נִי מֵרֹדְפַ֑י כִּ֖י אָמְצ֣וּ מִמֶּֽנִּי׃
Presta atención a mi cántico [de plegaria], pues he sido llevado muy bajo. Sálvame de mis perseguidores, pues son demasiado poderosos para mí.

ה֘וֹצִ֤יאָה מִמַּסְגֵּ֨ר ׀ נַפְשִׁי֮ לְהוֹד֢וֹת אֶת־שְׁ֫מֶ֥ךָ בִּ֭י יַכְתִּ֣רוּ צַדִּיקִ֑ים כִּ֖י תִגְמֹ֣ל עָלָֽי׃ {פ}
Saca mi alma del encierro, para que pueda reconocer Tu Nombre. A causa de mí, los justos [Te] coronarán voluntad [Tú] cuando me tratarás con gracia.

Hoy, con Israel y el pueblo judío bajo ataque, las palabras eternas de los Salmos pueden ayudarte a formular tus plegarias y sacudir los cielos pidiendo ayuda. Cada plegaria marca una diferencia.

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