¿Quiénes son los caraítas?

17/12/2023

7 min de lectura

La historia de la secta judía rebelde que comenzó en la Edad Media.

Una leyenda popular del período medieval describe la fundación del caraísmo como una amarga disputa por el cargo del exilarca, el líder político de la comunidad judía en Babilonia. Anan Ben David supuestamente estaba calificado para ejercer el puesto, pero fue pasado por alto debido a su independencia y falta de confiabilidad. Por celos, Anan reunió a todos los sectarios que quedaban del período del Segundo Templo, como los saduceos, y estableció una nueva secta judía: los caraítas. Anan fue acusado de traición y lo enviaron a prisión, donde conoció a un destacado erudito musulmán que influyó mucho en el desarrollo de su nueva secta religiosa.

Si bien los historiadores consideran que esta historia no es muy confiable, y la influencia del islam en el caraísmo es una cuestión académica controvertida, por lo general se acepta que en el siglo VIII un erudito judío llamado Aran abandonó las academias talmúdicas y compuso su propio Talmud. Al igual que el Talmud de Babilonia, el Talmud de Anan está escrito en arameo y hasta la fecha existen pequeños fragmentos. Los estudiantes de Anan no se llamaban a sí mismos "caraítas" sino "ananitas" o "seguidores de Anan". Sólo en el siglo IX encontramos evidencia de comunidades que se autodenominaban "caraítas".

Los caraítas rechazaban la Torá Oral, un pilar central del judaísmo.

La mayor distinción entre los ananitas y caraítas versus la comunidad judía rabínica es que Anan y sus seguidores rechazaban la creencia de que Dios dio dos Torás a Moshé en el Monte Sinaí y la enseñaron a todo el pueblo: una Torá Escrita, que contiene los cinco libros de Moshé; y una Torá Oral, en la cual se explican punto por punto los detalles de la Torá Escrita. La fe en la Ley Oral cuyos detalles fueron transmitidos oralmente de Moshé a Iehoshúa y luego de generación a generación hasta la generación presente de eruditos de la Torá, es un pilar central del judaísmo;: Por lo tanto, Anan golpeó el núcleo de la fe y de la supervivencia judía.

Al rechazar la autoridad de la Torá Oral y de los líderes rabínicos que transmitieron sus enseñanzas, Anan creó una nueva secta basada en su perspectiva de que la verdad religiosa emerge del estudio independiente sólo de la Torá Escrita. En otras palabras, en los casos en los cuales los detalles de la práctica judía se transmitieron exclusivamente a través de la Torá Oral, Anan insistía en que esas tradiciones eran equivocadas. En cambio, él propuso la creencia de que todos los mandamientos de la Torá deben derivar sólo de un examen cuidadoso de sus versículos.

Una sinagoga caraíta, Vilna, construida en 1921

Un eslogan famoso que resume la revolución de Anan es: "Busca bien en las Escrituras y no confíes en mi opinión". En el período medieval, grupos caraítas posteriores siguiendo los pasos de Anan convirtieron este lema en un principio de fe según el cual cada judío de cada generación está obligado a interpretar los mandamientos de la Torá por sí mismo.

Una división caótica

Si piensas que esa filosofía puede conducir al caos, a "dos judíos tres opiniones", estás en lo cierto. El caraíta iraquí del siglo X, Jacobo al-Qirqisānī, registró una larga lista de disputas dentro de la comunidad caraíta y se quejó de que los desacuerdos crecían constantemente y estaban impulsados por la envidia y el ego de los líderes caraítas. Incluso para cuestiones tan básicas de la vida judía como el calendario, no era inusual que dos caraítas de la misma comunidad calcularan diferentes días e incluso diferentes meses para las festividades judías, porque cada uno observaba la luna nueva en un día diferente, o podía observar la maduración de la cebada (lo que los caraítas usaban para determinar la primavera o el mes de nisán para celebrar Pésaj) en un período diferente.

No era inusual que dos caraítas de la misma comunidad calcularan diferentes días e incluso diferentes meses para las festividades judías.

En contraste, en el período medieval los líderes de la comunidad rabínica, los gueonim, establecieron un calendario fijo para que todos los judíos del mundo pudieran celebrar las festividades en el mismo día. Al-Qirqisānī describe que los ananitas estaban tan divididos respecto al tema del calendario, que los miembros de su secta se negaban a comer con otros miembros de la secta que no estaban de acuerdo respecto al cálculo del calendario o a cualquier otro detalle de la ley de Anan.

Un grupo de caraítas, de "Descripción etnográfica de los pueblos de Rusia" (Theodore de Pauly, 1862)

La distorsión de los mandamientos básicos

Muchas de las interpretaciones que Anan y las generaciones subsiguientes de caraítas encontraron en la Torá también fueron disruptivas para la continuidad de la práctica judía. Por ejemplo, Anan interpretó la historia de la circuncisión de Israel en Guilvoa concluyendo que "cuchillos de pedernal" (Iehoshúa 5:2) implica que la circuncisión debe efectuarse con tijeras y no con un cuchillo. Él justificó su opinión sobre la base de que "cuchillos" está en forma plural, y a partir de esto entiende que la herramienta para la circuncisión debe tener múltiples partes, es decir una tijera con dos filos y no un cuchillo con un solo filo.

Incluso los caraítas posteriores fueron muy críticos respecto a esta interpretación, porque era obvio que en los miles de años de historia judía nunca nadie escuchó que se hiciera una circuncisión con tijeras. De hecho, un caraíta señaló que "cuchillos" está en plural en la historia de Ieshoshúa porque miles de judíos fueron circuncidados al mismo tiempo y por lo tanto fueron necesarios muchos cuchillos.

Los antiguos detalles respecto al tzitzit y lo que se escribe dentro de las cajas del tefilín fueron rechazados por los caraítas, así como la identidad de las plantas que se usan en Sucot para la mitzvá de las cuatro especies.

Además de nuevas interpretaciones sobre los versículos bíblicos, Anan y los caraítas también rechazaron muchos detalles del judaísmo que no tienen una descripción bíblica específica pero que están incluidos en la Torá Oral. Por ejemplo, los antiguos detalles respecto a cómo teñir los tzitzit y qué hay que escribir dentro de las cajas de los tefilín fueron rechazados por los caraítas, así como la identidad de las plantas que se usan para cumplir la mitzvá de las cuatro especies en Sucot y las pautas para construir una sucá de acuerdo con la ley, así como muchos otros detalles de los mandamientos. Por la misma razón, los caraítas no observan algunos aspectos del judaísmo post-bíblico, como la festividad de Janucá.

Todavía más, algunos aspectos demla ley de la Torá que en la Torá Oral se entiende que no son literales, por ejemplo el entendimiento de que el castigo de "ojo por ojo" implica una compensación monetaria, fueron reinterpretados por algunos caraítas como castigos literales.

El énfasis en la gramática hebrea

Hombres caraítas con su vestimenta tradicional, Crimea, siglo XIX

Como resultado del compromiso de los caraítas de utilizar la Torá Escrita como su única base para sus tradiciones legales, los caraítas de la Edad Media produjeron muchos comentarios y tratados bíblicos sobre la gramática hebrea destinados a entender el lenguaje de la Torá lo más preciso que fuera posible. Por ejemplo, un caraíta de Jerusalem, Japheth Ben Eli, es acreditado por los historiadores como el primer autor que completó un comentario sobre todos los 24 libros de la Biblia hebrea en la segunda mitad del siglo X. El comentario de Japheth y otras obras caraítas sobre gramática hebrea fueron estudiados por algunos de los comentaristas rabínicos más influyentes de la Torá, por ejemplo el Ibn Ezra, quien ocasionalmente cuita las opiniones de Japheth de forma anónima en su comentario bíblico.

El principal oponente de Anan y de los caraítas en el período medieval fue Saadia Gaón, quien escribió muchos libros desafiando a los caraítas del principio al fin de su larga carrera erudita. La mayoría de estos libros, escritos en árabe, lamentablemente se han perdido. De los fragmentos que sobrevivieron, queda claro que Saadia se oponía diametralmente al eje de la ideología caraíta: que cada judío está obligado a interpretar la Torá por sí mismo.

Aquellos que estuvieron física y temporalmente más cerca de la revelación de Dios al pueblo judío en el Sinaí (los Sabios de la Mishná y del Talmud), necesariamente tienen un grado mayor de autoridad en el judaísmo que las generaciones posteriores.

Saadia señala que el judaísmo, como cualquier otro sistema legal maduro, se construye sobre los esfuerzos de las generaciones pasadas y no comienza de cero en cada generación. Aquellos que estuvieron física y temporalmente más cerca de la revelación de Dios al pueblo judío en el Sinaí (los Sabios de la Mishná y del Talmud), necesariamente tienen un grado mayor de autoridad en el judaísmo que las generaciones posteriores.

Desde el comienzo de la actividad de Anan hasta el siglo X, Saadia y otros líderes judíos de Babilonia se opusieron ferozmente a Anan y sus seguidores y prohibieron los matrimonios y otros intercambios comunitarios entre judíos rabínicos y caraítas. Sin embargo, en los siglos siguientes la actitud hacia los caraítas se relajó a medida que la "amenaza" del caraísmo disminuyó y quedó claro que los caraítas estaban destinados a convertirse en un pequeño grupo minoritario disidente. La evidencia desenterrada en el siglo XX en la Guenizá de El Cairo, como documentos de matrimonio, cartas y comprobantes de donación, indica que los judíos rabínicos y los caraítas en el Egipto medieval de los siglos XI y XII tenían un grado de cohesión social mayor de lo que se pensaba antes. Las diversas cuestiones legales respecto al estatus de los caraítas en el judaísmo siguen siendo complejas y tema de debate hasta la actualidad entre los eruditos rabínicos.

Los caraítas en la actualidad

Hoy en día, los caraítas sobreviven como un pequeño grupo minoritario de aproximadamente 40.000 individuos en Israel, y comunidades más pequeñas en los Estadios Unidos y Europa. La mayoría de los caraítas actuales descienden de las comunidad caraíta egipcia, con pequeñas comunidades de Europa Oriental, Turquía e Iraq.

Congregación caraíta Bnei Brit en Daly City, California.

El rostro del caraísmo ha cambiado dramáticamente desde el período medieval. Los caraítas desarrollaron sus propias costumbres y creencias a lo largo de las generaciones, y es significativamente menos "revolucionario" en alentar a que cada ¡ndividuo de cada generación descubra la verdad por sí mismo. Como otros grupos minoritarios en Israel, tal como los samaritanos, muchos caraítas se han asimilado al tejido de la sociedad israelí y el futuro del caraísmo es incierto en el mejor d ellos casos.

Los caraítas medievales dejaron una marca indeleble en el judaísmo medieval, y en su cultura intelectual En vez de derrotar a la Torá Oral, ellos sólo reforzaron la fe en su necesidad del judaísmo, como dice en proverbios: "Es un árbol de vida para quienes los mantienen, dichosos son aquellos que se aferran a él. Sus caminos son placenteros y todos sus caminos son placenteros".

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