Si comparamos con otros conflictos, la cantidad de civiles muertos en Gaza es relativamente baja

05/02/2024

4 min de lectura

Proporcionalmente, el número de civiles muertos en Gaza se encuentra entre los más bajos de la historia de cualquier otro conflicto.

No podrías imaginarlo a partir de la intimidante decisión emitida por la Corte Internacional de Justicia (CIJ) en contra de Israel, pero la cantidad de muertos civiles en Gaza, incluso teniendo en cuenta a niños y mujeres, se encuentra entre las cifras más bajas de la historia de cualquier otra guerra comparable. Durante los últimos meses, disminuyó todavía más.

De acuerdo con The New York Times, "en el último mes, la cantidad de muertes diarias en Gaza se ha reducido a menos de la mitad", y bajó casi dos tercios desde fines de octubre. Todavía más, el porcentaje de víctimas civiles en comparación con los combatientes también bajó considerablemente.

En una declaración que subestima de forma masiva esta realidad, The New York Times también informó que estas considerables reducciones en las muertes civiles han sido "en cierta medida ignoradas" por los medios de comunicación y los críticos. ¡¿En cierta medida?! Ha sido totalmente ocultado e ignorado. The New York Times también opinó que los "críticos más duros de Israel están equivocados al acusar al país de querer maximizar las muertes civiles".

No es accidental que esta disminución en el número de muertes civiles haya sido "en cierta medida ignorado" por los medios y por los críticos de Israel, incluyendo previamente al mismísimo The New York Times. Israel es sujeto a un discernible doble estándar cuando se trata de informar sobre sus acciones militares.

Incluso antes de la reciente y drástica disminución de muertes civiles, las acciones militares de Israel produjeron muchas menos muertes y una tasa mucho menor de muertes de civiles en comparación con los combatientes que cualquier otra guerra urbana comparable. Esto es especialmente significativo considerando la realidad de que Hamás deliberadamente incrementa las muertes civiles usando a mujeres y niños como escudos humanos y escondiendo personal y equipo militar entre los civiles. La tasa actual de muertes civiles en comparación con los combatientes es inferior de dos a uno, lo que es extremadamente favorable si lo comparamos con los resultados obtenidos por otras democracias occidentales en guerras urbanas.

Los críticos de Israel casi nunca citan información comparable de otros enfrentamientos militares. Esta omisión crea la falsa impresión de que la cantidad de muertes civiles en Gaza se encuentra entre las más altas de la historia, cuando de hecho se encuentra entre las más bajas.

Cada muerte de un civil inocente, especialmente de bebés o niños pequeños, es una tragedia. Estas son siempre las muertes que Hamás resalta en los medios de comunicación, pero nadie sabe cuántas de estas muertes realmente ocurren entre este segmento vulnerable de la población, y cuántas son el resultado de que Hamás use deliberadamente a los niños como escudos.

Las cifras de Hamás sobre las muertes totales no pretenden distinguir entre los combatientes de lo que ellos consideran muertes civiles. Nunca dan las edades de los "niños" que afirman que fueron asesinados, aunque consideran como un niño a cualquiera menor de 19 años, incluso si son combatientes activos. Hamás ha reclutado combatientes jóvenes de entre 13 y 19 años. Las cifras de Hamás tampoco identifican a los habitantes de Gaza que fueron asesinados por los misiles errantes lanzados por terroristas, o que fueron asesinados por Hamás por rechazar sus órdenes de no irse a lugares más seguros.

La conclusión de The New York Times respecto a que la nueva información sugiere que "No es correcto acusar [a Israel] de querer maximizar las muertes civiles" es sumamente relevante para los falsos cargos de genocidio que se están considerando en la Corte Internacional de Justicia.

Las naciones que buscan un genocidio no se esfuerzan todo lo posible tratando de reducir las víctimas civiles, al punto de colocar a sus propios soldados en mayor riesgo al emplear fuerzas terrestres en vez de depender exclusivamente de los bombardeos aéreos y marinos. La CIJ debe rechazar de inmediato los cargos de genocidio contra Israel y comenzar a juzgar por crímenes de guerra a Hamás e Irán, quienes voluntariamente tratan de incrementar la cantidad de víctimas civiles.

La disminución de la tasa de muertes civiles entre los habitantes de Gaza también debe poner fin a la campaña para imponer a Israel un cese al fuego antes de que el ejército israelí complete su legítima misión de destruir la capacidad militar de Hamás. Completar con éxito esta misión salvará vidas a largo plazo, reduciendo la capacidad de Hamás de cumplir su promesa de repetir el barbarismo del 7 de octubre, y también al reducir su uso de escudos civiles.

La conducta de Israel en esta guerra defensiva, a la cual Hamás le dio comienzo, ha sido ejemplar. Satisface todos los estándares internacionales, y su esfuerzo por minimizar las muertes civiles y a la vez lograr sus legítimos objetivos en general fue exitoso. Siempre existe una situación de costo-beneficio entre reducir las muertes civiles enemigas e incrementar los riesgos para los propios soldados y civiles. Israel logró un equilibrio mucho mejor que la mayoría, tras los barbarismos sin precedentes de Hamás.

Llegó el momento, de hecho debería haber ocurrido hace mucho, de que el mundo deje de imponer un doble estándar al estado del pueblo judío. El doble estándar es una forma de intolerancia y cuando la intolerancia se dirige al único estado del pueblo judío, se convierte en una forma de antisemitismo internacional contra los judíos de las naciones. Esto debe parar.


Esta editorial apareció originalmente en el sitio web del Instituto Gatestone.

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