Una clave para tener autoestima

28/11/2023

3 min de lectura

Vaishlaj (Génesis 32:4-36:43 )

Iaakov se quedó solo, y un hombre luchó con él hasta que despuntó el alba.

El Midrash dice que la persona que atacó a Iaakov fue el ángel guardián de Esav. Los comentaristas agregan que este ángel representa al iétzer hará, la primigenia fuerza espiritual del mal que quiso vencer a Iaakov y a sus descendientes.

El Rav de Slonim interpreta que este versículo nos brinda una importante lección. Él señala que la palabra hebrea vaivater (se quedó) también puede significar "ser superfluo", y el mensaje del versículo es que Iaakov sintió que él era superfluo cuando estaba solo, aislado y desconectado de otros.

El salmista dice: "Porque Yo dije que el mundo se construye sobre jésed (bondad)". Las escrituras jasídicas interpretan que este versículo es una de las razones de la Creación, Aunque no podemos llegar a captar ningún concepto de la esencia de los Atributos Divinos, nos dicen que Dios creó el mundo porque "la naturaleza de lo bueno es hacer el bien", y sin un mundo, no había nadie que pudiera recibir la bondad de Dios.

Se supone que debemos emular los atributos Divinos, y la máxima obligación de la persona es hacer jésed. Pero el jésed no puede hacerse en un vacío. La frase: "Dios dijo: 'No es bueno que el hombre esté solo'" (Génesis 2:18) no sólo implica que la persona no debe estar sin una esposa, sino también que "no puede haber bondad cuando el hombre está solo". La bondad requiere que haya una relación, alguien que pueda recibir el jésed del otro. En tanto que el propósito de la creación era que el hombre emulara a Dios haciendo jésed, el fracaso o la incapacidad de hacer jésed deja a la persona insatisfecha.

En mis escritos sobre autoestima ("Angels Don't Leave Footprints") señalé que valoramos las cosas por una de estas dos razones: (1) porque son funcionales, o (2) porque son ornamentales. Si tienes un reloj de pie al que se le estropea el mecanismo, puede que lo conserves como una bella pieza del mobiliario. Si tu abrelatas ya no funciona, lo desechas. Al no tener un componente estético, no tiene valor cuando deja de ser funcional.

¿Cuál es la base sobre la cual la persona puede tener un sentido de autoestima? Pocas personas son tan bellas como para ser ornamentales, e incluso aquellos que son increíblemente hermosos pierden su belleza a medida que envejecen. El verdadero valor de la persona está en su función, y dado que una función principal de la persona es hacer jésed, la incapacidad o el fracaso para hacer jésed priva a la persona de una fuente de autoestima.

Una de las tácticas del iétzer hará es aplastar a la persona privándola de su capacidad de hacer jésed. La persona que está aislada de otros y no puede dar de sí misma a los demás, puede perder su sentido de valor personal. Mis años de trabajo con adictos a las drogas y al alcohol me convencieron de que uno de los factores que llevan a la adicción es el egocentrismo. Un alcohólico recuperado lo expresó de esta forma: "Podía admirar a las personas o podía verlas con desprecio. Todos estaban muy por encima o muy por debajo de mí, pero nunca sentí que pertenecía. El alcohol me daba la sensación de que pertenecía". Esta persona escapó de la angustia del aislamiento a través de los efectos anestésicos del alcohol.

Sentir que uno no pertenece nos lleva a sentirnos superfluos. El Rav de Slonim encontró este mensaje en el versículo que él tradujo como: "Iaakov se sintió superfluo porque estaba solo". La baja autoestima y la depresión que resultan del aislamiento hacen que la persona quede vulnerable al ataque del iétzer hará.

Hacer jésed no sólo es una gran mitzvá, sino que también ayuda a la persona a tener un sentido de dignidad y autoestima.

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